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El Madrid destroza al Sevilla en «la zona Pintus»

Antonio Villalba

El Real Madrid destrozó al Sevilla en la zona Pintus. Ya saben, esos momentos finales del partido, cuando las fuerzas flaquean y el poderío físico del Madrid se impone. Los dos goles del triunfo (el del 2-1 a la carrera y el del 3-1) se anotaron en los minutos 78 y 80.

Antes del comienzo del partido Iker Casillas, bajo un chaparrón, entregó la copa del Trofeo Yashin a Courtois. Zidane y Modric, ambos Balones de Oro, hicieron lo mismo con Benzema y su Balón de Oro 2022. L os dos galardonados ofrecieron sus trofeos a la afición.

Javier Gandul AS

Para el partido en el que Modric cumplía su partido 450 con el Madrid Ancelotti recuperaba a Courtois en la portería mas perdía a Benzema.

De entrada se vio que el Madrid presionaba la salida del Sevilla arriba con Modric y Rodrygo por el centro con Fede Valverde y Vinicius por los costados. A los tres minutos Bono se equivocó y regaló el balón a Vini. La ocasión no se pudo aprovechar porque el pase a Rodrygo no fue bueno. Pero el camino ya estaba marcado. Un minuto después Gudelj desbarataba una internada de Vini, tras superar a dos rivales. Y a los cinco minutos llegaba el 1-0. Montiel intenta driblar a Vinicius. El brasileño roba la pelota y corre hacia el área. Divisa a Modric al otro costado y le mete un pase sensacional al segundo palo. El croata anotó a puerta vacía (Bono no pudo  interceptar el pase).

A partir de ese gol el Madrid sesteo, a dosificar esfuerzos. En cristiano, a mamonear. Dispuso de algunas ocasiones en las botas de Vinicius (2), Rodrygo y Modric. El primer remate del Sevilla no se produjo hasta el final de esta primera mitad. Montiel se atrevió a subir su banda y combinó con Jesús Navas. El canterano se metió en el área y disparó al palo corto, donde Courtois bien situado atrapó el balón en dos tiempos.

La segunda mitad pareció más de lo mismo. Hasta el minuto 53 cuando un error de Vinicius propició el empate del Sevilla. Intentó regatear en una zona donde no debe hacerse. En nuestra línea de tres cuartos. Montiel no picó y se llevó la pelota. Vini se quedó mirando y no persiguió a su lateral. Montiel avanzó y se la puso a Lamela, quien superó a Courtois que salió a la desesperada y creo que tocó el balón. Era el empate a uno. Lamela seis minutos después pudo haber hecho el 1-2. Disparó con su pierna mala y se le fue fuera.

Ancelotti buscó revitalizar el medio campo. Dio entrada a Camavinga por un gris Tchouaméni. Rodrygo empezó a ser más incisivo. La clave no llegó hasta el 76 cuando Ancelotti efectuó un triple cambio (Sampaoli ya había hecho varios): entraban Rüdiger, Lucas Vázquez y Marcos Asensio por Mendy, Carvajal y Modric (posteriormente entró Nacho por Alaba y se colocó de lateral izquierdo)Lucas Vázquez hizo el 2-1 en el primer balón que tocó. Corría el minuto 77 cuando Asensio filtró un pase por el centro a Vinicius. El brasileño corre veloz hacia el área. Bono sale a achicar espacio. Y cuando todos pensábamos en un regate o un remate Vini, desde el balcón del área, se la pone a Lucas Vázquez que corría por la banda derecha. El gallego remataba a puerta vacía. Era la segunda asistencia de Vinicius y dos de los tres cambios fueron protagonistas: Asensio en el origen y Lucas Vázquez en la finalización. El Sevilla acusó el golpe. Todos sus esfuerzos de contención, su gol del empate, se venían abajo. Y dos minutos después el golazo de Fede Valverde. El del 3-1. Un zapatazo, marca de la casa, desde fuera del área, con un efecto increíble.

Se añadieron cinco minutos más y el Madrid tuvo compasión del rival.

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El Real Madrid se impone al Sevilla y al árbitro

Jesús Álvarez Orihuela AS

El triunfo del Real Madrid 2-3 es medio título. Esta era una de las salidas donde se podía pensar que nos dejariamos puntos. Nadie había ganado en el Sánchez Pizjuán. El Madrid se impuso a dos rivales: al Sevilla y al árbitro, Cuadra Fernández, que tuvo la desfachatez de rectificar al video arbitraje y ver algo que nadie más vio. Se equivocó en todas las jugadas polémicas o discutibles. Pero vayamos por partes y empecemos por el principio.

Ancelotti sorprendió con su elección para suplir las bajas en el lateral izquierdo al no contar con Nacho. Eligió a Lucas Vázquez. Aunque Lucas se colocó en la derecha y Carvajal en la izquierda. La decisión era arriesgada, mas el desempeño de Nacho últimamente ha presentado lagunas. No así el de Lucas V.

El Sevilla-Real Madrid enfrentaba al equipo menos goleado contra el más goleador, con los dos mejores porteros de esta Liga: Bono y Courtois. Con el añadido que el Sevilla estaba imbatido en su campo esta temporada.

El partido arrancó con buen ritmo por parte de ambos. Los dos presionaban arriba. En los dos primeros minutos vimos una incursión de Vinicius y un pase del Papu Gómez que no encontró rematador. Y en el 9 una buena maniobra de Martial nos puso el corazón en vilo. Su remate desde la frontal salió rozando el palo.

A medida que pasaban los minutos el Sevilla se adueñó del partido. La presión sevillista era eficaz. Incomodaban nuestra salida de balón. Lo perdíamos rápidamente. Y los saques largos de Courtois eran siempre para ellos. Hasta que en el 17 Vini provoca un saque de esquina. Se bota y Bono se choca con DIego Carlos, que toca la pelota con la mano. Penalti. No señalado. A este árbitro y al del VAR ya les hemos sufrido. Siempre nos han perjudicado. Acto seguido una falta a favor del Sevilla, desde el balcón del área, es lanzada por Rakitic. Gol. 1-0. La metió justo por el hueco que Militao abrió en la barrera. DIcen los expertos que se debería haber repetido la falta por la presencia inadecuada de dos sevillistas en la barrera.

El Sevilla con el tanto creció aún más. El Madrid, con un inoperante Kroos, estaba superado.

En el 24 llegó el 2-0. Lamela aprovecha un balón suelto para anotar. Tecatito superó en carrera a Militao, quien llegó tarde y encaró a Courtois. El balón rebota o lo pasa el mexicano y le llega a Lamela, solo en el punto de penalti. El Sevilla parecía la mejor versión del Chelsea del Bernabéu.

El Madrid estaba en la lona. No conectábamos con Benzema. Y en los pocos balones que le llegaban a Vini este pecaba de individualista.

Camavinga intercambió su posición con Kroos. Pareció surtir efecto, unido al repliegue local.

A Camavinga le perdonaron una posible segunda amarilla en el 37. ¿Complejo de culpa por el penalti no señalado? Martial se lesionó en la jugada y fue sustituido por Rafa Mir. Dio la impresión de ser un tirón.

Benzema se fabricó una oportunidad por la izquierda en el 43. Se fue de dos y buscó la escuadra corta para sorprender a Bono. Se le fue arriba por poco. En el último minuto de los cuatro de descuento Benzema falló una clara ocasión, mano a mano contra Bono. El pase en diagonal de Alaba fue inmenso. Pero ni marcó y además señalaron fuera de juego del francés.

Visto lo visto pensé en una modificación: Rodrygo por Camavinga. El ímpetu de Camavinga, con una amarilla, nos podía dejar en 10 (como de hecho pudo suceder en la primera mitad). Me preocupaba también el poco fútbol de Kroos.

Rodrygo estuvo calentando en el descanso. Señal que mi propuesta era la idea del mister. Y efectivamente el sustituido fue Camavinga. Lopetegui por su parte retiró a Papu Gómez y entró Óliver Torres.

Benzema falló el 1-2 en el 47. El pase filtrado de Modric habilitó al francés en la frontal que avanzó y se metió en el área. Busco colocar y Bono respondió. En nuestro siguiente ataque una combinación por la izquierda entre Carvajal y Vinicius termina en un pase del lateral a Rodrygo. Que marcaba en su primer balón. El pase atrás de Carva lo remató Rodrygo con el interior de su pie derecho, desde la frontal del área chica.

Un zapatazo de Militao en el 52 lo desvió a córner Bono. Dos minutos después Rodrygo no llegó para rematar el empate a dos. Se habían cambiado las tornas. El Sevilla no cruzaba la divisoria de ambos campos. Hasta la hora de juego no lo lograron.

En el 61 doble cambio del Sevilla: se fueron Acuña y Tecatito. Entraron Gudelj y Augustinsson. Al minuto Rodrygo montó un lío por la derecha y se la puso a Benzema. Su disparo raso y cruzado se fue fuera por poco.

A mi me daba la impresión, desde la primera mitad, que Benzema estaba fundido. Esta sensación se acrecentaba a medida que transcurrían los minutos. En el descuento me calló la boca. O más bien el pensamiento.

En el 71 se iba Lamela y entraba Ocampos. Al minuto Rafa Mir, solo, cabeceaba muy alto. Pudo haber sentenciado.

A Vinicius le anularon un gol en el 74 por una inexistente mano. El pase de Lucas Vázquez, desde la otra banda, lo peinó Modric y Vini controló con la zona de la clavícula. Y batió a Bono con su derecha. El árbitro fue al VAR y se empeñó en ver algo que no existió. Para ratificar su errónea decisión. ¡Un escándalo!

En el 81 se retiraban Modric y Lucas Vázquez, entrando Marco Asensio y Nacho. Alaba pasaba al lateral izquierdo y Carvajal volvía a su posición. Y desde ahí Carvajal, tras un córner, ponía un balón al área desde la derecha y Nacho, en su primer balón, marcaba el gol del empate. Era la segunda asistencia de Carvajal. Minuto 82. Un minuto después Benzema tuvo el tercero.

Se añadieron siete minutos. El Madrid de esta segunda mitad fue a por el partido. Y lo siguió intentando en el alargue.

El 2-3 en el primer minuto del descuento fue una obra maestra coral. Vini por la derecha caracolea y se la da de tacón a Rodrygo, quien busca la línea de fondo. Su cambio de ritmo es impresionante y rebasa al defensa. Su pase atrás, el de la muerte, lo controla Benzema con una tranquilidad pasmosa. Y desde la frontal del área pequeña marca un golazo.

En el 94 y medio Mariano entró por Benzema. Y en su primer balón estuvo a punto de hacer el cuarto. Estaba en fuera de juego. Una pena porque la vaselina que intentó era una delicatessen.

El show arbitral no paró y alargó el partido más de los siete minutos señalados. Nos fuimos al 99 y medio!!!

¡Este equipo y sus remontadas son leyenda viva!

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Zidane salva su primer match-ball

Zidane ha salvado su primer match-ball.  Recordaba el AS esta mañana que la temporada pasada Zidane también afrontó el partido del Sánchez Pizjuán con la soga al cuello. Igual que entonces veníamos de otra derrota en Champions (caímos con estrépito en París ante el PSG). El Real Madrid salió vencedor del envite, con gol de Benzema a pase de Carvajal. Ahora este partido es tan solo uno de los tres cadalsos que afronta el mister blanco. Queda jugarse la clasificación de Champions en casa frente al Borussia y el derbi ante el Atleti del próximo fin de semana.

Zidane volvió a recurrir a Lucas Vázquez como lateral derecho y con Nacho sustituyendo a Sergio Ramos. Dispuso de Kroos, Casemiro y Modric, sus centrocampistas de referencia, los de las tres Champions y dos Ligas. Y delante, acompañando a Benzema, puso a Rodrygo y Vinicius por las bandas.

Sacó el Sevilla de centro y a los 36 segundos ya les habíamos robado la pelota. Le llegó a Rodrygo en la banda derecha. Le puso un baló de oro a Vinicius, quien había abandonado su banda y se encontraba en la derecha dentro del área chica. Fue la primera gran oportunidad. Su disparó, al palo largo, salió fuera por poco. También pudo buscar el pase a Benzema. Unos minutos después Vinicius creó otra situación de peligro: su presión interceptaba un despeje comprometido del meta local. El balón salió despedido para arriba. Un defensa impidió que Benzema cabecease a gol y finalmente Bounou se hizo con la pelota. En el min. 9 en una contra madridista Benzema falla en el pase decisivo a Rodrygo. Se quedó corto y Diego Carlos desbarataba la ocasión.

Roberto Carlos en la previa de Real Madrid TV comentaba que la solución a todos nuestros males estaba en marcar pronto, en los primeros 10 minutos. Desde luego contra el Shakhtar irse 0-0 al descanso, tras haber dominado, fue un pecado mortal. Y nos costó el partido. Algo parecido nos pasó en Valencia y acabamos goleados.

En el 15 tras una falta lateral botada por Kroos falló Bounou por alto. El balón acabo en las pierna de Casemiro. No buscó el remate y sí el pase. El problema es que debió confundirse con el blanco de las camisetas sevillistas, porque se la dio a ellos.

A medida que iba corriendo el reloj las oportunidades del Madrid decrecían (tan solo un buen remate de rosca desde fuera del área de Kroos en el 21), mientras el Sevilla se asentaba y a base de balones largos nos buscaba la espalda. Sin efectividad. Porque su primer remate no sucedió hasta el 38. Hasta entonces solo se habían acercado tres veces a las inmediaciones de Courtois (en una perdieron la pelota, en otra cayeron en fuera de juego y en la tercera cometieron falta sobre un defensor madridista).

Modric seguía imponiendo su cátedra. Enfrente, a su compatriota Rakitic le costaba horrores imponer su juego. Y apenas lo conseguía. Siempre tenía a Modric encima.

En el 37 el portero local se reivindicó. Lucas Vázquez desde la derecha buscó a sus delanteros. Vinicius la dejó pasar y Benzema, quien llegaba lanzado, empalmó un chut bajo al palo. Bounou se lució tirándose abajo y desviándola a córner.

Los locales en el 41 lograban su primer saque de esquina. Y en el minuto de descuento Munir se rompía persiguiendo a Rodrygo, quien le había robado el balón.

Una vez más un buen Real Madrid llegaba con 0-0 al descanso. Tan solo dos peros: el obvio, por no haber marcado y el otro por el pobre desempeño de Casemiro. Se notaba su periodo de inactividad.

La falta de punteria es muy preocupante. Y desde la marcha de Cristiano Ronaldo se ha convertido en un mal endemico. Es el modelo Florentino, los cimientos del Florentinato: construir un equipo de fútbol sin goleadores. Es como lo de los aeropuertos sin aviones, las autopistas de peaje sin vehículos, los hospitales sin quirófanos o un estadio de fútbol sin público. Tampoco parecen ser de su agrado los líderes con voz y voto. Es decir líderes dentro y fuera del campo. Entre otros lo vimos con Hierro, Raúl, CR7 y me temo que también lo veremos con Sergio Ramos.

Tras el descanso solo un cambio: el obligado de Munir, sustituido por Óliver Torres. En principio esto reforzaba el medio campo local.

Al igual que sucedió en otros partidos el rival mostró otra cara saliendo del vestuario. Lo mismo puede decirse del Madrid. Ellos salieron dominando y nosotros dormidos. No pasábamos del círculo central (la primera vez fue en el 53).

Una chilena de De Jong en el 51 fue el primer remate local entre los tres palos.

Hasta que en el 55 en un robo Mendy combina con Benzema quien se la devuelve. Mendy pasa al área donde aparece Vinicius. La da mal, fatal más bien. Y Bounou se la traga y ayuda a que entre. 0-1. Indudablemente de no haber estado Vini por ahí no hubiese sido gol.

Lopetegui reaccionaba con tres cambios de golpe (min. 63). Zidane iba a dar entrada a Marco Asensio poco después. En el 65 sustituía a Rodrygo.

Los cuatro cambios del Sevilla (el forzado por lesión más el triple cambio) reforzaban su dominio del centro del campo. El Madrid ya no presionaba como en la primera mitad y por tanto tampoco robaba balones. La ausencia de Casemiro era preocupante. No llegaba al corte con fluidez ni frescura. Como muestra una falta en el 74 en las inmediaciones del área. Gudelj (uno de los tres que entraron) la lanzó muy bien, mas se le fue fuera (por poco).

Era desesperante ver al Madrid contemporizando, moviendo despacio el balón para terminar perdiéndola. Mientras Lopetegui se disponía a efectuar su quinto y último cambio, Zidane no mandaba calentar a nadie. Un jugador tipo Odegaard, por Benzema o Vinicius, podría refrescar nuestro juego y reforzar nuestra línea de centrocampistas. Por lo menos no recurrió a Isco.

En el 79 Suso (otro del triple cambio) pudo haber empatado en un buen remate desde el vértice del área grande. Cuatro minutos después Vinicius se cruza el campo, de área a área. La acaba perdiendo al final de su infructuosa carrera.

El campo seguía volcado del lado local. Y Courtois salvaba el empate en 85 tras otra chilena, esta vez de Ocampos.

El encuentro se alargaba tres minutos. Lo de Zidane no efectuando cambios era raro, raro, raro. Aunque solo fuese para perder tiempo.

En el 91 desaprovechamos una buena contra de Vinicius y Benzema por la izquierda. Asensio entraba solo por la derecha. No sabemos lo que intentó el francés. ¿Disparo o pase? El caso es que se fue fuera de banda, por el costado derecho. Ahí prácticamente murió el partido.

Este 0-1 es un alivio. Para el técnico y los jugadores. Y un impulso moral de cara a la siguiente final, contra el Borussia. Aparte de la importancia de los tres puntos.

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Casemiro 2 Sevilla 1

JESUS ALVAREZ ORIHUELA AS

¿Vimos ayer el mejor partido de Casemiro con el Real Madrid? No creo, a pesar de que estuvo inmenso. Y decisivo en un partido que podría haber sido decisivo en las aspiraciones blancas, en esta Liga 2019/20, en caso de no haber ganado. Recordemos que en el Bernabéu veníamos de empatar frente al Athletic (luego ganamos en Getafe).

Casemiro fue decisivo en sus aspectos ya conocidos: defendiendo, al corte, presionando y forzando el error del rival. Y decidió el encuentro frente al Sevilla con sus dos goles. El del 1-0, en el 56, fue un golazo: taconazo de Jovic al callejón del 8 y Casemiro con un toque sutil, suave como una caricia de amor, superaba la salida de Vaclik. Siete minutos después empataba De Jong tras un fallo defensivo de Marcelo y otro del árbitro y del VAR que no aplicaron el nuevo reglamento (cualquier mano de un jugador en ataque que acaba en gol debe ser anulado, independientemente de su voluntariedad; en este caso fue Munir quien amortiguó el esférico para el golpeo del delantero centro sevillista). Cinco minutos después Case cabeceaba el 2-1 tras un excelente pase de Lucas Vázquez, en el único buen balón que metió en el área. Inmediatamente Zidane retiraba a Marcelo –entró Mendy– para evitar otra Marcelada

Hasta este momento la estadística rematadora de Casemiro era impecable: tres remates y todos a porteria. El primero, a las manos del meta y que fue el único del Madrid entre los tres palos de la primera mitad; los dos siguientes fueron gol. Al rato del 2-1 estuvo a punto de marcar su tercer gol de la tarde, pero su cuarto remate del encuentro se le fue fuera por poco.

Los primeros 45 minutos fueron del Sevilla, salvo los primeros cinco minutos y los cinco finales. Bien conducidos por Banega, Gudelj y Fernando los visitantes impusieron su control. Sin pólvora. Daba la impresión que los madridistas confiaban excesivamente en las capacidades defensivas de Casemiro y se relajaron en exceso. Modric no apareció hasta la segunda mitad y Kroos nunca pudo con Fernando.

El arranque blanco fue un espejismo: una buena internada de Rodrygo que cedió a Jovic quien disparó contra un defensa. Hasta el primer remate de Casemiro el Madrid no volvió a rondar el área del Sevilla. Lucas Vázquez y Rodrygo parecían más preocupados en proteger a Carvajal y Marcelo que en subir por los costados y buscar a Jovic, el delantero centro. Rodrygo se perdió en las tareas defensivas. Lucas Vázquez está más acostumbrado (aunque falto de ritmo por su lesión). Ambos laterales, Carvajal y Marcelo, estuvieron en su linea, la habitual de los últimos tiempos: desacertados.

En el descanso un amigo, Humberto, comentaba que le desesperaba ver a  Jovic trotar y no correr, pelear: «Es como Bale, pero sin golf ni velocidad». Otro, César, tiraba la toalla y firmaba el empate a cero, temiéndose lo peor. Me quedaba media bolsa de pipas, de las de 2€ y no me resignaba a que me amargasen lo que me quedaba. De pipas y de partido.

Si en la primera mitad el Sevilla le escondió la pelota al Madrid, que no supo jugar sin balón, en esta segunda el cambio fue drástico: los blancos presionaron más, liderados por Casemiro ahora bien secundado por Modric, quien fue a más según transcurrían los minutos. Los de Lopetegui dejaron de dominar el ritmo del partido.

En el 61 Zidane hizo un doble cambio: Benzema y Vinicius por Jovic y Rodrygo.

Vinicius hizo las delicias del respetable con sus internadas y regates. Por velocidad superaba a su marcador. Y adelantaba las lineas propias. El problema es su falta de tino en el pase. Solo estuvo bien en su primera intervención, pero su remate, intencionado, se fue fuera. En su última carrera se pudo haber logrado el 3-1, es decir sentenciar el partido. Tenía dos compañeros desmarcados. La pifió. La cara de Benzema fue todo un poema. Se dio la vuelta para que no le viese Vinicius, pero le vimos todos los de la grada de la Castellana.

Hubo un par de situaciones más para lograr el 3-1. No pudo ser y el Sevilla apretaba buscando el empate. Su ocasión más clara fue un desastroso pase atrás de Lucas Vázquez que el nuevo fichaje sevillista En-Nesyri no supo aprovechar.

En una tarde pasada por agua fue una victoria trabada, ante un rival que puso las dificultades esperadas. Tres puntos importantes para iniciar la segunda vuelta.

P.D.: en la primera mitad al Sevilla le anularon un gol de De Jong, por una falta previa. El VAR dictó sentencia interviniendo. Algo que no sucedió en el gol del Sevilla que sí subió al marcador.

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