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Argentina logra su tercer Mundial

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La final de Catar 2022 arrancó de forma sorprendente, con Francia en plan camaleón. De entrada parecieron Argentina: dos faltas en el primer minuto. Y a partir de ahí se asemejaron a la peor versión del Real Madrid. Ese Madrid que sale apático al campo de juego, que no se encuentra y deja la iniciativa al rival sin oponer resistencia. El mejor ejemplo lo escenifica Dembélé que no dio una a derechas. El primer balón que recibió no lo supo controlar y se fue fuera de banda: intentó pisar la pelota y pasó por debajo de su pie. El segundo balón que recibió lo tocó atrás para ¡un rival! Organizó la contra argentina… Cuando cometió el absurdo penalti sobre Di María -falta de delantero- se le vino el mundo encima. En casa pedía la sustitución inmediata del extremo. El azulgrana cuando está bien es mortal. Y cuando está mal… pues ya lo vimos en la final. Tampoco estuvo fino en la semifinal. El caso es que mediada la primera parte Messi transformó el penalti  y puso 1-0 arriba a Argentina. Otra duda surge en la jugada del penalti: ¿dónde estaba Koundé? Era su banda y Dembélé intentó cubrir su ausencia. 

Francia no reaccionó al gol en contra. Siguió como tal cosa. Argentina siguió dominando el encuentro. Olieron la sangre y buscaban rematar a su presa. Scaloni ordenó presionar la salida de Upamecano. Argentina había salido presionando arriba mas esta era una orden específica. Y surtió efecto en la jugada del segundo gol. Un pase defectuoso del central y Messi se hace con la pelota. La descarga en profundidad sobre Mac Allister quien avanza y se la pone a Di María en la banda contraria. Jugadón y golazo. 2-0 (min. 36). Di María estaba siendo el jugador del partido. Recuerden, el penalti se lo hicieron a él.

Di María Marca

Deschamps reaccionó con un doble cambio. Retiró a Dembélé (aplaudí hasta con las orejas) y a Giroud (no lo entendí). 

Con 2-0 al descanso todo parecía sentenciado, sobre todo porque Francia no había rematado ni lo había intentado. En el descanso leí que era la primera vez en una final de Mundial que una selección no chutaba durante la primera parte. Este dato se contabiliza desde Inglaterra 1966. El primer intento sucedió en el 67 con un cabezazo defectuoso que se fue fuera por mucho. Tres minutos después Mbappé lo intentaba. Se fue ligeramente alta. El tercer y cuarto disparo fueron goles. Increible. 

Antes de los tantos franceses hubo cambios en ambas selecciones. Scaloni sorprendió retirando a Di María, su mejor jugador. ¿Para que Messi fuese el MVP? ¿O por problemas físicos de El Fideo? Tácticamente fue una sustitución amarrategui: entró un defensa lateral, el sevillista Acuña. Deschamps por su parte quitó a Griezmann (muy bien anulado por los albicelestes) y a Theo Hernández. Entraron Coman y Camavinga. Al madridista volvió a colocarle de lateral izquierdo. Luego reforzó el medio campo.

Otamendi pecó de pardillo, como Dembélé, en el 79. Su penalti sobre Muani fue idéntico al del francés sobre Di María. Sorprende porque Otamendi es un central veterano. Mbappé batió a Emiliano Dibu Martínez, quien adivinó la dirección del lanzamiento. Era como ya comenté el tercer disparo de Francia en la final y el primero entre los tres palos. El cuarto intento, el segundo entre los tres palos, también vio la red. Y también lo marcó Mbappé. El fenómeno galo recibió un excelente pase de Thuram hijo y anotó un golazo. En un par de minutos Francia había empatado a dos la final. Ahora parecían la mejor versión del Madrid, el de las remontadas.

Los minutos finales (los nueve para llegar a los 90 y los ocho de alargue) fueron un carrusel de emociones. El partido estaba roto y el gol podía llegar en cualquier contra. Para el espectador imparcial fue una delicia. Para los aficionados de unos y otros una taquicardia. 

El 2-2 nos llevó a la prórroga. En este Mundial tenemos el precedente de Países Bajos remontando dos goles en contra a Argentina (en cuartos). Finalmente se impusieron los argentos a los penaltis.

El cambio de Fofana por Rabiot en el 95 reforzó la fortaleza física del centro del campo galo. Seis minutos después Lautaro Martínez entraba por Julián Álvarez y Paredes por un exhausto y castigado De Paul (partidazo el suyo). 

Lautaro la tuvo al final de la primera mitad de la prórroga. Era su segunda intervención (la primera la salvó milagrosamente Upamecano). 

En el 108 un despiste colectivo del en esos momentos inexistente centro del campo francés y de sus defensas, lo aprovechó Messi marcando el 3-2. Recogió un rechace de Lloris a un potente disparo de Lautaro. Lloris se lució desviando pero no había compañeros para proteger su despeje. 3-2. Y la Copa del Mundo volvía a volar hacia Argentina. 

Argentina tras el gol siguió jugando como después del 1.0. Y Francia nos recordaba a la de la primera mitad. 

En el 115 otro penalti absurdo. Montiel evitó un remate de Mbappé con los brazos extendidos. Empató Mbappé. Su tercer gol de la final y el segundo de penalti. Estos tres goles igualaba los tres de Hurst en una final, la de Inglaterra 1966.

Se añadieron tres minutos. No podíamos pedir más emoción. Tres minutos de infarto y yo ya había perdido la cuenta de los cambios. Y en el último minuto del descuento Muani desaprovechó un mano a mano frente al Dibu. En la contra Lautaro cabeceó mal y la respuesta la dio Mbappé que se quitó de en medio a varios pero estaba demasiado escorado para rematar. Dybala fue el último obstáculo a su intento de encontrar puerta.

Nos íbamos a los penaltis. ¿Quién dijo que no podíamos pedir más emoción? 

Mbappé marcaba el primero para Francia, su tercer penalti de la tarde. Messi hizo lo propio en su turno. Dibu paró el de Coman. Dybala marcó por el centro. 2-1 para Argentina. Tchouaméni mandó fuera el suyo. Paredes ponía el 3-1. Parecía insalvable. Muani anotó. Si Montiel acertaba ganaban su tercer Mundial. Y así fue. Se repetía el guión de la eliminatoria contra Países Bajos.

Argentina buscó durante más tiempo el triunfo. No pudo administrar sus ventajas en el marcador porque enfrente estaba Mbappé. Supieron sobreponerse a las adversidades de pasar de un 2-0 a un 2-2 y de un 3-2en la segunda mitad de la prórroga  a un 3-3. Y no olvidemos la de perder su primer partido contra Arabia Saudita. De ahí surgió el armazón que los ha conducido a este Mundial, con la presencia en el once de jugadores fundamentales como Mac Allister, Enzo Fernández (elegido mejor joven del torneo) y Julián Álvarez.

El Dibu Martínez fue Guante de Oro, Mbappé Bota de Oro y Messi el mejor jugador del Mundial. Añadiría que Mac Allister, De Paul y Fernández han sido el mejor centro del campo del Mundial.

Estad Marca

 

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Ancelotti marca el camino: Real Madrid 2 Inter 0

Juan Medina Reuters AS

Saber que te vale con el empate es un arma de doble filo. Corres el riesgo del conformismo. Algo de eso le sucedió al Real Madrid en el arranque del encuentro frente al Inter. Con una excepción: Vinicius. En los primeros tres minutos se pegó dos carrerones que encendieron al público. No tanto a sus compañeros. El Inter por su parte nos pegó dos sustos que surgieron de las botas de Brozovic. El primer remate del croata lo desvió Militao y el segundo, desde la corona del área en el min. 7, salió rozando el larguero.

El Inter necesitaba ganar para ser primeros de grupo. Y salieron con esa intención. Con la salvedad de las dos incursiones de Vini, mencionadas anteriormente, no salimos de nuestro campo hasta el minuto 10. Fue una posesión larga, por la derecha. Eso nos permitió ejercer por primera vez nuestra presión alta. Se libraron de ella, con dificultades. Y crearon peligro con un disparo de Perisic rechazado por la defensa. A lo que siguió una contra finalizada por Rodrygo con un chut que llevaba mucha intención y que encontró el lateral de la red. El partido se animaba.

A medida que alababa para mis adentros las subidas de Carvajal, que últimamente solo prodigaba en la segunda mitad y ya llevaba tres en el primer cuarto de hora, se produjo una combinación entre el lateral y Rodrygo. El brasileño buscó el pase a la otra banda. Casemiro se abrió de piernas para que el balón llegase a su destino. Que no era otro que Toni Kroos. Su disparo cruzado, con la pierna izquierda tras controlar con la derecha, se coló en la portería rival. 1-0 (min. 17). ¡Golazo! Su segundo gol en esta Champions. Menuda temporada la del alemán!!!

A la media hora el Inter llevaba media docena de córners. Buscaban la cabeza de Dzeko, quien nos ganaba todos los balones aéreos.

Jovic pudo hacer el 2-0 en el 35. En una contra, porque el dominio del Inter era claro. Mas no acertaban a concretar. Llevaban 12 remates y tan solo uno entre los tres palos.

En el 44 Kroos le puso un balón a Rodrygo en la frontal. El brasileño, centrado, se revuelve y arma el disparo. No es gol porque da en el poste. Tras recoger el rechace la jugada acaba en el primer saque de esquina merengue. Se botó y de nuevo Rodrygo buscó el palo corto con su remate, que volvió a estrellarse en el lateral de la red. Fue la última jugada de la primera parte.

Inzaghi efectuó un cambio, en defensa (habían neutralizado a Vini y se encontraron a Rodrygo, de ahí el relevo). Ancelotti no varió.

Barrella pudo empatar en el 47. La envergadura y la altura de Courtois forzó que su disparo se fuese alto.

Dos minutos después Case nos dio un susto de los gordos. No es frecuente verle con gestos ostensibles de dolor. Camavinga empezó a calentar. Se retiró con dificultades para apoyar el pie. Al poco volvió e incluso cabeceó un córner.

Vinicius ponía la chispa como en el inicio del encuentro. D’Ambrosio vio la amarilla en el 54 por una  falta sobre Vini. Dos minutos después volvían a pararle en falta.

Perisic seguía poniendo balones peligrosos en nuestra área.

En el 59 triple cambio del Inter.

Un altercado entre Barrella (roja por agresión) y Militao (amarilla por encarase con el italiano) fue muy bien resuelto por el árbitro y refrendado por el VAR. Corría el minuto 63. Dos minutos después sustituían a Lautaro por un centrocampista. El Inter arrojaba la toalla y procuraba minimizar los daños.

Rodrygo en el 69 buscó el palo largo y su remate se fue rozando la base del poste desviado por el meta. Un minuto más tarde entraba Camavinga por Casemiro.

El Madrid aprovechaba la superioridad numérica para asegurar el control de la pelota. Arriba, Jovic jugando de espaldas, se sumaba a la estrategia. Rodrygo y Vinicius no. Eran dos balas.

En el 77 se iban Kroos, Jovic y Rodrygo. Entraban Fede Valverde, Mariano y Marco Asensio.

Asensio anotó el 2-0 a punto de cumplirse el 79. ¡Otro golazo! Recogió el balón en la derecha, en el vértice del área. Y la cruzó a la escuadra contraria. El balón golpeó el interior del poste y cruzó la portería de lado a lado botando dentro de la jaula.

Con el marcador tan favorable Ancelotti lo vio claro: descanso para Vini y nueva oportunidad para Hazard.

El 3-0 estuvo cerca: un pasivo Perisic en su área chica monta un lío ante la insistencia de Carvajal. El lateral se la roba pasándosela a Mariano, quien no estuvo tan atento como Carvajal y se embrolla. Hazard tampoco anduvo fino de reflejos.

Un par de minutos antes de la finalización del partido Militao se incorporó al ataque. Perdimos la pelota en la frontal del área del Inter, que lanzó una contra con muy pocos toques. La jugada la desbarató en nuestra área ¡Militao! El público coreó su nombre. Un homenaje al central por su fenomenal partido. El segundo consecutivo. Lleva una temporada muy buena, pero en los dos últimos encuentros se ha salido.

Modric (otro partidazo el suyo) fue elegido el mejor jugador del partido.

Un Madrid muy serio, muy profesional (a veces quizás demasiado para mi gusto) se impuso 2-0 porque fue más efectivo de cara a la portería rival. El balance entre el orden, lo profesional, y la locura, la chispa (con Vinicius y Rodrygo), resultó muy efectivo. El Madrid hizo el partido que debía hacer. Lo explicó perfectamente Modric al finalizar el partido. Dijo que el mister les había dado las instrucciones precisas y que todo había salido como se planteó. Ancelotti marca el camino a seguir y unos jugadores sobresalientes cumplen sus indicaciones.

Este próximo fin de semana el derbi.

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El Real Madrid salva el honor de la Liga en Champions

Rodrygo

Ancelotti presentó dos novedades en la alineación del Real Madrid frente al Inter de Milán. La primera era previsible: Alaba titular. Si está recuperado es uno de los fijos. Mi duda era si entraba por Nacho o por Miguel Gutiérrez. El central no ha arrancado fino y acumula en estas primeras jornadas más fallos que en toda la temporada pasada. Me inclinaba por la suplencia del lateral, por su error en el primer gol del Celta (0-1) y su despiste en el segundo (1-2). La experiencia de Nacho también era un factor a favor sobre Guti. La otra novedad fue una sorpresa: la presencia en el once de Lucas Vázquez. Asumía que sería para reforzar el sistema defensivo, apoyando a los centrocampistas. La suplencia de Hazard era significativa.

No quedaba claro si Alaba jugaría de central o de lateral. Pronto salimos de dudas: Alaba de central y Nacho de lateral izquierdo. 

El primer remate, y entre los tres palos, fue de Lautaro Martínez a los 5 minutos. Tres minutos y medio después Dzeko estuvo a punto de anotar, por el costado de Nacho. Los carrileros del Inter originaron estas dos jugadas.

Al Madrid se le veía seguro, muy bien colocado. «Organizado» como dijo Inzaghi, el técnico interista. Salvo en las dos acciones mencionadas anteriormente. Nuestro problema era no finalizar las jugadas. Y la debilidad de Nacho por la izquierda. Los blanquinegros percutían por ese flanco. Y este arranque fue un espejismo.

Casemiro buscó portería desde fuera del área en el 13 y medio. 

En el 18 Courtois respondió bien a un buen cabezazo de Lautaro. Estábamos en una fase en la que dominaba el Inter y era el Madrid quien buscaba las contras. 

Brozovic y Barella se imponían en el centro del campo.

Cuando más sufría el Inter era con la presión de Vinicius. No supimos aprovechar las cuatro o cinco pérdidas que ocasionó el extremo brasileño. 

Modric botó el primer saque de esquina blanco en el 35. Militao la tuvo, pero su remate de cabeza se fue fuera. Acto seguido fue Lautaro quien cabeceó fuera. Y un minuto después Brozovic nos asustó con un disparo desde la frontal que se fue rozando el poste. Estas dos ocasiones interistas fueron por el costado de Nacho. Fede Valverde se había desplazado a la banda izquierda para achicar agua. 

Courtois, bien colocado, despejó un remate fuerte pero centrado de Dzeko, desde las inmediaciones del punto de penalti.

A Brozovic le perdonaron la amarilla en el 43 por una entrada a Nacho, cortando una contra. En cambio se la mostraron a Lautaro por impedir un saque de banda madridista. ¡Ridículo! 

0-0 al descanso.

Me preocupaba nuestra posición defensiva, que permitía demasiados remates al Inter. Mientras nosotros no terminábamos de acertar con la finalización. Sus carrileros, por otra parte, creaban superioridades numéricas en la lucha por el centro del campo.

No hubo cambios y repitieron los mismos 22 para la segunda mitad.

El arranque de esta segunda parte fue un calco de la primera. Con el Madrid controlando. La diferencia fue que a los dos minutos una internada de Modric por la banda creó peligro. Mas no encontró rematador. Vini no llegó. 

Ancelotti adelantó la posición de Casemiro. El equipo lo notó. Y cuando mejor estábamos Courtois salvó un cabezazo abajo, a la salida de un córner en el 53. 

El Inter cambió a sus dos carrileros. Y en el 56 una jugada de Vinicius propició una ocasión blanca. El remate final de Carvajal lo rechazó con las dos manos el meta local.  

A Alaba le sacaron una amarilla por la misma falta que Brozovic sobre Nacho, en la primera parte, y no vio la tarjeta.

Rodrygo entró por Lucas Vázquez en el 65. Este cambio fue fundamental. El Madrid abrió el juego por las dos bandas. Ya no dependía solamente de Vinicius. El Inter acusó este relevo.

Dos internadas de Vini crearon peligro. Una de ellas fue una carrera desde la divisoria de ambos campos. 

A Fede Valverde se le veía más en estos segundos 45 minutos.

Camavinga entró por Modric en el 80.  

Un minuto después un buen disparo de Vini fue rechazado por la defensa. Pudo ser el 0-1. Al poco Skriniar se volvió a cruzar en el camino del gol de Vinicius, interceptando su remate.

El 0-1 llegó al final, en el 89. Camavinga, en la banda izquierda, se la da a Valverde y este se la bombea de vuelta a Camavinga, ya situado entre los dos vértices de las áreas. El francés al primer toque se la pone a Rodrygo, quien entraba por el centro y fusilaba de volea a gol. Un golazo: tres toques de primera, incluyendo el disparo final.

Asensio reemplazó a Vinicius en el descuento.

Mejor el Madrid de la segunda mitad que el de la primera. Por el gol, obviamente, porque creamos más ocasiones y no pasamos sufrimientos como en la primera parte, en el cuarto de hora final. Cómo sería que ellos retiraron a un impotente Lautaro, que estuvo bien en los primeros 45 minutos y pasó desapercibido tras el descanso. Ancelotti acertó con los cambios, tanto de pizarra como de jugadores. Y esto sucedió tras el descanso. 

La preocupación sigue siendo Casemiro. Necesita vacaciones. Está sobrecargado de partidos. Acusa los esfuerzos de la Copa América y los encuentros de clasificación para Catar 2022, con los consabidos viajes transoceánicos. Es el momento de Antonio Blanco

El Real Madrid ha sido el único equipo español que ha ganado su partido en esta primera jornada de la Champions 2021/22.

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Copa América: Argentina 1 Brasil 0

Wagrner Meier Getty AS

La final de la Copa América fue una guerra abierta. Patadas a diestro y siniestro. En este apartado también ganaron los argentinos. Y eso que los brasileños tampoco son unas monjas.

En la primera parte hubo más patadas que remates entre los tres palos. De hecho solo hubo uno, el del golazo de Di María. Los protagonistas de las patadas, los que más recibieron, fueron Messi y Neymar. No cuento los piscinazos del brasileño. Las dos amarillas (Paredes y Fred) fueron por entradas sobre los dos capitanes. El festival de tarjetas llegó en la segunda mitad.

Brasil no inquietó a Emiliano Martínez, el grosero meta argentino (que obvio no ganó ningún premio a la deportividad). En realidad, ninguno de los dos porteros tuvo que intervenir. Ni siquiera en el 1-0 de Di María en el 21. Un pase largo de De Paul, pretendido por el Atlético de Madrid, se lo tragó Lodi, el lateral brasileño del Atleti. Di María le superó en carrera tras fallar Lodi en el despeje. Controló con el exterior trasero de su bota izquierda y superó al meta con una impecable vaselina con la zurda. Bellisimo.

La tensión se palpaba en ambos equipos. Brasil jugaba más agarrotada, mientras la albiceleste imprimía velocidad en sus conatos de ataque.

Se llegó al descanso con 1-0.

Para la segunda mitad Firmino entró por Fred.

En el 50 amarilla a Lo Celso por entrada sobre Neymar. Dos minutos después anulaban, por fuera de gol, el tanto del empate obra de Richarlison. Quien estuvo a punto de anotar en el 55, pero Martínez se lució. Entre medias Guido Rodríguez entró por Paredes.

Argentina lo estaba pasando mal en este arranque del segundo tiempo. El primer cuarto de hora fue totalmente de Brasil.

En el 62 Tite daba entrada a Vinicius por Everton, flojo todo el tiempo que estuvo en el campo. Scaloni hizo un cambio defensivo: Tagliafico entró por Lo Celso. Acuña subió a reforzar el centro del campo y quien entró pasaba al lateral.

En el 67 amarilla para De Paul por falta sobre Neymar. Lodi la vio por una entrada sobre De Paul.

El último cambio de Argentina asentó al equipo. Y se fue desembarazando del dominio de la canarinha.

En el 72 otra amarilla, esta vez para Paquetá. Y un par de entradas que merecieron serlo y no lo fueron.

De María, el mejor de los suyos, crecía en la misma medida que a Messi se le veía fatigado.

En el 75 entraban Gabigol Emerson por Lodi y Paquetá. Tres minutos después la reacción argentina llegaba con un triple cambio: Romero se marchaba  e ingresaba PezzellaLautaro Martínez era sustituido por González y Di María por Palacios.

Amarilla para Otamendi por falta sobre Neymar en el 80. Y a Marquinhos por empujar al central argentino cuando se retiraba del lugar de los hechos.

Martínez despejó a córner el gol del empate de Gabigol en el 87. AL minuto Messi pudo hacer el 2-0. Estuvo a punto de regatear al portero. Y en 89 otra amarilla, Montiel.

Se añadieron cinco minutos de añadido. Aparte de las patadas, no pasó nada.

Argentina como equipo sufrió más. Y eso les unió. Fueron una piña. Brasil, en cambio, eran destellos, sobre todo a cargo de Neymar. Muy pocas finalizaciones para la posesión que tuvieron.

Messi lograba su primer título con su selección. Y como madridista me preocupó el mal partido de Casemiro. Desubicado y sin controlar el ritmo de juego de su selección.

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LVMH

LVMH, multinacional francesa, es la empresa líder en el mercado de productos de lujo (Louis Vuitton Moët Hennessy). LVMH es también la tripleta atacante del Real Madrid, que jugaba por segunda vez consecutiva. Lucas Vázquez, uno de los héroes de la noche, estrelló un balón en el poste en el minuto 12 y dio el pase del 0-2; Mariano, la mosca cojonera que todos conocemos; y Hazard, más activo que nunca, inauguró el marcador en el min. 5, al transformar un penalti cometido sobre Nacho

Ya comenté cuando el sorteo que nuestro grupo era complicado. Arrancó bien pero se torció a medida que iban saliendo las bolas. Lo que nunca imaginé es que el Inter a estas alturas estaría último con solo dos puntos. Calculaba que la trascendencia del duelo sería por el primer puesto, nunca por evitar quedar eliminados. Tampoco pensé que el Madrid pudiera perder en casa ante el Shakhtar, en teoría el rival más asequible del grupo. 

Este Inter de Milán-Real Madrid presentaba tintes dramáticos antes del pitido inicial. Para los italianos era toda una final. Se lo jugaban todo a una sola carta. El Madrid dependía de si mismo. Un punto podría ser bueno. Y los tres serían decisivos para disputarle el liderato al Borussia.

Zidane repitió la alineación que presentó ante el Villarreal. Con Casemiro en el banquillo esperando su turno. Al igual que el pasado sábado la primera parte fue del Madrid. La diferencia, la mejoría, la encontramos en la finalización de las jugadas y en la creación de ocasiones. Ahí solo rematamos a puerta una vez, la del gol de Mariano del principio. En Milán también marcamos pronto. Y a los 12 el reseñado poste. Unos minutos después un robo de Mendy, muy adelantado, no encontró rematador al precipitar el pase. Era una clara ocasión con superioridad numérica. Terminando la primera mitad una situación parecida, solo que esta vez sí terminó en remate. Un forcejeo de Mariano con el defensa propicia la recuperación. Odegaard no se atreve a rematar y busca el pase atrás. Modric llega lanzado y dispara alto desde fuera del área.

El primer cuarto de hora fue claramente del Madrid. Daba la impresión que al Inter le quemaba la pelota y buscaba los balones largos para Lukaku o Lautaro. La velocidad de ambos más la corpulencia del belga son siempre de temer. Nacho, el mejor de la primera mitad, lo tenía claro: tenía que anticiparse y no dejar al potente delantero centro hacerse con la pelota. Es más fácil decirlo que conseguirlo. Nacho lo consiguió. Y de hecho ese sentido de anticipación lo aprovechó para lanzarse al ataque rompiendo las lineas rivales. Así llegó el primer gol. Corría el minuto 4 y Nacho irrumpió subiendo la pelota en velocidad. Se escoró a la banda izquierda tras pasar la pelota. Y buscó entrar en el área. Odeggard, receptor del pase, atento a lo que estaba ocurriendo, le filtró un pase excelente. Barella arrolló a nuestro defensa. Penalti. Hazard anotó el 0-1.

El primer peligro local llegó en el 25. Una falta al borde del área. Lukaku la mandó alta. Ahí se acabó el devenir atacante de los locales. Y cinco minutos después expulsaban a Arturo Vidal por doble amarilla. La primera por protestar y la segunda por encararse con el árbitro.

Conte tuvo que variar su esquema inicial de tres centrales y dos carrileros. Dispuso dos líneas de cuatro, retrasando a Lautaro y dejando a Lukaku solo en punta.

El 0-1 al descanso se antojaba corto para los méritos de unos y otros.

Conte efectuó un doble cambio para la segunda parte. Destacar que prescindió de Lautaro, anulado en la primera mitad. El Inter salió como si estuviesen en once. En el 52, en el saque de un córner, Lukaku ganó su primer balón aéreo. Zidane mandaba a Casemiro, Rodrygo y Vinicius a calentar. 

Cuando Odegaard tenía la pelota el Madrid creaba peligro. Abría bien a las bandas (inmenso Lucas Vázquez), combinaba bien y buscaba el pase final (como en la jugada del penalti). En el 58 le sustituyó Casemiro en un claro movimiento defensivo de Zidane. Y Rodrygo entró por Mariano. Segundos después un pase lateral desde la derecha de Lucas Vázquez lo remata Rodrygo de volea entrando por la izquierda. Era el primer balón que tocaba. 0-2. Recordar que en Valdebebas hizo el 3-2. Y lleva seis goles en nueve partidos de Champions. (Parece que la UEFA considera que el remate del brasileño es autogol de Achraf Hakimi). La LVMH ya era LVRH.

Conte reaccionaba retirando a un Achraf Hakimi en horas bajas y se la jugaba dando entrada a Alexis. Lo primero que hizo el chileno fue un piscinazo.

Hazard, con las espaldas bien cubiertas por Mendy, empezó a acusar la falta de ritmo de competición a partir del minuto 70. Dos minutos antes Lucas V. pudo hacer el 0-3. Y en el 69 la oportunidad fue para el propio Hazard. Perisic la tuvo en el 71. En Valdebebas nos hizo el 2-2 (también salió en la segunda mitad). Vinicius entró en el 77 por Hazard. La LVRH ahora era LVRV.

La presencia de Casemiro daba solidez defensiva y liberaba a Modric, quien se animaba a subir al ataque. Esa seguridad se traducía en tranquilidad y confianza. Seguíamos presionando y dificultando su juego. En el 79 casi les montamos un lio a su portero. La presión al meta fue de Modric. 

Courtois en el 81 paró su primer balón. Repelió un buen remate de Perisic.

A Lukaku lo cambiaban en el 85. Entraba Eriksen

Los últimos minutos fueron una faena de aliño para los blancos. Hasta que murió con el 0-2 en el marcador. 

Para finalizar mi eterno agradecimiento a Sergio Ramos. Su palabras públicas en contra de Conte impidieron su aterrizaje en el Bernabéu. A su Inter le hemos metido cinco goles en dos partidos y hemos encajado dos. Son últimos del grupo con solo dos puntos a falta de dos encuentros. Están fuera y veremos si se meten en la UEFA Europa League. Y además de no venir Conte volvió Zidane. Con todo lo bueno (mucho) y malo (poco) que nos ha dado Zizou.

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Susto o muerte

El Real Madrid-Inter de Milán de Champions era un partido de susto o muerte para ambos. Al Madrid, último del grupo, le vino muy bien el contundente triunfo del Borussia ante el Shakhtar (0-6).

Los dos equipos salieron presionando arriba. Hoy en día todos los equipos de nivel juegan así. En los primeros intercambios parecía que los blancos llevábamos la voz cantante. Con un par de buenas ocasiones, sobre todo una de Fede Valverde. Pero en dos minutos, entre el nueve y el 11, nos dieron dos sustos. En el primero nos salvó el larguero, tras una gran internada de Achraf Hakimi, y en el segundo fue Courtois quien obró el milagro, porque el remate de Lautaro Martínez llegaba envenenado, tras rebotar en Sergio Ramos.

El Madrid se recompuso gracias a las recuperaciones de Valverde y Casemiro. Uno por pulmones y el otro por colocación. La buena noticia era que Hazard se sumaba a la labor. Nuestro 4-3-3 ponía en serios apuros su 3-5-2 a la hora de sacar la pelota y jugarla.

Los goles llegaron muy seguidos. Abrió el marcador Benzema. Aprovechó un mal pase atrás de Hakimi, achuchado por Mendy. Benzema se adelantó en carrera al meta, se hizo con la pelota y le superó. Anotó el 1-0 a puerta vacía. Corría el minuto 24. Ocho minutos después Sergio Ramos cabeceaba el 2-0, en un saque de esquina. ¡Era su gol 100 con nuestra camiseta! El Inter no perdió la compostura y a los dos minutos Lautaro Martínez lograba un golazo. Barella de un espectacular taconazo a la media vuelta se la pasaba al argentino, quien de un disparo seco, ajustado al palo, lograba el 2-1. Con este resultado se alcanzaba el descanso.

Si en la primera mitad el Madrid fue ligeramente superior, las tornas cambiaron en la segunda. El Inter salió a por todas. Buscaba el empate, con peligro. El Madrid parecía confundido. Tenía otra cara. Mérito de los visitantes.

En el 63 Zidane retiró a Hazard y Marco Asensio (destacar su labor defensiva, cubriendo las espaldas de Lucas Vázquez cuando subía). Entraron Vinicius y Rodrygo. Cuatro minutos después, en una contra y con una defensa blanda, empataba Perisic. Acababan de levantar un 2-0 en contra.

En el 78 Modric entraba por Kroos. Mas la clave vino en el 79 con un balón en profundidad de Valverde a Vinicius. Este avanzó veloz y divisa a su compatriota entrando en el área. Se la pasa bien atras y Rodrygo la rompe. 3-2. La tranquilidad con la que Rodrygo controló y ajustó el remate, aguantando a Arturo Vidal, es de crack.

Se iniciaba una fase angustiosa, aunque el marcador estuviese a nuestro favor. El Inter seguía dominando. Benzema fallaba un gol cantado, tras internada de Vinicius y pase de Rodrygo. Los madridistas teníamos negada la tranquilidad en este encuentro. Y Lautaro Martínez era un peligro constante. En el 85 le sacó una amarilla a Casemiro.

Los aspavientos de Zidane desde la banda pedían juntar las líneas. No quería que se le escapase un triunfo tan trabajado. En el que sus cambios dieron resultado con el tercer gol (Vinicius y Rodrygo).

El tiempo se hacía eterno. Como el sufrimiento. Para nosotros era susto y para ellos muerte. Y alargaron tres minutos… El primero se jugó en nuestra mitad del campo. Courtois se llevó una amarilla por perder el tiempo. A falta de 40 segundos Benzema pudo hacer el cuarto. El portero la mandó a córner. Se botó y se acabó. 3-2. Abandonábamos el último puesto del grupo y le traspasábamos la posición al Inter. Aún nos queda a long and winding road para clasificarnos para octavos de final.

Cuando se pierde un encuentro los ausentes son siempre los mejores jugadores del partido. Lo digo por Lukaku. Tan solo voy a afirmar que menos mal que no estuvo… También constato la satisfacción que supone ganar un gran partido, disputado con un gran despliegue físico por ambas escuadras.

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