Juan de Dios presenta online, hoy a partir de las 17:00, su libro «Testigo de radio«, del que ya dimos cuenta en El Mundano.
En «Testigo de radio» Juan de Dios ofrece un recorrido por los últimos cincuenta años de la SER en particular y de la radio en España en general, dando testimonio de lo vivido. Queda patente su amor profundo por la radio y el enorme agradecimiento que manifiesta en sus páginas. Un amor que también señalan quienes han participado en la introducción y presentación del libro: Luis Merino, Antonio San José, Daniel Gavela y Pepe Domingo Castaño. Y que le acompañarán esta tarde.
Para asistir a la presentación online hay que inscribirse en este enlace.
El libro «Testigo de radio» de Juan de Dios es algo más que su biografía. Además es parte de la historia de España, desde la perspectiva de la radio. La SER en su caso. Porque nos narra 50 años de la trayectoria de la cadena SER. Cinco décadas que no solo transformaron la radio española en general y la SER en particular (antes y después de PRISA), también fueron unos tiempos apasionantes de cambios políticos en nuestro país.
Juan de Dios inició su andadura desde la radio musical (Los 40 Principales, El Gran Musical). Uno de sus programas en 40 Principales, Superventas LP, ayudó a establecer el formato y dar aire a los artistas de álbum. Su periplo profesional le llevó a dirigir varias emisoras por la geografía española y acabó de Director de Comunicación de la SER.
Una historia particularmente relevante del libro data de su paso por Radio Valladolid. Coincidió con el ascenso de Aznar, y su asesor Miguel Ángel Rodríguez, a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Desde ahí a La Moncloa. Se podría decir que Juan de Dios fue una victima colateral de MAR. El paralelismo con Ayuso es obvio.
El libro, en su formato físico, se puede adquirir directamente desde la editorial ExLibric o en las tiendas digitales.
Hace unos días pasamos media tarde hablando de su libro y arreglando el mundo, como no podía ser de otra forma.
Hace un par de semanas el amigo Juan de Díos, cuya carrera en la radio estuvo vinculada a la SER desde la radio musical hasta la gerencia ejecutiva, me pidió un texto sobre el álbum «Poetas en Nueva York«, que reunió a la flor y nata de la canción de autor de Europa y América alrededor del libro de Federico García Lorca. La intención de Juan era publicar el texto hoy 18 de agosto, cuando se cumplen 84 años del asesinato del poeta. Y así ha sido. Lo pueden comprobar en su blog Nunca estuve en NY. Les dejo el enlace, que además de mi nota incluye el video de «Take This Waltz«, rodado en Granada con Leonard Cohen, y un texto del propio Juan de Díos, en el que amplia la info. sobre el disco y sus participantes (además de una pequeña nota biográfica sobre mi persona y una foto mía con Cohen en Granada). A continuación copio y pego mi escrito original antes de la necesaria edición para su publicación en blog ajeno:
«Poetas en Nueva York» fue un ambicioso proyecto discográfico, ideado por Manolo Díaz, para conmemorar el 50 aniversario del asesinato de Federico García Lorca.
Como toda obra o proyecto además de su génesis y desarrollo hay unos antecedentes, unas raíces. En este caso pasan invariablemente por Manolo Díaz. Su visión se pudo llevar a cabo porque dirigía CBS en España. La otra columna fundamental sobre la que se asentó la idea fue el conocimiento que Díaz tenía de la poesía contemporánea española y sus posibilidades comerciales aplicadas al mundo de la música. Esto último, el conocimiento práctico, es fruto de una larga y exitosa carrera artística y ejecutiva. De ser uno de nuestros pioneros del pop- rock madrileño (Los Sonor), pasó a componer éxitos para otros (entre ellos Los Bravos y Massiel), luego fue uno de los primeros, quizás el primero, de los cantautores protesta, para terminar produciendo y dirigiendo. Su primera labor como ejecutivo fue al frente de la dirección artística de la recién creada Discos Acción. Ahí supervisó y alentó la formación de Aguaviva. Una agrupación que cantaba a los poetas españoles del siglo XX y que obtuvo un gran éxito en Italia con un poema de Alberti, “Poetas andaluces”. Y por supuesto, también cantaron a Lorca (tres poemas suyos se incluyeron en el LP de debut de Aguaviva).
Tener al jefe de la compañía involucrado desde el inicio suele ser sinónimo de éxito. Una garantía. Además, Manolo Díaz supo crear el espíritu de equipo necesario a la hora de confeccionar «Poetas en Nueva York«. Algo que se aprecia viendo el resultado final: la variedad de cantautores, representantes de las diversas culturas que configuran los continentes europeos y americanos. La labor de Rafa Alvero, como director artístico de CBS y productor ejecutivo del álbum, también debe ser señalada.
Manolo me incorporó al proyecto, aunque fuese responsable del producto internacional y esto era una producción local. Mi departamento ejercía, por decirlo de alguna forma, de import/export. Por lo que a la larga me tocaría convencer a mis colegas de las filiales de CBS, a lo largo y ancho del mundo, para que editasen el disco.
Mi participación se tradujo en tres de las 11 colaboraciones: los temas de Leonard Cohen, Raimundo Fagner y Chico Buarque, Pepe y Paco de Lucía. Fueron tres contactos (Leonard, Raimundo y Paco) muy fructíferos, especialmente uno de ellos. Con los tres me unía una buena amistad (y con Raimundo algo más: una década después sería el padrino de mi único hijo).
En el tema de Paco de Lucía me limité al contacto inicial. A pesar de estar en discográficas distintas nos conocíamos de hacía muchos años. Concretamente de cuando era parte del Para vosotros jóvenes de Radio Nacional, que dirigía Carlos Tena. En ese programa lanzamos al estrellato su “Entre dos aguas”. Y antes de mi marcha a Nueva York habíamos trabajado juntos en dos producciones de Raimundo Fagner en España. Durante ms años en NY nos veíamos al menos una vez al año, cuando venia a tocar con su grupo o con el trio (McLaughlin, Coryell/Di Meola). Después de ese primer contacto y su interés en participar, Alvero y su departamento tomaron las riendas junto al productor del tema. Su hermano Pepe cantó el poema elegido, «Asesinato«.
Raimundo Fagner era un artista de CBS Brasil. Su participación en «Poetas en Nueva York» fue lo último que grabó para CBS. Ese mismo año de 1986 firmó por BMG Brasil. Nos conocimos en 1981 cuando apareció en España, descubrió el flamenco y las conexiones musicales con su tierra de Ceará (estado nordestino de Brasil). Nos hicimos amigos y hoy en día es mi compadre. Cuando le llamé para plantearle la idea la respuesta afirmativa no se hizo esperar. Le pregunté si nos podía echar una mano con Chico Buarque, buen amigo suyo y una institución de la música brasileña. Me dijo que por supuesto. Y sugirió la idea de hacer un dúo. La propuesta era muy buena. A Manolo le encantó y eligió el poema que ambos grabaron. De la adaptación al portugués de «La aurora” se encargó el gran Ferreira Gullar.
En 1986, ya de vuelta en España, Manolo Díaz, conocedor de mi afinidad con Leonard Cohen cimentada en Nueva York, me pidió que gestionase su colaboración para el disco. Sería la guinda. Cuando le comenté que no creía que hubiese problemas porque la hija de Leonard se llamaba Lorca, sonrió con satisfacción.
Cohen eligió un poema fácil de musicar “Pequeño vals vienés” pero difícil de traducir. Le trajo de cabeza. Fueron dos meses de intenso trabajo (empleó unas 150 horas para adaptar el texto al inglés). Lo cual, por problemas de agenda, nos hizo cambiar el lugar de grabación de Nueva York a Paris (estudios Montmarte). “Take This Waltz” fue el resultado que después retocaría ligeramente para incluirla en su siguiente álbum «I’m Your Man» (1988).
«Poetas en Nueva York» se grabó a lo largo de 1986 y se editó en otoño con un cuadro del pintor Eduardo Urculo de portada. Fue pintado especialmente para el disco. Cuenta con el sello característico de Urculo: un hombre de espaldas con sombrero.
En octubre del 86 Cohen vino a Madrid para la presentación del álbum y para rodar el videoclip de su tema en Granada. Todo estaba calculado al milímetro: primero el viaje para un día de rodaje, incluyendo la visita a la casa-museo de Lorca. Regreso esa misma noche a Madrid. Entre el viaje a Granada y la presentación en Madrid, Leonard hizo promoción y el realizador montó el video.
“Take This Waltz” fue un pelotazo en España (n.º 1) y el impulso del álbum «Poetas en Nueva York«. También fue el pasaporte necesario para editar el proyecto internacionalmente con garantías de éxito.
Para quienes tuvimos el honor de participar «Poetas en Nueva York» y “Take This Waltz” nos proporcionó dos motivos de orgullo. El primero ver como nuestra producción pasó a formar parte del siguiente disco del maestro Cohen. Todo un logro desde la península ibérica. El segundo fue obtener el Premio Edison al Mejor Álbum Internacional. Los Edison son los premios oficiales de la industria holandesa, su equivalente a los Grammy.
El periodista, un profesional que por naturaleza debería ser crítico (incluso consigo mismo), en realidad suele ser rastrero, servil y, sobre todas las cosas, vanidoso. Admite muy mal las críticas a su trabajo (Javier Pérez de Albéniz)
La crisis de las empresas mediáticas se acentúa. Y la profesión de periodista está cada vez más en entredicho por el público. Porque aparte de lo señalado por Albéniz nos encontramos desde invenciones como la teoría de la conspiración hasta datos erróneos o directamente falsos.
En la necrológica de Robin Gibb publicada en El País el periolisto le atribuía los falsetes de los Bee Gees (estos eran de su hermano Barry). Y generó una cadena de errores: Francino, los telediarios de las cadenas de TV, etc. La escribió el mismo que nos contó que Amy Winehouse había resucitado el Soul. Cuando el Soul nunca ha estado muerto.
Las filias y fobias personales están cada vez más presentes en el trabajo de los periodistas. Y muchas veces dependen del trato de favor que reciban, las exclusivas que les ofrezcan, las entrevistas que les concedan (los artistas, músicos, actores, futbolistas, entrenadores, etc. que no entren por el aro encontrarán dificultades para desarrollar su profesión y obtener reconocimiento mediático). También nos encontramos a algunos que son matones de patio de colegio: como salida recurren al insulto (ver el tuit al final de esta entrada).
Hace tres años escribía:
[…} La capacidad de la especie humana para mirarse al ombligo no tiene límites. Y en el caso concreto del periodismo alcanza niveles insospechados. Podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que los periodistas practican el onanismo exhibicionista. ¿Cómo entender sino los continuos artículos y reportajes que realizan sobre sus problemas? Aprovechan las tribunas públicas para exponernos sus miserias. Bien por iniciativa propia o por encargo de sus empresas. Mientras otros sectores, también en crisis y dificultades, necesitan recurrir a gabinetes de prensa para hacer llegar sus voces. ¿Y a quién contratan de jefes de prensa? Lo han adivinado: a periodistas. Todo un círculo vicioso. […]Juan de Dios es un reputado y veterano profesional. Ligado a la SER hasta su jubilación hace dos años. Mantuve una breve charla con él sobre estos asuntos. Quizás tengamos que ampliar lo tratado con Juan, y hacerlo extensivo a otros.
«Dama Dama«, «Señor Y Dueño«, «Nada De Nada«, «Llora«, «Andar«, «Me Quedaré Soltera«, «Un Millón De Sueños«, «Mi Ciudad«, «Mi Querida España«, «La Primera Comunión«, «Don Roque«, «Tu Retrato«, «Amor De Medianoche«, «Fui«, «Doña Estefaldina«, «Tocan A Muerto«, «El Testamento«, «Soldadito De Plomo«, «El Viaje«,… Cualquiera de ellas podía haber sido la elegida para figurar en “Un siglo de canciones” pero, sin lugar a dudas por lo que representa su calidad, sensibilidad y ternura, al margen del dramatismo neorrealista, la canción elegida es «Un Ramito De Violetas«.
El pasado 18 de julio me uní a los actos de recuerdo del 75 aniversario del golpe de estado de 1936 para rescatar aquella impresionante manifestación de dolor, impotencia, tristeza y amargura que compuso Cecilia, «Un Millón De Sueños» con un artículo titulado75 años de más de un millón de sueños rotos en el que terminaba invitando a El Mundano a que se hiciera eco de la cantautora víctima de un trágico accidente en Zamora a los 27 años. Adrian me retó con un “Toda suya”, y ahí vamos.
Nacida Libra en El Pardo –que curioso- en 1948, e hija de un diplomático, Evangelina Sobredo pasó su infancia y adolescencia recorriendo el mundo, Inglaterra (Southampton), USA (Filadelfia), Portugal, Jordania,… y mientras iba conociendo lugares y diferentes culturas y formas de vivir en su mundo interior se fue forjando la artista, aprendiendo a tocar la guitarra practicando con las canciones de Joan Baez y Bob Dylan.
Al regresar a España en 1966 se matriculó en la Facultad de Derecho y empezó a frecuentar locales donde se tocaba música folk. Conoció a una de las más grandes eminencias de la música de nuestro país, Joaquín Díaz, que le presentó a Nacho Sáenz de Tejada (Nuestro Pequeño Mundo) y a Julio Seijas, un hombre que sería clave en su carrera. Formaron Expresión, un trío que grabó un single en inglés con «Try Catch The Sun» y «Have You Ever Had A Blue Day«.
Dos años después Evangelina firmó con CBS –Sony Music– y Tomás Muñoz, su máximo responsable en España y uno de los más importantes ejecutivos de la industria de la música, la convenció para cambiarle el nombre artístico por el
de Cecilia, aprovechando la repercusión de la canción de Simon & Garfunkel. Sus dos primeras canciones fueron «Mañana«y «Reuníos«, un homenaje-petición a los Beatles.
En 1971 publicó su primer LP con la producción de José Luis de Carlos, en el que se incluían joyas como «Dama Dama«, «Señor O Dueño«, «Nada De Nada» y una de las mejores joyas de su carrera, «Llora«. Un álbum lleno de retratos y realidades de un alto calado social.
Tras la enorme repercusión de su primer disco en 1973 publicó Cecilia 2, un álbum que como dice Fernando González Lucini en su obra…Y la palabra se hizo música, La canción de autor en España “era un disco atrevido que transpiraba coherencia y sinceridad por todos y cada uno de sus surcos”; un trabajo sincero y personal. Ese álbum era casi una colección de sus grandes poemas porque dentro de él se encontraban ni mas ni menos que «Andar«,«Me Quedaré Soltera«, «Canción De Amor«, la mencionada «Un Millón De Sueños«, «Cuando Yo Era Pequeña«, la ecologista «Mi Ciudad«, en la que ya de denunciaba las barbaridades urbanísticas de aquellos años y los atentados al medio ambiente y la vida en las ciudades, «Me Iré De Aquí» o «Equilibrista» entre otras.
En 1975 Cecilia ya es la cantautora de referencia de la música en nuestro país. Ella ha sabido combinar la enorme calidad de su poesía con una música ajustada a su compromiso, junto a unos arreglos y producción que la diferencian del resto. Así destaca el trabajo soberbio de producción de Honorio Herrero y Juan Carlos Calderón.
Si en su primer disco se presenta como la novedad rompedora del panorama, en el segundo ofrece su mejor imagen personal y compromiso social, en el tercero, «Un Ramito De Violetas«, nos encontramos a la artista en su plena madurez. Los sentimientos, las emociones, los compromisos y los retratos que ha ido desarrollando en su carrera ahora se muestran de una forma nítida y concluyente ofreciendo una imagen y una forma de trabajar que da como resultado uno de los mas importantes álbumes de la historia de la música de nuestro país.
Desde «Mi Querida España«, que abría el LP, hasta «Tu retrato«, Cecilia desgrana imágenes, situaciones, lugares y momentos con los que varias generaciones estaban reflejados; este país, las despedidas, un homenaje a Sevilla, la primera comunión, el amor de «Nuestro Cuarto«, su piano y la figura del cura en «Don Roque«. Pero el retrato, la historia y la canción definitiva daban título al LP, la canción de nuestro argumento; «Un Ramito De Violetas«.
En cuatro estrofas, Cecilia, te cuenta una novela, te da el argumento de una película al más puro neorrealismo de un Berlanga, Azcona o el mismísimo Visconti. Cada verso de ese poema encierra un dolor, una sensibilidad y una comprensión que sólo un artista al límite de su sensibilidad creadora puede escribir, componer. ¿Quien no ha sentido empatía en algún momento con los protagonistas de la historia, de su crueldad en su emotividad, de su grandeza y miseria humana? «Un Ramito De Violetas» es su «Yesterday«, su novena sinfonía, su Don Quijote, pero como todos y cada uno de los grandes creadores para llegar hasta ahí hay un largo y profundo proceso, un recorrido en el que nada se produce por casualidad.
En aquellos años una de las fases más importantes de la promoción de un disco era la presentación en directo de la obra del artista. En el caso de «Un Ramito De Violetas» CBS reservó la sala J&J, en los bajos del Palacio de la Prensa de Madrid, y allí fuimos invitados todos los medios de comunicación, prensa, revistas, radios, la única TV, amigos, artistas y gentes de la industria, para presenciar el lanzamiento de su tercer trabajo. Al acabar el concierto nos invitaron a ir al camerino para saludar a Cecilia. Esa fue la noche que la conocí… Había vuelto a conquistarnos a todos con una actuación que traspasó la mera presentación de un disco para convertirse en una entrega total a un auditorio al que conquistó desde los primeros momentos.
Nunca olvidare aquella noche, la noche en que conocí a Cecilia, el abrazo que me dio, los besos y el agradecimiento que mostró por la forma en que recibimos su música, como también sé que ella nunca olvidó aquella presentación en Madrid, donde creó una magia que aún sigue dentro de los que allí estuvimos.
Era una mujer muy agradecida a todo lo que la vida le daba y eso lo demostró hasta en los créditos de aquél disco en el que resaltaba el trabajo de todo el staff de su compañía discográfica, desde el presidente hasta las secretarias de los departamentos, pero también sabía expresar su sorna, guasa y e ironía al cerrar ese capítulo dando las gracias “espacialísimas a la madre que la parió” y a Marcelino… por el gol que metió a Rusia (“de cabeza, postura inverosímil”)
A raíz del fenómeno producido por la historia de ese matrimonio sumido en la rutina del ramito de violetas, TVE le ofreció representar a España en el Festival de las Televisiones Iberoamericanas (OTI), a celebrar en Puerto Rico, con la canción de Juan Carlos Calderón, “Amor De Medianoche”. Ella era poco partidaria de los festivales y tras muchas presiones y cambios en la letra aceptó la oferta y logrando finalmente el segundo puesto.
Tras grabar «Tu Y Yo» y «Una Guerra«, y preparar su nuevo trabajo sobre la obra y poemas de Valle Inclán, una carreta de bueyes se cruzó en su camino la madrugada del 2 de agosto de 1976.
Cómo era, cómo pensaba realmente Cecilia, o mejor dicho Evangelina Sobredo. La periodista Paquita Castilla la entrevistó para la revista Ama, pocos días antes de su trágico accidente y Cecilia se confesaba como una mujer a la que movían sentimientos como el amor y la poesía, una mujer que sabía separar los mundos de Eva y de Cecilia; estando mas satisfecha con la primera que con la segunda. Una mujer a la que le interesaba su obra cuando la estaba componiendo y cuando la interpretaba en público, pero que al oírlas no la gustaban demasiado.
Eva era una mujer empeñada en conocerse mas y mejor espiritualmente, ocupada en leer libros que la llevaban a adentrase en un mundo mas espiritual y en busca, sobre todo, de la paz. Una mujer que quería conocerse a si misma y a la unión con el público a través de su obra, pero que huía de la mitomanía y de los iconos; ella misma confesaba que esas cosas son creaciones de los hombres y por lo tanto con los pies de barro.
En 1983 se publicaron algunas de las canciones que había dejado grabadas en maquetas bajo el título de Canciones Inéditas. En 1991 se publicó un álbum con algunas de sus mejores canciones en un trabajo remasterizado, y en 1996 se editó Desde Que Tú Te Has Ido”, una recopilación de 30 canciones que incluía duetos recreados con Miguel Bosé, Ana Belén, Julio Iglesias, Manolo Tena, Sole (Presuntos Implicados) y Merche Corisco.
En 2006 se publicó otro recopilatorio con motivo del 30º aniversario de su fallecimiento, que incluía el single («Mañana» y «Reuníos«), el último que apareció en vida, «Tú Y Yo» y «Una Guerra«, y su primer trabajo en 1970 con el grupo Expresión, «Try Catch The Sun«, además de la versión en inglés de «Un Millón De Sueños» («A Million Dreams«), single que se publicó en EEUU en 1975, inédito hasta hoy en España.
Leyenda Viva nació como blog en marzo de 2008 y, aunque tardé mas de un año y medio en prestarle atención, quise hacerlo resaltando el trabajo de Cecilia y de artistas de aquella época y de siempre, que se merecen un lugar y reconocimiento en la historia y memoria de este país. Hoy que tu ya no estás, Cecilia, quiero recordar contigo a todos aquellos que se fueron y a los que siguen con nosotros y espero que algún día este país sepa agradecer y mostrar todo el cariño y respeto que los hombres y mujeres que se han entregado a la música se merecen.
Hace unos días, en la ya famosa comida de Cogolludo, el autor de este blog me volvió a pedir que le enviara mi aportación a la sección “Un siglo de canciones”, esta vez acepté el envite aunque le advertí que tenía claro cual iba a ser.
El tristemente desaparecido Joaquín Luqui –el 28 de Marzo hizo seis años que nos dejó- estimaba que el top 3 de las mas grandes canciones de la soledad eran «Eleanor Rigby» de los Beatles, «Space Oddity» de David Bowie y «I Am…I Said«de Neil Diamond. Como no soy quien para discutirle a mi maestro y amigo asumo su decisión y quiero traer una de las obras cumbres del autor neoyorquino.
¿Quién no ha sentido dudas, no se ha sentido desarraigado, se ha encontrado solo en un mar de multitudes en algún momento, o ha vivido durante mucho tiempo en esa situación? Puedes estar en un lugar paradisíaco, incluso elegido, pero el vacío interior es tan inmenso que solo te acompaña la soledad, y en ese mundo en el que te encuentras nada te compensa y consuela. Y sientes que has perdido las raíces y tus orígenes…
Ese vacío te llena, la oscuridad te rodea y no hay nada que te acompañe… Gritas, clamas, lloras y es paradójico que, buscando consuelo en un ser inanimado, ni siquiera la silla te haga caso.
No te consuela recordar que la historia de la rana que quiso ser rey –y lo fue- que tú has protagonizado se haya hecho realidad. Como escribió Miguel Hernández “es tan fuerte el dolor que se agolpa en mi costado que por doler me duele hasta el aliento y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos…” El protagonista de «I Am…I Said» no puede ir a mas asuntos que su propia soledad.
Esta canción apareció por primera vez como single en 1971 y luego fue incluida en el álbum “Stones” con dos versiones, la primera comenzaba con un ligero toque de guitarra a la que se unía el piano para terminar con la sección de cuerda y rítmica que, con una voz rota del intérprete, terminaba en un crescendo impresionante, y la segunda rompía ese crescendo, a punto de culminarlo, con un simple arreglo de cuerda para volver a romper con la sección rítmica para terminar desvaneciendo.
Cuando 36 años después Diamond regresa a Nueva York -en 2008- y se encierra cuatro días en el Madison Square Garden, para reeditar para sus conciudadanos aquel memorable «Hot August Night» de 1972 en el Teatro Griego de Los Ángeles, ofrece una versión diferente. Durante la interpretación, a pesar de la “compañía” del auditorio, el se muestra incrédulo, y no transmite sentir esa compañía porque, a pesar del silencio y la entrega de la audiencia –no hay mas que ver a esa madre y su hija- manifiesta su total soledad con un arreglo que, con la guitarra primero y siguiendo con la fuerza de la banda, termina abajo, casi “a capella” en un alarde de dominio del escenario y ya consciente de la entrega de la audiencia.
Este momento es rescatado en Youtube y, a pesar de estar extraído del resto del concierto del que realizó una gran película Hamish Hamilton, a medida que van pasando los segundos su interpretación te va ganando y tú también llegas a sentir su soledad en ti.