El Real Madrid vuelve a ganar en «la zona Pintus». Es decir, en los últimos 20 minutos de partido, donde la preparación física es clave. Y los del Madrid, gracias a Pintus, son aviones en la recta final de los encuentros. Los dos goles llegaron en el 79 (Fede Valverde) y el 90 (Marco Asensio). Pero vayamos por partes.
De entrada hay que decir que el Madrid no jugó bien la primera mitad en su debut en casa en Champions. El RB Leipzig dominaba el centro del campo, su presión nos dificultaba la salida de balón y organizaban contras muy rápidas. Forsberg estaba en todas: rematando con intención, organizando el contraataque y dirigiendo el repliegue de los suyos. Courtois no tuvo mucho trabajo mas el que tuvo lo resolvió con solvencia. La primera ocasión de los alemanes, a los cinco minutos, fue por un error nuestro: un mal pase atrás de Vinicius. Hubo dos intercepciones más por fallos nuestros. En el primer cuarto de hora no habíamos chutado.
Los centrocampistas blancos no daban señales de vida. Los dos franceses, Tchouaméni y Camavinga, no imponían su ritmo. Valverde no era Valverde, salvo en un par de internadas que no obtuvieron fruto por un pase que se quedó corto y porque Rodrygo y Vinicius se enredaron. Modric no apareció hasta el minuto 40: cortó un balón en el medio campo rival y terminó disparando desde la frontal. Se le fue fuera. Esta acción y un remate ¡con el hombre! de Rüdiger fueron el escaso balance ofensivo del Madrid. Vinicius bien marcado no marcaba diferencias. Rodrygo aportaba intenciones, sin concretar.
Ancelotti que cambió la defensa y la media volvió a acertar con los cambios y en la confianza que transmite a los jugadores con menos minutos. Marco Asensio entró por Camavinga en el 63. Kroos y Mendy en el 80 por Modric y Alaba (anoche jugó de lateral izquierdo). Finalmente Dani Ceballos y Mariano sustituyeron a Vini y Rodrygo.
En esos minutos finales, «la zona Pintus», Valverde es un jugador fundamental. Su carrera en el 79, marca de la casa, es brutal. VIni intenta librarse en la banda izquierda de su marcador. Ante la imposibilidad decide jugar la pelota. Amaga, da unos pasos atrás y pone la pelota a la banda contraria. Rodrygo, que debe tener ojos en la nuca, se abre de piernas y deja pasar el balón. Valverde, de interior derecho, irrumpe por el callejón del ocho. Se mete en el área, recorta y otro zurdazo de nuevo. Golazo. Con el interior de su pie izquierdo busca el palo largo y bate al meta. 1-0. El segundo fue una falta botada por Kroos. Mendy se había internado por la banda izquierda. Parado en falta cerca de la línea de fondo provocó la amarilla. Kroos, en jugada ensayada, buscó a Asensio en la frontal del área. El balear, con el interior de su zurda, la puso maravillosamente en el palo de la derecha.
Minutos antes Asensio pudo haber anotado: otra galopada de Valverde que se la puso a Vinicius, quien no pudo superar al meta en su salida. El rebote llegó a Asensio que en posición forzada quiso superar piernas y cuerpos con un globito. Se fue alta.
El Real Madrid lleva encadenadas ocho victorias seguidas: la Supercopa de Europa, los cinco de Liga y los dos de Champions. Somos el único equipo español que ha ganado en esta jornada europea y también los únicos en meter goles. Llevamos cinco a favor y ninguno en contra. Y el domingo tenemos el derby en casa del Atlético de Madrid.