Trump va camino de su segundo impeachment. Sería la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente es sometido a dos procesos de destitución. ¡Todo un hito! Que además automáticamente le convierte en el peor presidente de la historia de EEUU. Diga lo que diga el lumbreras de Espinosa de los Monteros.
La tarde/noche de ayer (ahí y aquí) y la madrugada española fue una sucesión vertiginosa de noticias. Desde el vuelo de Trump a El Álamo, con declaraciones antes de tomar el avión en su línea de desafío a la realidad y las bravuconadas habituales, hasta el comunicado de la Junta de Jefes Militares a todo el ejercito, condenando el asalto el Capitolio y mostrando su lealtad a quien será su nuevo jefe, el presidente electo Joe Biden. En medio, una demoledora rueda de prensa de los responsables en Washington D.C. del FBI y del departamento de Justicia, en el que anunciaron la investigación hasta el momento de 170 personas –advirtiendo que el número aumentaría–, alertaron de futuras revelaciones que pondrían los pelos de punta y ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares a quien ofreciese información sobre las bombas caseras que encontraron. Afortunadamente no explotaron y el responsable del FBI no supo explicar las causas («pudo ser por un montaje defectuoso, falló el temporizador, no sé, lo estamos analizando»). ¿Entre las causas que nos iban a dejar «shocked» estaban las implicaciones directas de diputados y senadores en el asalto? Sabemos que la diputada republicana por Colorado, afin a QAnon y que presume de ir armada (es dueña de un restaurante donde su personal lleva la pistola en la cintura), estuvo informando a los líderes del asalto de todos los movimientos de Nancy Pelosi y a donde la conducían para ponerla a salvo. Uno de estos líderes, el único no blanco de los asaltantes, estuvo en contacto directo con tres diputados, entre ellos uno de Arizona (señalado con nombre y apellidos en su declaración). A todo esto, una comisión de la Cámara baja del Congreso estaba reunida para debatir, y eventualmente votar, una resolución para que el vicepresidente Mike Pence pusiese en marcha la vigésimoquinta enmienda de la Constitución para incapacitar a Trump. Y numerosas empresas anunciaban en cascada la retirada de fondos para las campañas de los diputados y senadores que votaron en contra de la confirmación de Biden el 6 de enero (el día del asalto). Se unían así a la Asociación de Fabricantes que habían retirado su apoyo a Trump estos pasados días. El hasta ahora presidente perdía así un apoyo muy importante de un sector industrial que le ha sido muy favorable. También conocíamos los anuncios de diputados y senadores Republicanos favorables al impeachment. Sorprendió saber que Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado que dejará de serlo en breve tras perder los dos puestos del Senado por Georgia, mostraba en privado, para que se filtrase, su alegría ante el impeachment. Porque serviría para eliminar a Trump y el trumpismo del Partido Republicano. Añadan que Trump ha sido silenciado en las redes sociales, detalle menor pero importante, dado el elevado número de seguidores con los que cuenta.
¿Como funciona el impeachment? Es un mecanismo de dos vías. La primera es la presentación y votación en la Cámara baja, el House of Representatives. Esto va a suceder hoy (Pelosi ya presentó la documentación este pasado lunes). El impeachment se aprueba por mayoría simple. El Partido Demócrata la tiene. Así que cuentan con el triunfo en su mano. De ahí mi titular de «Trump camino del segundo impeachment«. Además, dadas las declaraciones de varios diputados Republicanos obtendrán una mayoría más que holgada. Una vez superado este proceso se pone en marcha la segunda vía: el juicio en el Senado. Para declarar culpable al presidente se necesitan dos tercios de la Cámara alta. Dada la actual composición del Senado, con mayoría Republicana, es difícil que salga culpable. Con la nueva, 50 escaños para cada partido con el voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris, quien además será presidenta del Senado, los Demócratas necesitarán 17 votos Republicanos, aparte de los 51 suyos, para declarar culpable a Trump. E inhabilitarle para ejercer cargos públicos (entre ellos presentarse a senador o a las presidenciales de 2024). Esto abre las aspiraciones de varios políticos del Partido Republicano de cara a las primarias. Factor muy a tener en cuenta en toda esta historia. En la que el sucesor de Trump, sería su hija Ivanka (como ya apunté hace un año) o uno de sus dos hijos. Bien dentro de las filas Republicanas o en un partido de nueva creación (una escisión tipo la de Vox del PP).
La pregunta clave, asumiendo el impeachment de hoy de la Cámara baja: ¿Cuándo se celebrará el juicio en el Senado? ¿Antes de la toma de posesión de Biden el 20 de enero o después? Hay un margen de 100 días. Existen diversas teorías al respecto. Supongo que dependerá de los objetivos: condena, destitución e inhabilitación o condena e inhabilitación o solo inhabilitación.
Existe otra posibilidad: que Trump dimita para que asuma la presidencia Pence y le indulte. Como hizo Ford con Nixon. Aunque esto de Trump dimitiendo como que va a ser difícil… pero nunca se sabe. Su calendario judicial, sin inmunidad presidencial, es muy complicado. La zanahoria del perdón podría servir.