Se produjo la carambola perfecta: España ganó 0-2 en su visita a Kosovo, país no reconocido pero cuya Federación sí lo es por la FIFA, mientras Suecia perdía 2-1 en Grecia. Esta derrota sueca compensa la nuestra ante ellos. Y deja las espadas en alto ante la visita de Suecia a nuestro país. Si se fijan en la clasificación ellos cuentan con dos partidos menos.
Luis Enrique dio una de cal y otra de arena con la alineación. Prescindió de Eric García (jugó Iñigo Martínez), pero volvió a las andadas con Marcos Llorente. Tras su buen partido como interior nuevamente lo colocó de lateral derecho. No tuvo presencia en los 85 minutos que jugó. Tanto él como Reguilón, titular ayer en la izquierda, fueron reemplazados y La Roja pasa a jugar con tres centrales los minutos finales.
España salió dominando. Mas era ese dominio estéril, sin crear ocasiones ni rematando. Además de los consabidos problemas defensivos. La mejor prueba de esta debilidad es que el seleccionador estrenaba línea defensiva, otra vez. Muriqi fue un dolor de muelas todo el encuentro. Olió sangre y estuvo a punto de amargarnos la noche. Entre nuestros fallos (entre ellos dos centrales zurdos), sus fueras de juego y un mano a mano que falló en la segunda mitad, pudo haber marcado al menos un gol. Por algo son la selección 115 del mundo, porque no meten goles. Añadan un paradón de Unai Simón, que evitó el empate en la segunda parte. Y compensaba una salida catastrófica al medio campo que nos pudo costar un gol. El balón se lo llevó un kosovar que intentó marcar desde el círculo central.
El primer disparo de España fue gol, en el 31. Una buena combinación entre Morata y Carlos Soler y le llegó el balón a Fornals. Se revolvió bien y metió un golazo. Su primero con la selección absoluta. Un par de minutos después lo intentó Morata y a punto de llegar al descanso Morata nuevamente buscó la portería. Mejor la primera de nuestro delantero centro que la segunda.
El 0-2 fue otro golazo. Con suspense por el VAR. Corría el minuto 87 y Ferran Torres aprovechó un balón en profundidad. Se internó por la izquierda, entró en la media luna y cambió de dirección quebrando al defensor, buscando una posición más centrada. Según entró en el aire soltó un excepcional disparo. A la brasileña (folha seca). El meta rival se quedó paralizado.
No fue un buen partido de España. Lo importante es el resultado, la victoria en una jornada de seis puntos. Nuestros tres más los que perdió Suecia. Volvemos a depender de nosotros mismos.