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Matinal en el Auditorio, aperitivo, saludos y felicitaciones

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Excelente mañana de domingo: concierto matinal en al Auditorio Nacional, aperitivo en La Quinta de Suero de Quiñones 24, saludos a Javier Carne Cruda Gallego y felicitaciones a diferentes músicos de la Orquesta Nacional de España.

A las once de la mañana salíamos de casa rumbo al Auditorio. En el coche sonaba «Elvis In Memphis«. El programa prometía: Brahms y Mendelssohn. Y presentaba una novedad. Se trataba de un concierto con explicaciones previas (y sin descanso). Las presentaciones a las obras corrieron a cargo de Sofía Martínez Villar. Excelentes, salvo en una desafortunada mención despectiva al reguetón. No venía a cuento y fue reveladora de una aproximación elitista a la cultura. En su día hubiera dicho lo mismo de copla. boleros o rock. Por lo demás son de agradecer estas introducciones, que además fueron ilustradas musicalmente por la Orquesta Nacional de España interpretando los fragmentos a los que hacía referencia Martínez Villar. Este aspecto lo destacamos en la conversación con los padres de Javier Gallego. quienes también habían asistido al concierto. Me acerqué a su mesa a saludar. Nos habíamos conocido en el Clamores, cuando Alberto Manzano y Bolo García organizaron un homenaje a Leonard Cohen.

Sentados en la terraza de La Quinta, justo en la esquina de la calle Suero de Quiñones con García Luna, estaba en una situación privilegiada para ver la salida de los músicos. Algunos de los cuales también encaminaron sus pasos hacia El Foque. A mi me permitió mostrarles mi entusiasmo por la magnifica sesión que nos habían ofrecido.

Mi primer bravo anónimo fue de acera a acera para la concertino invitada, la coreana Barennie Moon. Se sobresaltó y dio un bote. La Mundana me recriminó. Repuesta del susto noté un leve rubor en sus mejillas (igual era maquillaje). Y muy contenta agradeció con varias reverencias. Su actuación fue espléndida, sobre todo en la sinfonía de Mendelssohn. Bailaba interpretando con su violín. Estaba entregada. Enfrente, al otro lado del director, una compañera la daba réplica.

Tomàs Grau. el director, tampoco escapó a mis felicitaciones. Me vino de frente. No pude contener mi entusiasmo. Sus dos acompañantes, un hombre y una mujer, sonrieron. Él se mostró sinceramente agradecido.

Al irnos vimos a cuatro componentes de la orquesta en el tramo de la terraza en Suero de Quiñones. Más felicitaciones. Ellas encantadas, ellos azorados.

De vuelta al coche nos esperaba Elvis

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Desayunando con Monk

Monk

Me estoy aficionando a desayunar escuchando a Thelonious Monk. En realidad estoy enganchado a Monk y lo escucho constantemente desde que adquirí en mayo la cajita con 5 CDs de Columbia Records (CBS) por 16,27€ (en Amazon). Entre los cinco están tres de mis favoritos suyos: «Underground«, «Monk’s Dream» y «Criss-Cross«. Estos dos últimos según el maestro Juan Claudio Cifuentes Cifu son sus obras cumbres. Por mi parte añado mi entusiasmo por «Underground«, que me suele acompañar en mis desplazamientos en coche, donde lo alterno con Aretha Franklin, Elvis In Memphis, Kenny Rogers y Triana. Por ser de reciente adquisición Monk prevalece como primera opción. 

El genial pianista firmó por Columbia a principios de los 60. En marzo de 1963 editó su primer LP con su nueva compañía: «Monk’s Dream«. Firmaba como The Thelonious Monk Quartet. De las ocho piezas, que originalmente conformaban el álbum (en esta edición se incluyen cuatro pistas adicionales con otras tomas), solo una-«Bright Mississippi«- es inédita. Las otras siete habían sido grabadas anteriormente en estudio o en directo (dos de ellas con otros títulos, aunque similares a los de este disco). Esta operación rescate le salió redonda a Monk. Vista la calidad de lo que escuchamos y las opiniones de gente tan acreditada como Cifu o los principales críticos estadounidenses de jazz de la época. «Monk’s Dream» es ahora la banda sonora de mis desayunos. 

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Primary Wave y Sun Records más Tencent y Universal

Esta semana, en la industria de la música grabada, se cierra con dos noticias, una adquisición y una confirmación.

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Primary Wave Music de Nueva York, protagonista de varias compras de catálogos de canciones (Stevie Nicks, Smokey Robinson, Burt Bacharach, Bob Marley, Whitney Houston, Leo Sayer), ha adquirido la legendaria Sun Records de Memphis. Es decir, Primary Wave entra de lleno en el mercado de compra de grabaciones. Estamos hablando de más de 6.000 masters de Sun, discográfica puntera en el nacimiento del primer rock ‘n’ roll y rockabilly en los 50. Suyas fueron las primeras grabaciones de gigantes como Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Johnny Cash o Roy Orbison. La compra por un precio aproximado de 30 millones de dólares incluye, además de la discográfica, su catálogo editorial de canciones, locales de ocio y los derechos sobre el logotipo de la compañía. Atención: las grabaciones originales de Elvis no están incluidas, porque cuando traspasaron su contrato a RCA (hoy Sony), esta tuvo el acierto de comprar también sus grabaciones. Algo que Columbia Records (CBS, hoy Sony) no hizo cuando fichó a Cash y que se demostró ser un gran error. En mi libro «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo» escribía al respecto:

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Sam Phillips, quien fundó la cia. en 1952, tras abrir su propio estudio y producir discos para otros sellos, vendió Sun en 1969 a Shelby Singleton, productor discográfico de Mercury Records en Nashville. Convirtió a la empresa en Sun Entertainment Company y añadió los sellos que había fundado y comprado tras independizarse de Mercury. Sun tuvo en Nashville su nueva sede. Tras el fallecimiento de Singleton (2009) su hermano John, socio suyo desde la compra, se hizo cargo de la firma. En su comunicado John Singleton afirma que al no tener herederos la mejor opción era vender para mantener vivo el legado de Sun. Y Primary Wave le ofrecía todas las garantías. 

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Del gigante chino Tencent y su participación accionarial en Universal Music Group se ha dado cuenta en el blog. La primera noticia fue la entrada en el accionariado de UMG con un 10% y una opción para una inversión posterior hasta un máximo de otro 10%. Los plazos fijados en la compra inicial se han ido cumpliendo. Primero Tencent anunció hace un mes su intención de llegar al limite. Y hoy día 29, cuando se cumplía la fecha prevista, han ejecutado la compra de ese 10% adicional por los 30 mil millones de euros fijados. Ya controlan el 20% de Universal, empresa que prevé salir a bolsa en este año.

Además, hay que tener en cuenta las participaciones cruzadas: las de Universal en Tencent, con Spotify y otros acuerdos de la empresa china con otras majors. Un patio muy revuelto.

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Se estrena «Ma Rainey’s Black Bottom» en Netflix

Hoy 18 de diciembre se estrena en Netflix la película «Ma Rainey’s Black Bottom«, basada en el musical de Broadway del mismo titulo. Ma Rainey, conocida como la madre del blues (apelativo al que ella no le puso pegas a pesar de la discutible veracidad del mismo), es de una importancia capital en la popularización y difusión del género, así como de la relevancia que obtuvieron las cantantes. Lo que sí es cierto es que fue quien primero cantó blues desde el escenario de un teatro, en 1902 (siendo una adolescente). El blues rural o urbano encontraba su lugar en tugurios, clubes, esquinas, fiestas privadas, etc.

La precocidad profesional de Ma Rainey la proporcionó el conocimiento suficiente para dirigir su carrera. Impuso sus ideas. Era una líder y un ejemplo. Aparte de sus facetas artísticas y empresariales hizo historia apadrinando e impulsando la carrera de la gran Bessie Smith. Se rumoreaba de una relación más intima. Esos amores prohibidos en la época la han convertido con el paso del tiempo en un icono del colectivo LGTB. Y además muchas de sus letras eran marcadamente feministas, reflejo de su personalidad.

Otra contribución imprescindible fue la grabación en 1924 de la versión original de «See See Rider«, con Louis Armstrong y Fletcher Henderson entre los músicos. Ma Rainey es coautora de la canción. Con el paso del tiempo se convirtió en un clásico del rock. La grabó Elvis. Y Mitch Ryder & The Detroit Wheels (en 1965) y The Animals (en 1966) alcanzaron el Top 10 de las lista pop de EEUU con sus versiones.

Ma Rainey fue una figura decisiva en la difusión de los discos de pizarra. Fue una autentica superventas (se decía que salvó a la división discográfica de Paramount de la bancarrota). En cinco años grabó alrededor de 100 canciones. Cuando a las primeras figuras del classic female blues les llegó la hora del relevo, con voces más refinadas, centró sus actividades en la gestión y programación de varios teatros de su propiedad.

Nacida en 1886 como Gertrude Pridgett en Columbus (Georgia), adoptó el apellido de su marido William Rainey (se casaron en 1904). A él le llamaban respetuosamente Pa Rainey. Y ella adoptó el Ma. El «Black Bottom» del título hace referencia a un baile popularizado en el Nueva Orleans de principios del siglo XX. El origen del nombre es doble: de un barrio negro de Detroit llamado así y del gesto del cachete en la nalga que era uno de los pasos del baile (bottom en este caso significa trasero).

En la película, cuya banda sonora es de Branford Marsalis, la gran Viola Davis es Ma Rainey. Les dejo con el trailer.

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Little Richard (1932-2020)

Nueva Orleans

Poco tengo que añadir sobre Little Richard que no haya escrito ya en mis dos últimos libros, «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» y «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo«. En el primero, el de «Bikinis,…«, contaba la historia del emblemático «Tutti Frutti» y como «limpiaron» la letra para disimular las connotaciones gay. Y del segundo he elegido unos pantallazos que forman los tres vertices de un triángulo indispensable de la música popular del siglo XX: Nueva Orleans, The Beatles y The Rolling Stones. Little Richard es pieza fundamental de la historia de los tres. Es cadena de transmisión: Nueva Orleans le influye y su impronta se transmite a través suya a McCartney y Jagger. Aparte de su liderazgo indiscutible como primer espada del rock ‘n’ roll y su decidido apoyo a los Beatles desde sus inicios.

HamburgoRolling Stones

De los primeros reyes del rock ‘n’ roll (Chuck Berry, Fats Domino, Elvis Presley, Little Richard y Jerry Lee Lewis) ya solo nos queda vivo Jerry Lee…

Quizás este sea un momento adecuado para afrontar la reedición en España de su biografía «The Life And Times Of Little Richard: The Quasar Of Rock» escrita por Charles White.

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Green Day y su «Father Of All Motherfuckers»

Cuando hace 10 días reseñaba el espléndido álbum de Liam GallagherWhy Me? Why Not.” comentaba al respecto del tema «Shockwave«:

[…] Además el álbum cuenta con “Shockwave“, uno de los mejores sencillos de rock de los últimos años. […]

Esta mañana leyendo sobre la actuación de Green Day en Madrid descubrí este temazo, «Father Of All Motherfuckers«, primer sencillo anticipo de su nuevo álbum del mismo título. La canción no puede ser más contundente.

Que en el espacio de tan solo un mes me hayan atrapado dos rocks tan apabullantes y explosivos, como los de Green Day y de Liam Gallagher, me parecen muy buenas noticias. Muy revitalizadoras.

«Father Of All Motherfuckers» es en palabras de Billie Joe Armstrong, líder de Green Day, un tema para sacudir al rock del letargo en el que anda sumido, demasiado complaciente. Precisamente lo contrario de lo que se supone debe ser. Como fue desde el principio el primer rock ‘n’ roll* (y sus posteriores evoluciones). Y si han visto el video habrán comprobado que el fondo visual detrás del grupo es un homenaje al «Guitar Man» de Elvis (de su especial de 1968 celebrando su regreso)…

* Sobre este primer rock ‘n’ roll les remito a mi último libro «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo» (Foca/Akal) donde cuento sus orígenes y su desarrollo.

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Hoy hace 65 años Elvis grababa su primer disco

Hoy hace 65 años que Elvis Presley grababa su primer disco (para Sun Records de Sam Phillips). La canción elegida fue «That’s All Right«, un tema de Arthur Big Boy Crudup de la década anterior (al que se le cayó el Mama del título original). El video que encabeza esta entrada corresponde al especial de 1968 que supuso el retorno de Elvis (y al que muchos consideramos como el primer unplugged de la historia). La versión del 54 la pueden escuchar pinchando aquí.

Sobre esta grabación escribía en «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo» lo siguiente:

EP 1 copiaEP 2 copia

Y como suele suceder, siempre hay unos antecedentes. En esta caso gracias a una mujer, cuyo tesón fue decisivo para que la carrera de Elvis llegase a buen puerto: Marion Keisker.

Marion Keisker copia

Aquella recomendación de Marion Keisker fructificó en la sesión de grabación del 5 de julio de 1954. Nacía una estrella, la que el nuevo ritmo necesitaba…

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Elliot Roberts (1943-2019)

Trasher's Wheat 1985

Ayer me enteré del fallecimiento de Elliot Roberts, un gigante de la industria musical estadounidense. Sucedió el día 21 de junio. Tenía 76 años, cumplidos el pasado mes de febrero.

Nacido y criado en el Bronx neoyorkino acortó su apellido judío (Rabinowitz) y tras abandonar los estudios universitarios (dejó dos carreras) quiso ser actor. Empezó a trabajar en el departamento de envíos de la William Morris Agency de Nueva York. Ahí conoció a David Geffen, otro gigante. Aunque debería decir que Geffen es el gigante de la industria cultural de Estados Unidos. Esta relación devino en amistad y compartieron negocios y aventuras empresariales (Geffen-Roberts Company y Asylum Records en 1971).

Fueron Geffen y Roberts quienes convencieron a Bob Dylan para que abandonase su discográfica de siempre (Columbia Records/CBS) para unirse a la discográfica Asylum y a su oficina de representación (Geffen-Roberts Co.). Editó dos álbumes con ellos: «Planet Waves» y «Before The Flood«, un doble en directo con The Band. Posteriormente Dylan volvería a su casa de siempre.

En 1973 Geffen, Roberts, Elmer Valentine (dueño del Whisky a Go-Go) y Lou Adler abrieron el club The Roxy en el Sunset Strip de West Hollywood. Neil Young inauguró el local.

Roberts y Geffen dejaron de ser socios por culpa de terceros. Un joven agente, Irving Azoff, que trabajaba en la Geffen-Roberts Co. fue el causante principal del cisma: The Eagles cambiaron de pareja de baile, abandonaron a Geffen-Roberts y se fueron con Azoff, quien montaba su propia oficina. Geffen y Roberts, ambos impulsivos y apasionados, chocaron en su forma de afrontar la situación. Geffen fue frío y cerebral y Roberts diríamos que más hippy. El primero tomó una actitud profesional y siguió trabajando con Azoff (convenció a Warner Bros. para que le financiase un sello, Giant Records) y los Eagles (en Asylum y luego en Geffen Records, donde también tuvo a Don Henley), mientras que Roberts roto el amor fraternal juró odio eterno al traidor y al grupo. Y formó Lookout Management. Las malas lenguas dicen que la movida de Geffen con Azoff fue para quitárselo de en medio de MCA (donde presidía la cia.) y poder vender Geffen Records a los nuevos dueños de MCA.

El primer descubrimiento de Roberts fue la canadiense Joni Mitchell. La vio actuando en un club del Greenwich Village de Nueva York (Cafe Au Go Go) en 1966. Se mudaron juntos a Los Ángeles, a Laurel Canyon (centro artístico y bohemio). Les acompañaba el entonces novio de Mitchell, David Crosby. Al poco se les unió David Geffen. Ya situados en la costa oeste Joni Mitchell le habló de un compatriota suyo, Neil Young, que estaba en un grupo (Buffalo Springfield). Curiosamente fue Young quien provocó que la banda prescindiese de los servicios de Roberts. Cuando ellos se separaron, a los 18 meses de formarse, Neil Young llamó a Elliot Roberts para que fuese su manager. Quería empezar su carrera en solitario. Ha sido representante suyo hasta la fecha de su muerte. Son más de cincuenta años. Y «aguantar» a Neil Young no es fácil… Jimmy McDonough, autor de la biografía de Young, escribía al respecto de la relación Young/Roberts que «Ha habido otros equipos infames en el rock and roll –Dylan y Albert Grossman, Ray Charles y Joe Adams, Bruce Springsteen y Jon Landau– y, por supuesto Elvis y el Coronel Tom Parker. Elliot Roberts definitivamente vive en este salón de la infamia y es el único ser humano capaz de guiar la carrera de Neil Young.»

Con Joni MItchell rompió en 1985. La foto de Trasher’s Wheat en la que vemos a Young, Mitchell y Roberts es de ese 1985.

Roberts también fue manager (con o sin David Geffen) entre otros de Crosby, Stills & Nash, Crosby, Stills, Nash & Young («el pegamento que nos mantenía unidos» ha declarado Graham Nash), Jackson Browne, America, Devo, Talking Heads, The Cars, Tom Petty, Tracy Chapman (su último descubrimiento de relieve) además de los ya mencionados anteriormente.

Cuando llevé el marketing internacional de Geffen Records en NY tuve el inmenso honor de conocer a Elliot Roberts. (David Geffen tenía un contrato de distribución con Warner Bros. para EEUU y Canadá y otro con CBS para el resto del mundo; Warner eran socios de Geffen Records). Me tocó trabajar con él en tres proyectos: Neil Young (dos álbumes), Joni Mitchell y el debut en solitario de Ric Ocasek, el líder de The Cars.

Con Ocasek no hubo nada que hacer. Aparte de trabajar para que se editase en los principales mercados del mundo. El álbum era flojo. No funcionó en EEUU, ni en ventas ni tuvo el apoyo de la crítica musical. No había ninguna historia que contar. En cambio con Joni Mitchell fue otra cosa. Dada la vertiente pintora de la cantautora, y que la portada del álbum «Wild Things Run Fast» era obra suya, Roberts y Mitchell tuvieron la idea de organizar presentaciones del disco en galerías de arte (en conjunción con sus pinturas). En Estados Unidos solo consiguieron hacerlo en Los Ángeles. Por mi parte coordiné con las compañías de  Inglaterra, Italia, Australia y Japón para hacerlo en Londres, Milán, Sydney y Tokyo. Salí bien parado del asunto aunque ella echó de menos no haber estado en París. Aún recuerdo la mirada de Elliot Roberts a Joni Mitchell: la calló. Y rápidamente paso a agradecer lo que CBS Records International había logrado.

Lo mejor de nuestra relación sucedió en San Francisco, en el rancho de Neil Young (una hora al norte de la ciudad). Young debutaba en Geffen Records con un disco difícil «Trans«. Influenciado por Kraftwerk se alejaba drásticamente de lo que sus seguidores podían esperar. El trasfondo del disco eran los ejercicios vocales que practicaba con su hijo Ben, quien sufría parálisis cerebral infantil. (Pero eso no lo sabíamos entonces). Young había accedido a recibir periodistas musicales y críticos en su rancho, para pasar el día con él, hablar del disco, etc. Las delegaciones australianas y japonesas habían llegado directamente y ya estaban en el rancho cuando llegué desde NY con los ingleses, Antoine de Caunes y su equipo de TV de Francia, la corresponsal italiana de la RAI, un par de medios alemanes y uno holandés. Nos recibió Elliot Roberts en el aeropuerto de LA. El trayecto fue todo un muestrario de Roberts. Todo lo que me habían contado era cierto: despierto, buena persona, bromista, rápido, inteligente, encantador, etc. Recuerdo vívidamente dos temas: la historia de porque Neil Young y él se habían comprado esos terrenos. La idea era que, según estudios geológicos que hablan sufragado, cuando los movimientos de la Falla de San Andrés fuesen perceptibles, sus propiedades se convertirían islas del Pacífico. Cuándo le pregunté cuando ocurriría eso, me contestó entre risas que en unos miles de años. Y se encendió un porro (que ya llevaba liado). El segundo asunto fue cuando nos llevó por unas carreteras rurales, con pequeñas subidas que tomaba a gran velocidad (como si fuesen dunas) y el todo terreno literalmente volaba hasta caer sobre sobre suelo firme de nuevo. El vehículo que nos seguía, con el resto de la expedición, le pitaba (asumo que pidiéndole prudencia).

Al llegar a la casa de Neil Young, nos esperaba con su familia, músicos, amigos y los australianos y japoneses que habían llegado antes. El salón era lo que te esperabas. Rústico, lleno de guitarras, amplis, una enorme chimenea, muebles de madera, telas en las paredes, alfombras cubriendo todo el suelo. Y una peste a marihuana que ya te embriagaba. Improvisamos una pequeña rueda de prensa mientras preparaban la cena. Tras la parte profesional del asunto nos relajamos, comimos, bebimos y Young nos tocó un par de temas con sus amigos músicos. Tuve ocasión de charlar con él. Le felicité por el riesgo que asumía con «Trans«. No es fácil que un artista de renombre de un cambio estilístico tan acusado y se lance al barro de esta manera. Estaba especialmente interesado en la opinión de los alemanes (por lo de Kraftwerk). A Roberts (y a Young) le gustó lo que dije. Y creo que fue ahí cuando me gané la confianza del manager. Respecto a mi comentario sobre asumir riesgos soltó irónicamente que David (Geffen) no compartía mi punto de vista. Años después Geffen demandó a Young por no entregar obras acorde a su estatus, por los que la compañía le pagaba un millón de dólares de adelanto.

Lo último que supe de Roberts fue la semana pasada. Unas declaraciones suyas respecto al incendio que afectó a muchos de las cintas originales propiedad de Universal (y los sellos que ha ido absorbiendo o creando). Decía: «Es un crimen que hayan desaparecido los masters originales de Billie Holiday o Buddy Holly o de todos esos artistas de los 40 0 50. Cuando la industria discográfica empezó a declinar hace unos 15 años, la gente (por los ejecutivos) fue reticente a hacer copias porque costaba dinero. Cuesta de 2.500$ a 3.000$ convertir un original analógico a una copia digital de audio en alta resolución. No quisieron gastarse el dinero… Es trágico.»

 

 

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El rosa en «Rock ‘n’ Roll» y en Nueva York

Rosa Rock 'n' RollEn el primer capítulo de «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo» –Iconografía del rock ‘n’ roll– reivindicaba el rosa como uno de los dos colores de la música que nació en los 50 y que protagoniza el libro. La imagen del párrafo que encabeza esta entrada está extraído del capítulo. Y en la portada aparece Elvis Presley con chaqueta rosa.

Rock n roll 2a ed.inddEl rosa esta siendo reivindicado por los movimientos feministas. Con un claro simbolismo sexual. Queda muy patente por ejemplo en el video «Pynk« de Janelle Monáe (hacia el final del mismo aparece el rotulo de Pussy Power). En España el rosa siempre ha sido un color asociado solo a las chicas: desde bebés, azul para nosotros y rosa para vosotras.

Pero aparte de Elvis, los Cadillac rosas, etc. el rosa también fue usado por grupazos como The Temptations. En 1972 se vistieron de rosa para su actuación en Soul Train interpretando «Papa Was A Rolling Stone«.

Dada mi afinidad con el color (y las burlas y comentarios que tuve que soportar, hace décadas, porque llevaba cosas rosas) es fácil imaginar la alegría y la sorpresa que me llevé en Nueva York: el Fashion Institute of Technology (FIT) tenía una exposición dedicada al color rosa. Se llamaba, muy apropiadamente, Pink. El lema es muy significativo: «la historia de un color punk, bello, poderoso».

Pink

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Espectaculares Wyoming & Los Insolventes

10-aniversario-wyoming-los-insolventes-con-artistas-invitados-en-madrid-1Sencillamente espectaculares anoche Wyoming & Los Insolventes celebrando sus 10 años de existencia. Si ya son buenos de por sí (tuve ocasión de comprobarlo en Coruña el pasado mes de diciembre) anoche en La Riviera, durante las casi dos horas y media de concierto, con semejantes ilustres invitados pusieron boca abajo el recinto que estaba a rebosar. A los nombres que hay en el cartel del encabezado habría que añadir y destacar alguno más. Como el de dos grandes cantantes Jesús Trujillo de King Sapo (quien sí aparece) y Maikel Rodeiro (baterista además del trio ferrolano Malditos Pendejos; también es infante de marina del Tercio Norte). Poderosa voz la de Maikel y dúctil al mismo tiempo. En el escenario lució una camiseta de Malditos Pendejos y una espectacular corbata con tres figuras en blanco y negro de Elvis. «Lo siento, tuve que dársela a Rosendo» se excusaba ante mi pregunta sobre la corbata, apoyados ambos en la barra del Galileo Galilei, a donde habíamos acudido tras el show de La Riviera.

El repertorio de Wyoming & Los Insolventes es insuperable (y cambiante, porque hubo variantes respecto al de Coruña de hace 10 meses): clásicos de Beatles, algunos pasados por el tamiz de Joe Cocker y Leon Russell (del «Mad Dogs & Englishmen«) y que también se puede aplicar al «The Letter«, David Bowie, el momento apostólico sobre el «Land Of A Thousand Dances«, el «My Sharona«, The Clash, etc. y sobre todo algunos de los himnos inmortales del rock nacional. Que fueron los que más enfervorizaron al público presente. Le comentaba al final a Julián Hernández de Siniestro Total (una alegría verle de nuevo en forma tras un periodo complicado) que tres de Beatles, tres de Bowie y otras tres de Siniestro. La Mundana nos hizo esta foto al acabar, en un bar enfrente de La Riviera.

Julián SIniestro 261018

El dominio escenico de El Gran Wyoming es incuestionable. Aparte de su innegable faceta de showman. Aguantar el tirón de cantar tanto tiempo es admirable. Y además se marcó un excelente solo de guitarra (y presumió de ello, como no podía ser menos, además de vacilarle a ese estupendo guitarrista que es Miguel Ángel Ariza –»sí, sí, ahora afina, claro, después de esta exhibición que he dado»).

Los Insolventes no hacen honor a su nombre en cuanto a su solvencia musical: son excelente músicos. Y ayer contaron con los dos baterístas que han formado parte de su historia. Muchas veces tocando juntos (como hacían James Brown y la Allman Brothers Band que llevaban dos baterías). Otro subidón fueron las coristas. Las tres excelentes. En su punto justo, apoyando los temas y haciéndolos crecer. Mientras disfrutaban con su labor (y contagiaban ese entusiasmo). Fue una alegría ver a mi apreciada Cristina Narea como una de las tres integrantes. Lo mismo puede decirse de José Alberto Solís, al bajo y los saltos: entusiasmo contagioso. Y Mr. Cool, Manolo Villalta, a los teclados, con su sempiterno cigarrillo, creando «colchones» y ambientes sonoros que envuelven las canciones y proporcionan seguridad y bienestar al resto de los músicos. Mientras, a esas horas, se realizaba el recuento de las votaciones en SGAE. Villalta salió elegido para formar parte de la Junta Directiva. Ya le he dado el pésame esta mañana.

Drogas, Iván, Miguel, Eugenio,Julián, ROsen

Esta foto de los camerinos está «robada» del Facebook de Eugenio Muñoz. (La he recortado porque en la parte superior había mucha zona en negro). En ella, aparte de Eugenio, intimo colaborador de Rosendo, se encuentran varias de las estrellas del rock que arroparon anoche a Wyoming & Los Insolventes.

Algunas fotos mías del momento final cuando Wyoming reunió a todos sobre el escenario.

La Mundana me ha pasado las dos siguientes del apoteósico final con todos interpretando el «Maneras de vivir«.

Final Maneras de vivirFF Maneras de vivir

John Echevarría me ha pasado algunas fotos (desenfocadas). También rodó unos fragmentos del «Bienvenidos» de Miguel Ríos y el «Agradecidos» de Rosendo, que he subido a mis redes sociales. Subo aquí esta de Miguel Ríos porque, a pesar del problema técnico, me parece un fotón que recoge fielmente uno de los momentos cumbre de ayer (y recuerda a la portada de uno de sus míticos álbumes).

Miguel de John

Los hermanos Monzón (Seju y Chechu) me han hecho llegar fotos de gran calidad. No en vano son de Domingo J. Casas (un maestro) y una de Julio P. Sotillo.

Miguel y Chechu

Todos DomiTodos Julio

¡Una gran noche! Mágica, divertida y de muy buen rollo. Una noche de rock & roll. ¡Qué más se puede pedir!

P.D.: Me quedé con las ganas de hacerme una foto con dos de los prologuistas de mi dos últimos libros, Miguel Ríos y El Gran Wyoming. Me queda el consuelo de pensar que faltaba Igor Paskual por lo que la instantánea sería incompleta.

P.D. bis: No he visto ninguna reseña hoy en los medios. En cambio en youtube pueden encontrar la filmación de «En blanco y negro» con Enrique Villareal El Drogas y fragmentos de varias partes de la actuación.

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