El Real Madrid 2 Getafe 0 tiene su mejor resumen en que el líder logró tres puntos más y queda una jornada menos.
Ancelotti que tenía claro que este duelo no estaba para bromas y que el compromiso del martes es de aupa, a pesar del favorable 1-3 de la ida. Alivió a Carvajal, Kroos y Modric. Puso a Marcelo por el tocado Mendy, situando a Lucas Vázquez y Marcelo de laterales. Apostó por las piernas frescas y los pulmones de Fede Valverde y Camavinga para escoltar a Casemiro. Y arriba Rodrygo, Benzema y Vinicius.
La apuesta por los dos medios fue todo un acierto. Menudo partidazo de ambos. Valverde ocupó todo el campo, de lado a lado y de abajo a arriba. Camavinga es un prodigio de colocación. Está siempre en el sitio que debe estar y se ofrece siempre para ayudar a sus compañeros y descongestionar el juego.
La primera parte del Madrid fue mejor que la primera. En la primera anularon un gol a Benzema por fuera de juego de Rodrygo. En el campo no lo vi. Fue un balón largo de Alaba desde la defensa. El brasileño corrió, controló y se la pasó a Benzema.
Poco a poco el Getafe, muy bien plantado, empezó a conseguir que se jugase a lo que ellos querían. Nos desactivaron momentáneamente. Estaba claro que un gol cambiaría la inercia. Este llegó en el 37. Vinicius, que había dejado destellos, metió un balón al área, desde su banda izquierda, a lo Modric. Es decir, con el exterior. Casemiro en plancha, al estilo clásico de los delanteros centro, cabeceó a la red. El gol desmadró al Madrid y confundió a los azulones. Fueron los mejores minutos blancos. Al descanso nos lamentamos de lo corto del resultado.
La segunda mitad fue soporífera hasta el gol. Con el 2-0 de Lucas Vázquez en el 67 volvió a suceder lo mismo de la primera mitad: el Madrid se desmelenó y volvimos a ver su mejor cara durante 10 minutos. Lo que si quedaba claro es que sin rematar iba a ser complicado que el Getafe lograse marcar. De hecho hasta el 90 no buscaron puerta. Un fallo de Nacho (sustituyó a Alaba, que estuvo muy bien y fue ovacionado al abandonar el campo), propició que Enes Ünal se internase y disparase. No fue gol porque la pelota encontró el poste.
Ancelotti le dio minutos a Ceballos y Bale, algo que había dejado entrever en la rueda de prensa previa al partido. El medio estuvo bien y al galés se le pitó.
El sabor amargo lo deja la amarilla a Casemiro, que le impide jugar en Sevilla el próximo domingo, en otro partido trascendental en el camino a ganar la Liga. El árbitro le perdonó una la primera vez por protestar con aspavientos una falta que igual también pudo ser merecedora de tarjeta. Después, en otra jugada, insistió en los aspavientos y obligó al árbitro a sacarle la amarilla. Algo incomprensible en un jugador de la categoría de Case. Daría la impresión que buscaba borrarse del encuentro en el Sánchez Pizjuán.
Mis temores de la víspera, que eran los mismos de Ancelotti, fueron disipados por la solvencia que demostró el equipo. El Getafe nos ganó en su campo y hoy el triunfo ha sido nuestro, ante nuestro público que recibió a los nuestros, desde el calentamiento, como se merecían tras el 1-3 frente al Chelsea.