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Marruecos elimina a España

EFE Marca

Marruecos elimina a España a los penaltis y pasa a cuartos de final del Mundial. En su día vaticiné que Marruecos eliminaba a España, pero no suponía que fuese así (en la tanda de penaltis). Contaba con las excelencias defensivas de Los leones del Atlas y lo bien trabajada que está esta selección. Con un Amrabat que es el sustituto natural de Casemiro, o al menos debería serlo. Un dato elocuente: Marruecos solo ha encajado un gol en sus cuatro partidos y fue en propia puerta. En la portería tienen al portero menos goleado de la pasada Primera División española. Y dos laterales excelentes, además de buenos puntas como Ziyech

He de confesar que cuando mi hijo me cantó la alineación de España comenté que no me gustaba. La presencia de Busquets lastra al equipo porque ya no es el mismo maravilloso mediocentro de hasta hace un par de temporadas. Entiendo que adelantar a Rodri a su posición natural -en vez de Busquets- sería romper la armonía encontrada por Luis Enrique en el centro de la defensa. Mas teniendo en cuenta que enfrente estaría Amrabat nuestro seleccionador debería haber buscado alternativas. El mediocentro marroquí es un experimentado jugador, a pesar de su edad (26), con años de experiencia en el Calcio italiano y forjado en el fútbol neerlandés. Gran parte del éxito defensivo de Marruecos parte de este jugador. Tampoco me gustaba la presencia en el once del yerno de Luis Enrique, Ferran Torres. Suplente del Barça, que lo fichó siendo suplente del Manchester City. Jugar con falso nueve frente a una selección tan sólida como Marruecos es absurdo. Perdemos un referente en ataque, que puede finalizar nuestras largas y tediosas posesiones. No sería el primer partido en el que centrábamos al área buscando a nadie. En cambio sí me gustó la tercera novedad: la presencia de Marcos Llorente en el lateral derecho. Dada la baja forma de Carvajal y los problemas físicos de Azpilicueta la presencia del rojiblanco era una buena solución a priori. 

Las dos mejores ocasiones de los primeros 45 minutos las protagonizaron Marco Asensio, mediada la primera parte, y el cabezazo en el 41 de Aguerd, el central marroquí. Ambos estaban libres de marca en sus intentos. El resto fue un tira y afloja con Marruecos esperando para lanzar el juego por las bandas (donde destacó Boufal). Nuestro dominio de balón era infructuoso y como me temía Busquets estaba anulado por Amrabat. Gavi se multiplicaba.

No hubo cambios en el descanso. Pero sí en la disposición de nuestros centrales: Rodri y Laporte adelantaban su posición en nuestras posesiones. Suplían así el déficit de Busquets, ganando además superioridad númerica en el centro del campo.

El deseado Morata y Carlos Soler calentaban en la banda. No salieron hasta el 62 y medio por Marco Asensio y ¡Gavi! Lo del centrocampista culé es incomprensible. Estaba siendo nuestro mejor jugador junto a Rodri. La permanencia del yerno en el campo tampoco se entendía. 

Sobabamos y sobabamos la pelota pero no rematábamos. Ellos esperaban, aguardando su momento. El mareo de pases no afectaba para nada sus intenciones. 

En el 75 por fin el suegro retiró al yerno. Nico Williams entró por Ferran Torres. La Roja, hoy de celeste, seguro que ganaba profundidad y velocidad por banda derecha con este cambio. En la primera que tocó se internó por su costado y metió un excelente pase al área chica. Esta jugada es más de los que había hecho el yerno. En el 81 Nico Williams propició la segunda ocasión de España en el partido: se la puso a Morata, quizás demasiado escorado y remató a escasos centímetros de la línea de fondo. No entró y la pelota tampoco encontró a alguien que la empujara. Se paseó cerca de la línea de gol. La presencia del menor de los WIlliams daba otro aire al ataque de España. Morata también.

Dieron cinco minutos de descuento y a punto de cumplirse el tercero nos dieron un tremendo susto, con una falta lateral. Afortunadamente se señaló fuera de juego. Y a falta de medio minuto Dani Olmo bota una falta, Rodri amaga con cabecear y Bono en un alarde de reflejos despeja el balón que se colaba por el palo largo.

0-0 y nos íbamos a la prórroga. La segunda de este Catar 2022.

Balde y Ansu Fati entraron en el 97 por Jordi Alba y Dani Olmo. Me alegró mucho ver a Ansu Fati en el campo.

Unai Simón en el 103 salvó con su pierna derecha el remate de Chedirra que se colaba. Aprovechó muy el bien el pase filtrado de Ounahi. Chedirra tuvo otra poco después pero Rodri y Laporte cerraron muy bien.

El cuarto de hora final siguió la tónica de lo jugado anteriormente. Marruecos en ataque sufría el cansancio de Ziyech, cuya inteligencia como futbolista es remarcable. 

En el 118 otra frivolidad de Luis Enrique: retira a Nico Williams para que entre Sarabia. ¿Pensando en los penaltis? Se añadieron tres minutos. ¿No podía haber esperado? Williams era nuestro delantero más profundo.

Sarabia la tuvo en el último minuto. Mas falló y la pelota se fue rozando el palo. Nos íbamos a los penaltis. Con 0-0 en el marcador.

Marruecos comenzó lanzando. Marcaron el primero. Sarabia falló el suyo. ¿Para esto entró en el partido? Ziyech transformaba el segundo. Bono paró el de Carlos Soler. Unai Simón paró el tercero de ellos. Bono paró el de Busquets. Achraf tiraba el que podía ser decisivo. Y lo hizo a lo Panenka. Habíamos fallado tres penaltis. Los que lanzamos. Esto me recordó inmediatamente las palabras de Luis Enrique de hace un par de días en las que displicentemente, y provocando, dijo que no era necesario entrenar los penaltis. Unas horas antes Morata había comentado que el partido igual llegaba a la tanda de penaltis. 

P.D.: dudé en titular este post como El tremendo error de no ser primeros de grupo 2 como continuación del de ayer. Otra alternativa fue El que avisa no es traidor por el de Ojo con Marruecos del 1 de diciembre.

 

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España pasa agónicamente

Grupo E

España pasa agónicamente a octavos de final, a pesar de perder contra Japón. La selección saltó al campo sabiendo que evitaban a Marruecos si se pasaba a octavos como primeros de grupo. Y no sucedió. De hecho nos vamos a un lado del cuadro con varios monstruos. Hubo momentos del partido en el que estábamos fuera (cuando Costa Rica iba delante en el marcador).

Los cinco cambios de Luis Enrique no fueron especulativos y respondían a diversos criterios. Salimos a por el partido. Japón a verlas venir. Con su 5-4-1 confiaban en sus contras (escasas) y en la calidad de Kubo, su jugador más peligroso en la primera mitad (junto a Kamada). Esas dos líneas de nueve jugadores fueron decisivas en la segunda mitad, cuando tuvieron el marcador a favor.

El control era de La Roja. Tras un susto de Kubo, al inicio, llegó un remate alto de Busquets y un cabezazo de Morata. Los balones por alto eran el camino, había que aprovechar la ventaja de la estatura. Y el 0-1 vino de un excelente pase de Azpilicueta a Morata, quien picó abajo de cabeza. Llevábamos 10 minutos de juego (mientras Alemania marcaba a Costa Rica en el otro encuentro). 

JEWEL SAMAD AFP AS

A partir de este momento España anestesió el partido. Tan solo Nico WIlliams y Dani Olmo ponían chispa en el juego, bien respaldados por Azpilicueta y Balde. Mas no rematábamos. Mucho pasecito y ninguna terminación.

Lo mejor de España en esta fase era la recuperación tras la pérdida. Mordiamos e imposibilitábamos sus ataques. Los únicos sustos sufridos fueron errores nuestros, por ese empeño en sacar el balón jugado. Virus que también afectó a Unai Simón. ¿En qué Biblia está escrito que es pecado salir de la cueva con balones largos? Los otros sustos se debieron a la dureza japonesa, producto de su impotencia (se fueron al descanso con tres amarillas).

El solitario gol de Morata me parecía poca ventaja después de los primeros 45 minutos. España desaprovechó cerrar el partido y no originó ocasiones a continuación del tanto. No podía evitar pensar en el partido que Japón ganó a Alemania: también se fueron al descanso perdiendo por un gol (en aquel partido la primera mitad de Alemania fue de enmarcar, no así la de España).

Hubo tres cambios, dos de ellos (Kubo se quedó en el vestuario) y uno nuestro, Carvajal por Azpilicueta (asumo que por molestias). Y lo dicho en los párrafos anteriores se cumplió. Un balón atrás a Unai Simón, se la quita de en medio como puede, se la arrebatan a Balde (es su segundo error en este Mundial -en el anterior empató Alemania) y Doan empataba en el 48. Nuestro meta tampoco estuvo muy afortunado. A los dos minutos Tanaka hacía el segundo gol japonés, en otro fallo defensivo. Marcó prácticamente encima de la línea de gol. La revisión del VAR llevó su tiempo (tenían que decidir si el balón había salido fuera o no antes de que Tanaka la empujase a la red).

Luis Enrique reaccionó dando entrada a Ferran Torres y Marco Asensio por Nico Williams y Morata (asumo que tocado, porque otra razón es incomprensible).

Comentaba a La Mundana que Ansu Fati era nuestra gran baza. Me sorprendía que no se hubiese contado con él. Sucedió en el 67: se fueron Balde y Gavi y entraron Jordi Alba y Ansu Fati. Ellos también hicieron un cambio (se fue Kamada y entró un lateral para esa banda). Desafortunadamente mis esperanzas en Ansu Fati fueron en vano.

El segundo gol de Costa Rica nos dejaba fuera de octavos. Al rato empataba a dos Alemania y nos colocamos segundos del grupo. En el 85 Alemania marcaba el tercero. Seguiamos segundos a pesar de ir perdiendo. Y a todo esto no chutábamos (un par de tiros de Olmo, Alba y Asensio los obstaculizaron los defensas). Asensio a punto de cumplirse el 89 hizo uno de sus disparos desde la frontal que permitió al meta japonés lucirse. Luego Olmo, tras una pared con Ferran Torres, tuvo una buena oportunidad pero el portero bloqueó con facilidad. En estos pocos minutos y en los 10 primeros fueron los únicos en los que buscamos portería.

Se alargó el partido siete minutos. Alemania marcaba el cuarto. 

La victoria de Japón (2-1) los colocaba de líderes de grupo y España pasaba como segunda. Ellos contra Croacia y nosotros contra Marruecos, en una parte del cuadro que no me gusta nada (un daño colateral de esta derrota). De esa posible final España-Alemania la selección japonesa ha ganado a ambas. Mejor no lo han podido hacer. Como me escribía mi compadre Raimundo Fagner, el gran Zico -arquitecto del fútbol japonés- estaba exultante. No era para menos: es la primera vez que Japón pasaba a octavos en un Mundial.

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España y Alemania empatan en un gran partido

Catherine Ivill Getty Image AS

España y Alemania empatan (1-1) en un gran partido que permite un respiro a los alemanes. La victoria de Costa Rica sobre Japón (1-0), quienes a su vez habían derrotado a Alemania, ponía mucho más en valor el 7-0 que endosamos a los ticos. Ya apunté en la crónica de ese partido que esta avalancha de goles podría ser decisiva en caso de desempate. Mas no lo expliqué. En los Mundiales, que no en Eurocopas, prima la diferencia de goles y luego los resultados directos. Tener un +7 desde la primera jornada es un plus considerable. Prácticamente un punto más. Ahora España lidera el grupo con cuatro puntos mientras Alemania solo tiene uno. Japón y Costa Rica tiene tres cada una.

Luis Enrique tan solo presentó un cambio respecto al once del primer partido: Carvajal volvió a ser titular, en detrimento de Azpilicueta. Esto implicaba repetir con Rodri de inicio. Dio muy bien resultado frente a Costa Rica, pero tenía mis dudas sobre verle de central ante los alemanes. Aunque la lógica dicta no alterar lo que funciona. Por lo que la rotación en el lateral derecho se puede entender por la edad de ambos. De ser así lo confirmaremos en el tercer y último partido del grupo y en el siguiente de octavos (que le tocaría a Carvajal).

Alemania salió a la alemana intentando imponer su rodillo. Mucha intensidad. La Roja no parecía nerviosa, porque tocando nos íbamos. Una presión alta de Carvajal supuso la primera ocasión para Marco Asensio (no pudo afinar el tiro desde la frontal porque el pase llegó muy fuerte). Estaba a punto de cumplirse el minuto 4. Y dos después una buena combinación finalizó con disparo de Dani Olmo que Neuer desvió evitando el gol. El balón dio en el larguero y se fue a córner.

El juego se espesó. Ambos equipos presionaban y no dejaban jugar. Me preocupaba que Pedri estuviese eclipsado. Nuestra chispa surge de sus botas. Gundogan y Kimmich vivían pendientes del canario.

España no pasaba de la divisoria. Se jugó en nuestro mitad desde el 25 hasta una contra, fallada por Ferran Torres en el 33. La jugada se anuló por fuera de juego.

En el 40 Rüdiger cabeceó a la red una falta lateral. Se anuló por fuera de juego del central. El gol y su anulación me hizo pensar en la tensión doméstica de ida y vuelta en el hogar de mi amiga Mónica (su marido es alemán). Esta disparidad en los últimos años ha tenido un claro color español. Y si lo traducimos a nivel de clubes, nuestro Real Madrid ha ganado últimamente más Champions que su Bayern.

Al descanso se llegó con un justo 0-0.

En mi opinión para la segunda mitad debería entrar Morata por Ferran Torres (desacertado en el remate). No sucedió, Ocurrió en el 53.

Un error clamoroso en la salida de balón de Unai Simón a Pedri originó la ocasión más clara de Alemania. El trallazo de Kimmich, tras nuestra perdida, dio paso a una antológica intervención del meta, enmendando su error previo. Corría el minuto 56.

Y en el 62 Morata remató a gol un pase desde la banda de Jordi Alba. Hizo exactamente lo que pedía: rematar de primeras. No como Ferran que la tiene que controlar, dando tiempo al defensor para taponar. Golazo de Morata que nos ponía 1-0, ganando en carrera a su marca y protegiendo el golpeo con su cuerpo. Al poco llegaron dos cambios: se fueron Gavi y Asensio para dar entrada a Nico WIlliams y Koke.

El seleccionador alemán tardó en reaccionar al gol y a nuestros cambios. Su doble cambio no llegó hasta el 70.

Empezó una fase de asedio alemán, en parte propiciado por errores puntuales nuestros. Sobre todo en la salida de balón.

Entrabamos en los diez minutos finales justos de fuerza. Balde entró por Jordi Alba al filo del 82. El problema es que el asedio obtuvo su fruto y llegó por esa banda izquierda. Musiala, muy buen partido el suyo, recibe de Sané y se la pone a Fullkrug -uno de los cambios- quien fusila a Unai Simón en el 83. Disparó poco antes de pisar el vértice del área chica.

Se añadieron seis minutos. España controlaba el balón. Alemania ya no presionaba tanto. Pero nos ponían el corazón en un puño cuando tenían la posesión. Los últimos minutos se jugaron en nuestro campo salvo una arrancada de Nico WIlliams que tuvo respuesta en una contra de Sané (otro cambio).

Cazorla y otro comentaristas de TVE consideraban que habíamos visto el mejor partido del Mundial hasta el momento.Los «indiferentes» aún están a tiempo para subirse al carro de nuestra selección.

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España debuta goleando

Carl Recine Reuters AS

España debuta goleando en el Mundial. Justo tras la segunda sorpresa del campeonato, la derrota de Alemania ante a Japón. Nuestros otros rivales del grupo, aparte de Costa Rica.

Luis Enrique a priori acertó dejando a Carvajal en el banquillo y apostando por Azpilicueta. El madridista no está bien, como hemos comprobado en los últimos partidos de Liga. Para el acompañante de Laporte en el centro de la defensa se arriesgo con Rodri (para mi el sustituto natural de Busquets). No era la primera vez que el seleccionador lo colocaba ahí. Con Rodri primaba la salida de balón sobre la contundencia defensiva. Fue un acierto total. Y por la izquierda el indiscutible Jordi Alba. Si Busquets es insustituible para el seleccionador, también lo son Pedri y Gavi. No puedo estar más de acuerdo y Pedri es de los pocos jugadores que tenemos que pueden marcar diferencias. La titularidad de Marco Asensio no debería constituir ninguna sorpresa a raíz de las elogiosas palabras de Luis Enrique tras la pachanguita frente a Jordania. Lo de Ferran Torres y Dani Olmo tiene muchas lecturas y siembra dudas sobre el estado físico de Morata y Ansu Fati (otro que puede marcar diferencias).

La Roja salió enchufada. Dos oportunidades a las primeras de cambio. Y a la tercera fue la vencida, 1-0 a los 10 minutos. Gavi filtró un pase que tropezó en uno de los centrales ticos. El balón llegó a Dani Olmo quien controló y usó su cuerpo de pantalla para protegerse del defensor. Esta maniobra permitió que encarase a Keylor Navas. Al que batió. Y 10 minutos después el 2-0. Un balón largo a Jordi Alba quien la pone en el área donde Marco Asensio volea con el interior de su pie izquierdo. Tuve la sensación que Keylor pudo hacer algo más. En la repetición se ve que toca el balón y mi sensación la confirmó Iker Casillas. Nueve minutos más tarde Alba se interna en el área y recibe una patada por detrás. El penalti lo transformó Ferran Torres. 3-0 en solo media hora de juego. Costa Rica no nos había rematado todavía. Su primer acercamiento a nuestra área fue en el 33 (y terminó en fuera de juego).

España levantó el pie del acelerador. El repliegue era para buscar las espaldas del rival y lanzar las contras. Con posesión, nuestro juego era más pausado, asegurando el control. La velocidad y la profundidad era para los metros finales.

El 3-0 al descanso era fiel reflejo de la brillante primera media hora de España. De lo que he visto del Mundial hasta ahora, y sin haber jugado Bélgica, Brasil, Portugal y Uruguay, puedo afirmar que esta media hora es de lo mejor del campeonato. Junto a la solvencia de Inglaterra, la primera parte de Alemania (aunque acabaron perdiendo en la segunda mitad), el arranque de Arabia Saudita en la segunda parte (remontaron el partido ante Argentina en cinco minutos) y la primera parte del Senegal-Países Bajos (0-0). No vi la segunda en la que los de Van Gaal ganaron en los minutos finales. Fui a una de las presentaciones de esta semana (me pasó lo mismo con el encuentro de Francia que no vi, así que no puedo opinar sobre la vigente campeona).

Costa Rica hizo un cambio y España ninguno.

Asensio tuvo el cuatro gracias a una arrancada de Azpilicueta que le vio desmarcado en la frontal. El cuarto gol llegó en el 53 de las botas de Ferran con la inestimable colaboración de la defensa. La constancia de nuestro delantero es digna de elogio. Estuvo listo y marcó. Al poco Morata entró por el doble goleador. También Soler por Pedri.

Llegábamos a la hora de juego y Unai Simón seguía inédito.

En el 63 otro doble cambio español: salían Busquets y Alba, entraban Koke y debutaba Balde. CInco minutos después Nico Williams, en el quinto cambio, sustituía a Asensio.

El 5-0 de Gavi se origina con una veloz arrancada de Balde, que se la filtra a Morata. El delantero se encuentra con Keylor, intenta superar su salida, no puede regatear y se escora. No ceja en su empeño y se empeña en recuperar el balón. Lo consigue, levanta la cabeza y ve a Gavi entrando por el centro. Se la pone y el azulgrana la enchufa con el exterior desde la frontal. Minuto 75.

A un minuto del final (sin contar el descuento) Soler anotaba el 6-0, Se escapó Nico Williams por la banda derecha. Su intencionado centro fue despejado por Keylor Navas. El rechace lo recogió Soler para anotar. Y se añadieron ocho minutos de juego. Minutos de pesadilla para Costa Rica y qué mejor prueba que el 7-0 de Morata, en el segundo minuto del alargue.

El 7-0 probablemente sea la goleada de este Mundial. Pero ojo que esta deslumbrante España no ha ganado nada. Lo digo por aquello de no echar las campanas al vuelo. Hay que mantener los pies en la tierra. Pero podemos, y debemos, disfrutar de la alegría por este partido. Nuestro triunfo más claro en un Mundial.

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El Real Madrid pierde su imbatibilidad en Leipzig

Víctor Carretero realmadridcom

El Real Madrid llegaba con cinco bajas a Leipzig, la ciudad donde Bach vivió los últimos 27 años de su vida y donde está enterrado. Tres de los cinco son titulares (Modric, Fede Valverde y Benzema) y dos suplentes (Ceballos y Mariano). Ancelotti recurrió a tres jugadores del Castilla para completar la convocatoria.

Los once elegidos eran los esperados en medio campo y delantera. La sorpresa vino en defensa: Lucas Vázquez y Rüdiger en los laterales y Militao y Nacho de centrales.

Alineación

El inicio del partido fue sintomático. Era como si el Madrid no hubiese saltado al campo. Al minuto Courtois impidió que André Silva hiciese el 1-0. La jugada por nuestra banda derecha tuvo a Lucas Vázquez despistado. Sobre el 10 el Madrid parecía haber despertado después de dos intentos, de Tchouaméni primero y luego de Rodrygo. Fue un espejismo. Porque en el 12 Gvardiol marcó el primer gol. Botaron un saque de esquina, Silva remató a bocajarro, Courtois salvó, mas el rechace se lo llevó Gvardiol. Tres minutos después Nkunku tuvo el 2-0. Un balón despejado en largo lo corrió por nuestra banda derecha. Courtois salió a la desesperada fuera del área. Lo suficiente para molestar y ladear al delantero. Su remate lejano no entró por poco, dio por fuera en el lateral de la red pegado al poste. A los dos minutos otro paradón de Courtois. Y en el 18 en otro córner Nkunku anotó el 2-0 con un potente disparo que se estrelló en el interior del larguero y se coló en la portería.

La cuestión era cuánto tiempo aguantaría el RB Leipzig ese ritmo tan alto. Nos veíamos desbordados. Un gol nos metería de nuevo en el partido. Pero no llegabamos a la portería rival.

Un balón en profundidad de Vinicius a Rodrygo en el 54 fue nuestra primera ocasión clara. Rodry se plantó por nuestra banda izquierda en el área y buscó la escuadra del palo corto (un remate muy brasileño). El meta local se lució despejando a córner. A esta jugada siguió una racha de saques de esquina consecutivos. En uno de ellos, en el 36, Vini pudo marcar. Blaswich volvió a lucirse. Y en el 44 el gol de la esperanza. El del 2-1 con el que se llegaría al descanso. Marco Asensio se fue por la banda derecha y metió un pase al área. Vinicius, en la posición de nueve, cabeceó a la red casi sin saltar. Era su octavo gol de la temporada, el tercero en esta Champions.

Antonio VIllalba realmadridcom

Ancelotti no efectuó cambios para la segunda mitad pero sí modificó posiciones en defensa. Nacho pasó al lateral y Rüdiger al centro.

Nkunku era un diablo. Se notaba que tiene ganas de fichar por el Madrid.

Al filo del 53 Tchouaméni robó en la línea de tres cuartos alemana. Combina con Vinicius que se la devuelve. El francés remató desde la frontal y un defensa bloqueó su intencionado disparo. Tres minutos después Lucas Vázquez, incorporado al ataque, se luce con un sombrero en el área mas estropea la jugada con un mal centro a nadie. Un par de minutos más tarde Lucas Vázquez volvió a protagonizar una internada por su banda. De nuevo falló en el centro. Esta vez fue demasiado fuerte. Carvajal comenzó a calentar.

En esta fase dominaba el Madrid, buscando el empate. Pero no creábamos ocasiones.

En el 67 triple cambio local y doble cambio del Madrid. Entraron Carvajal y Alaba por Lucas Vázquez y Nacho. De sus tres cambios dos fueron ofensivos: entraron dos delanteros, Dani Olmo y Timo Werner. El español, recuperado de su lesión, debutaba en esta Champions.

En el 70 Werner en su primera intervención nos metió el susto en el cuerpo. Fue una contra tras una pérdida en la izquierda de nuestro ataque.

Las imprecisiones en los pases de nuestros medios daban alas a los alemanes del Red Bull. Y en ataque Vini no recibía apoyos desde atrás. Los centrocampistas no llegaban.

En el 75 Hazard entraba por Kroos.

Ya en la zona Pintus, min. 79, Hazard combina con Asensio y este se la pone a Vinicius. El brasileño tuvo el empate. Su remate en carrera al primer palo se fue fuera por poco. Y dos minutos después Werner a puerta vacía marcó el 3-1. Fue una contra veloz del lateral Simakan por su banda derecha y que remachó el delantero entrando por el costado contrario. Ellos parecían nosotros: de una ocasión se pasó a su gol y en la zona Pintus nos desbordaron. Es raro ver al Madrid, con Courtois, perder 3-1. Pero estaba sucediendo.

Otro balón largo en el 87, a Dani Olmo, propició una oportunidad para el descabello.

El técnico alemán hizo el quinto cambio en el 89. Retiró a Simakan, que se marchó ovacionado por su público. Había anulado a Vini en banda. Y dio el pase del tercer gol en una jugada que protagonizó con su carrera.

Vini aprovechó la ausencia del 2 alemán. Se fue y Rodrygo forzó un saque de esquina. Se sacó y le hicieron penalti a Rodrygo. El propio Rodrygo transformó la pena máxima en el último segundo del descuento. 3-2 y ni siquiera se sacó de centro.

El Madrid maquilló el resultado en un partido que deja muchas dudas, perdió su imbatibilidad y aún necesitamos un punto para ser primeros de grupo. Me quedo con dos datos estadísticos negativos. El primero que solo hicimos dos faltas en la primera mitad. Y el segundo, el más preocupante, es que perdimos el 77% de los duelos individuales.

P.D. para… (ellos saben quienes son): Mendy es indispensable en defensa y en apoyo a Vinicius. Un amigo que no lo aprecia me profetizó que terminaría hablando de la Mendydependencia….

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Las incongruencias de Luis Enrique tienen premio: España a Catar 2022 (el Mundial que deberíamos boicotear)

Marca

Raúl de Tomás es el mejor ejemplo de las incongruencias de Luis Enrique. Ha pasado de ser ignorado y no ir convocado a ser llamado gracias a un rosario de lesiones y ha terminado siendo titular en los dos encuentros decisivos para la clasificación a Catar 2022. ¡De traca! Me alegro por el delantero. Y respecto al seleccionador ya sabemos que tiene sus manías. Debemos respetarlas y dejarle hacer. Aunque algunas clamen al cielo, como ésta de RdT o la de los dos centrales zurdos o poner de titulares en La Roja a reservas en sus equipos o Marcos Llorente de lateral derecho. El balance se debe hacer al final de las competiciones. De momento va cumpliendo etapas y objetivos. Algunos con nota, como ser semifinalista de la Eurocopa o finalista de la Liga de Naciones. Ahora acaba de lograr la clasificación para el Mundial de Catar 2022 (ese mismo que deberíamos boicotear). 

El partido ante Suecia tenía miga. Mucha. Eso de que con el empate vale siempre es un arma de doble filo. Luis Enrique, consciente del tema, pidió tras la victoria en Grecia el apoyo del público sevillano. Y estos respondieron llenando La Cartuja y animando sin cesar. El culé Gavi, natural de Los Palacios (Sevilla), fue el más ovacionado. Es el nuevo ídolo local. Es de destacar el crecimiento de este joven jugador (17 años).

España salió a por el partido. Con ganas. Tocando. Pero sin crear peligro ni ocasiones. Fallaba la jugada final, el último pase. Apenas se remataba. Tanto es así que la primera oportunidad fue sueca. De Forsberg en el 15. El compañero de Dani Olmo en el Leipzig arrancó desde la izquierda y superó a varios de los nuestros. Chutó desde la frontal y se fue fuera por milímetros. De España tan solo un buen disparo de Sarabia que se fue alto por encima de la escuadra. A partir del minuto 30 Suecia volvió a acercarse a nuestra portería. A partir de un error de Unai Simón que intentó regatear a Kulusevski a un metro de la línea de gol. En el 36 Pau Torres despejó in extremis cuando Isak estaba a punto de empujar la pelota a la red. Y en 38 Forsberg de nuevo, esta vez desde la derecha, empalmó de volea y se fue rozando el poste con Unai Simón superado. Antes el sueco había protagonizado otra arrancada, esta vez desde el círculo central que terminó con un remate peligroso desde la frontal.

No hubo cambios en ninguno de los dos combinados. A Ibra le vimos calentar desde finales de la primera mitad.

La primera ocasión de la segunda mitad fue de Suecia. La tuvo Isak, que aprovechó un error de Azpilicueta en un pase horizontal en el que robaron el balón y se la pasaron a Isak.

En el 51 España botaba su tercer córner, tras otra buena internada de Jordi Alba. El remate de cabeza de Raúl de Tomás al palo largo pudo ser el 1-0. Se fue fuera por muy poco, con el meta superado.

Nos acercábamos a la hora de juego y la tónica era la misma; nuestra banda izquierda funcionaba (Alba y Sarabia) pero los centros no eran buenos o eran interceptados por la defensa sueca. Cuando volcamos el juego por la derecha (Azpilicueta y Olmo) sucedía lo mismo. 

Los cambios de Sarabia y Raúl de Tomás en el 59 me sorprendieron. Suponía que los sustituidos serían Carlos Soler y Olmo. Entraron Morata y Rodrigo Moreno. Lo de Rodrigo no lo entiendo. Teniendo a Brahim en el banquillo, que se está saliendo en Italia

La presencia de Morata aportó movilidad al frente del ataque (como en Grecia). Buenos movimientos que presagiaban logros mayores (que no logró en Atenas).

La mejor noticia para España nos la dio el seleccionador sueco, Andersson: en el 63 retiró a su mejor jugador (Forsberg) y a Kulusevski (que nos había dado algún susto).

Ibrahimovic entró por Isak (otro peligro) en el 72 y Mikel Merino sustituyó a Soler. 

Entrábamos en los 10 minutos finales con el partido roto. Ellos nos buscaban las costuras con velocidad y balones largos. Nosotros intentábamos pausar el ritmo. Algunas acciones de Morata (un remate alto, una contra) ponían picante. 

Y de repente un trallazo de Olmo desde fuera del área, desde la banda izquierda, se estrella en el larguero. Era nuestro primer remate que no iba a fuera. Morata, el más listo de la clase, se hace con el rechace. Controla y la empuja a la red por encima de Olsen, que se estaba levantando del suelo tras la estirada al disparo de Olmo. Era el minuto 87.

En el 89 se retiraban Dani Olmo y Gavi, entrando Brais Méndez (otra incongruencia) y Rodri.

Se añadieron cuatro minutos. Y en el primer minuto pudieron empatarnos. Dos córners consecutivos en ese minuto fue lo más señalado del ataque sueco. 

El 1-0 final nos clasifica directamente para ese Mundial de Catar 2022 que deberíamos boicotear. Se tiene más fuerza llamando al boicot estando clasificado. ¡Que se juegue pero en otra sede! Todo lo que rodea a este próximo campeonato apesta. Y ya le ha costado la cabeza a un presidente de la UEFA (el francés Platini) y al de la FIFA (Blatter). 

 

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Adiós a Tokio 2020

Tokio 2020 dice hoy adiós con la ceremonia de clausura de las 13:00 (hora española). La participación española se cerró de forma dolorosa: los del waterpolo perdieron el bronce ante Hungría esta madrugada. Antes Ayad Lamdassem a sus 39 años (cumple 40 en octubre) nos hizo vibrar en la maratón, dominada por ese fenómeno que es el keniata Kipchoge. Nuestro plusmarquista estuvo en la pelea por la plata y el bronce hasta el último kilómetro, formando parte del grupo de cuatro atletas que perseguían en vano a Kipchoge (36 años). Nuestra última medalla, ayer, fue la de plata de fútbol. Perdimos la final ante la Brasil del incombustible Dani Alves (38) en nuestra tercera prórroga consecutiva. No hice crónica porque el partido fue un tostón y los errores de nuestro portero, de los centrales, de Vallejo en el gol del triunfo brasileño, la inoperancia de Marco Asensio y Dani Olmo, los errores del seleccionador De la Fuente, eran para hacer sangre y no me apetecía. Con estas líneas despacho la triste final, que sí supuso la medalla 17 de la delegación española en estos JJOO. Una plata que sabrá mejor pasado el tiempo.

Medallas España AS

El balance final de España está maquillado por las 17 medallas. La realidad está más cerca de los pocos oros (3) y de la pobre posición en la clasificación general (22). Son el mismo número de medallas que en Río 2016, que supuso un leve retroceso, pero con bastantes menos oros (las 3 de ahora frente a las 7 de entonces). Barcelona 92 supuso el despegue del deporte olímpico español. Hasta entonces nunca habíamos pasado de la media docena de preseas. Esos Juegos aún siguen marcando nuestra cima: 22 medallas con ¡13 de oro! La única vez que hemos estado entre los 10 mejores, con un excelente sexto puesto. Entonces no gobernaban nuestros patriotas de pacotilla que al año siguiente acuñaron lo del váyase, Sr. González

Estos Juegos han confirmado, más bien reconfirmado, el excelente momento del deporte femenino español.  Y con las dos finales perdidas, fútbol masculino y waterpolo femenino, se amplía a nueve finales la mala racha para nuestros deportes de equipo. El último oro, la última final ganada, data de Atlanta 96 (waterpolo masculino). Cuatro años antes en Barcelona 92 ganamos las finales de fútbol y hockey fem. 

Finales Marca

En este breve resumen no puede faltar la mención a Ricky Rubio. Su torneo ha sido excepcional. Dos datos avalan esta afirmación: elegido en el quinteto titular y máximo anotador del certamen, superando a Durant y a Doncic.

En el cómputo global dos hechos me llamaron poderosamente la atención. Uno fue el oro compartido en salto de altura por los atletas italiano y catarí. Empatados técnicamente se les ofreció la posibilidad de desempatar y seguir saltando. A la pregunta de qué pasaba si renunciaban les dijeron que ambos serían medalla de oro. No lo dudaron. Más vale oro en mano… No recuerdo un caso parecido en unos JJOO. Algunas voces criticaron esta decisión por falta de competitividad, alegando que la esencia del espíritu deportivo es ser el mejor. Vale, pero entre los valores del deporte y el olimpismo está el buen rollito, la confraternización. Y este triunfo a medias, pactado, es el mejor símbolo de dos rivales en el tartán y amigos fuera del mismo. El otro aspecto es el de las prueba mixtas. Sucedió en tiro (donde en esta nueva modalidad ganamos el oro) y en las carreras de relevos mixtas de natación y atletismo. Si no me falla la memoria debe ser la primera vez. Solo recuerdo los dobles mixtos del tenis y la hípica (y quizás en regatas de vela). Para mi, esto del tiro y sobre todo lo del atletismo y la natación, supuso toda una novedad. En las pruebas de relevos de atletismo la fórmula escogida para correr fueron las de los chicos en el arranque y en el final, con las chicas en la segunda y tercera posta. 

Tokio 2020, celebrado en 2021 sin público en las gradas por la pandemia, da paso a París 2024. Un ciclo de tan solo tres años naturales. Otra novedad…

P.D.: Otra reconfirmación es la extensión de la edad de los deportistas. A los ya mencionados en esta entrada hay que añadir a nuestras medallistas Sandra Sánchez, Maialen Chourraut y Teresa Portela o nuestros Saúl Craviotto (plata en el K4 500), Raúl Entrerríos (bronce en balonmano), Rudy Fernández, Marc y Pau Gasol. Añadan a Allyson Felix, los tres mejores tenistas de los últimos años (Djokovic, Nadal y Federer) de los cuales solo el serbio estuvo en Tokio 2020 o ya fuera de los JJOO el gran Lebron James (36 años). Son tan solo un puñado de ejemplos (añadan futbolistas como Messi, Sergio Ramos, Cristiano Rolando, Chiellini, Ibra, etc.).

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España a la final de fútbol

Kim Hong Reuters AS

El seleccionador Luis de la Fuente confirmó la titularidad de Rafa Mir, era un clamor popular, tras sus tres goles en cuartos de final. Las otras dos variantes también fueron las lógicas: Óscar Gil volvía a la titularidad en el lateral derecho superado su partido de sanción y Cucurella por la izquierda.

A los cinco minutos una internada de Cucurella propició la primera oportunidad. Su pase lo cabeceó forzado Mikel Merino en el otro palo. Se fue alta.

Hasta el minuto 7 Japón no pasó de la divisoria del campo. Nuestros dos medios centros, Merino y Zubimendi, dominaban el encuentro. El 4-2-3-1 era nuestra disposición sin pelota. En ataque podía convertirse en 4-3-3 e incluso en 4-2-4. En algún momento vimos un 2-3-3-2 con los laterales adelantados y los medio centros en columna.

Merino volvió a hacer daño en el 9, más su tiro, desde las inmediaciones del punto de penalti, fue bloqueado por un defensa.

Óscar Gil en el 12 vio la amarilla. Robó bien un balón en la divisoria de ambos campos, se lo pasó rápido a Oyarzabal. Lo perdió en un regate fallido y el lateral se vio forzado a hacer falta para evitar la contra. Un par de minutos después un balón largo de Eric García, desde nuestra adelantada línea defensiva, a Rafa Mir pudo tener recompensa en el marcador. El meta local, atento, se adelantó y desbarató la acción. Esta variante era muy acertada, dando otro aire a nuestro habitual, y a veces cansino, juego de pases.

Mediada la primera parte España levantó el pie del acelerador y Japón respiró. Este aire que cogieron los nipones les sirvió para afianzarse defensivamente. Nos atascábamos a escasos metros de la frontal de su área y fallábamos en el pase a las bandas.

A la media hora volvimos a las buenas costumbres: Cucurella cambió la orientación del juego, de banda a banda. Gil combinó con Pedri y Oyarzabal remató alto. Hacía 10 minutos largos que no creábamos peligro ni buscábamos portería.

Rafa Mir la tuvo en el 38. El portero Kosei Tani, de nuevo, se adelantó y achicó la meta. Mir no le pudo superar en el mano a mano y su remate se estrelló en el muslo del portero, que atrapó su propio rechace. Era la ocasión más clara del partido hasta ese momento.

Se alcanzó el intermedio con el 0-0 inicial. En la semifinal anterior tampoco hubo goles (se impuso Brasil a México en los penaltis). Nos quedaban 45 minutos para romper esta mala racha de goles en estas semifinales de Tokio 2020. O la prórroga.

En el descanso Vallejo sustituyó a Óscar Gil (asumo que por la tarjeta). ¿Pasaría la B a jugar con tres centrale? Pronto vimos que no.

Comentaba el gran Chapi Ferrer (oro en Barcelona 92), en La 1, que deberíamos colgar balones al área, que para eso teníamos a Rafa Mir de delantero centro. ¡Exacto! Me alegra mucho que un baluarte del Barça también vea esto. Y no se enrede con lo de la posesión.

Merino vio tarjeta en el 49.

Un par de ocasiones aisladas de Japón nos puso el corazón en la boca. Fueron producto de balones en profundidad y acciones individuales.

En el 55 penalti a favor de España. Cucurella mete un balón al área. Merino no llega de cabeza. Pero se hace con el rechace del defensa. Maya le derriba. Y ve la amarilla. Tras la revisión del VAR se anulan la pena máxima y la tarjeta. Fue nuestro jugador quien golpeó la pierna del rival. Acto seguido doble cambio en España: salen Dani Olmo y Mikel Merino para que entren Carlos Soler y Javi Puado. Lo de Merino supongo que también sería por la amarilla.

Avanzaban los minutos y el tedio se apoderaba de mi. No pasaba nada. No teníamos profundidad ni chispa. Quizás era el momento de Marco Asensio como revulsivo. Según pensaba esto lo dijo Ferrer.

Un pase fallido de Pedri, en el 75, rebota en un defensa y le llega a Rafa Mir. El portero una vez más con su salida evita el gol.

Japón no se cortaba, como en la primera parte. En pocos toques se plantaba arriba. Físicamente parecían más enteros que los nuestros. Al menos corrían más.

Marco Asensio entró al filo del 83 por Pedri (no tuvo su día, aunque su presencia siempre preocupa al rival). Asensio llevaba casi tres minutos en la banda esperando para salir.

Un córner en el 86 dio lugar a un par de oportunidades, aprovechando rechaces y rebotes. A continuación otra ocasión de Rafa Mir en un error defensivo. Desde el lateral del área chica disparó al palo corto. Nuevamente el portero japonés achicó bien y la mandó a saque de esquina. Anteriormente un disparo en una posición similar de Kubo fue despejado por Unai Simón. El de Rafa Mir fue raso y el de Kubo iba a la escuadra.

En el 89 otra ocasión. Un balón largo a Asensio, controla y pasa a la banda izquierda. donde Puado cabeceaba para Oyarzabal, quien remata centrado. Una bonita jugada y otra ocasión desperdiciada.

A los dos minutos de los cuatro de añadido Asensio disparó alto desde fuera del área. Cumplido el descuento Zubimendi se ve forzado a agarrar a un rival para evitar la contra. La amarilla cerró el partido. Nos íbamos a la prórroga. Como en la anterior semifinal. Sería nuestra segunda prórroga consecutiva.

El seleccionador japonés efectuó un doble cambio para afrontar la media hora extra. Sorprendentemente retiró a Kubo, el mejor de los suyos junto al guardameta.

Ferrer volvía a recordar la existencia de Rafa Mir en la punta de ataque, ignorado por sus compañeros que no le abastecían de balones.

Moncayola entraba por Zubimendi poco antes de cumplirse el 97.

Asensio muy activo desde su entrada suplía el bajón de Oyarzabal.

En el 100 Rafa Mir se fabricó una ocasión. Quizás debió pasar a Puado. Mas un nueve siempre tiene el gol entre ceja y ceja. Su remate se fue fuera. Al minuto nos dieron otro susto: un delantero se coló entre nuestros centrales y la cabeceó. Se fue arriba. Afortunadamente.

En el minuto añadido por fin le pusieron un balón a Rafa Mir. Fue Cucurella. El delantero cabeceó centrado, imponiéndose en el salto a su marcador.

El marcador tampoco se movió en estos primeros 15 minutos de la prórroga. Brasil seguía esperando conocer quien sería su rival en la final.

Miranda sustituyó a Cucurella para los segundos 15 minutos. Nuestro último cambio.

Vallejo vio tarjeta en el 109. Se le había escapado el extremo de su banda.

A 10 minutos del final olía a penaltis, como en la otra semifinal. Marco Asensio demostró no estar de acuerdo con mi olfato. Porque a cinco minutos del final se fabricó el gol de la victoria desde la derecha rodeado de tres defensores. Su zurdazo, a media distancia entre los dos vértices de las áreas, se coló por el palo largo. ¡Un golazo!

En los último cinco minutos tiramos de oficio y de técnica. El cuerpeo de Rafa Mir también contribuyó a jugar con el reloj. Pudimos ampliar el marcador en una contra (tres nuestros contra uno suyo), con su portero en nuestra área donde había subido para intentar rematar un saque de esquina. El pase desde la banda a uno de nuestros dos jugadores, que entraban por el centro, fue tan malo que le llegó al único defensor.

Brasil defenderá su oro de Rio 2016 contra España el sábado a partir de las 13:00. Nosotros ya tenemos garantizada una medalla, que no obtenemos en fútbol desde que perdimos la final de Sydney 2000 frente a Camerún (a los penaltis). Veremos como recuperamos…

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Fútbol a semis: España 5 Costa de Marfil 2

El España 5 Costa de Marfil 2 fue el epílogo del mejor día de España en Tokio 2020, hasta el momento. La jornada del sábado arrancó con nuestra primera medalla de oro. La de Alberto Fernández y Fátima Gálvez en trap mixto, modalidad que se estrenaba en estos JJOO. Sin ser especialista en tiro, se podría decir, por entendernos, que es un tiro al plato moderno. El éxito continuó con el bronce de Pablo Carreño, derrotando a Djokovic. Gran debut olímpico del tenista asturiano. El cuadro parecía enfocado a una final Djokovic-Medvedev, los numero 1 y 2 del ranking. Carreño los derrotó a ambos. Al ruso en cuartos y al serbio hoy, en tres sets. Ganó el primero (4-6), perdió el segundo en el tie-break y ganó el tercero 3-6 con su sexta bola de partido. Carreño, el superviviente de la Armada española, ha sido nuestro único tenista que ha dado la cara (la desgracia de Paula Badosa entra en el departamento de los infortunios y no en el del rendimiento). Contábamos al menos dos medallas. Este bronce sabe a gloria, sobre todo teniendo en cuenta al rival al que se ha derrotado para conseguir la presea.

AS

De la Fuente introdujo dos cambios, en la defensa. Uno, forzado por las tarjetas de Óscar Gil y el otro, sentando a Cucurella. Dio entrada a Miranda y forzó la reaparición de Mingueza. Craso error y más teniendo en cuenta el tremendo calor y el poderío físico del rival. Tanto es así que invocó a la mala suerte: a las ocho minutos Mingueza cayó lesionado y tuvo que ser sustituido. Salió Vallejo cuando los marfileños se disponían a botar un córner. Otro grave desacierto. Es de primero de entrenador no realizar cambios antes de un saque de esquina en contra, por los desajustes defensivos que puede provocar la sustitución (te esperas, aunque estes en 10). Como así fue: un despiste de los centrales, Pau Torres y Eric García, a lo que hay que añadir la pasividad de Unai Simón, supuso el 0-1. Puedo decir y digo que esto fue un autogol de De la Fuente.

El gol rival nos dejó grogui. Poco a poco fuimos recuperando y volvimos a tomar la iniciativa. Aunque no metíamos el pie, rehuíamos el choque. Era como si fuésemos niños jugando contra hombres.

La confirmación de la mejoría llegó, al filo de la media hora de juego, con el tanto del empate. Dani Olmo entró veloz por la izquierda del área chica y remató con destreza, usando sutilmente la puntera, sorprendiendo al portero. Era su primer gol del torneo (ha necesitado cuatro partidos de titular) y aprovechó con talento y maestría el excelente pase cruzado de Mikel Merino, desde el pico derecho del área grande. ¡Merino está siendo un baluarte, uno de los mejores de la selección!

Poco antes del descanso se anuló un gol a Oyarzabal. Una pena, porque la jugada había sido preciosa: un pase largo de Pau Torres a Miranda, quien corre la banda y se la pone a Oyarzabal en las inmediaciones del punto de penalti. Mas el punta vasco estaba en fuera de juego.

Al poco de arrancar la segunda mitad Merino estrelló un disparo en la madera. Una mala salida de balón de la defensa rival y nuestra presión alta provocó su perdida a pocos metros de la frontal del área. Era la mejor demostración que España mostraba otra cara. Volvíamos a nuestra mejor versión: presionando, no rehuyendo el choque (ahora eran ellos quienes se quejaban de nuestras entradas), corriendo y buscando profundidad en las jugadas. Faltaba, como no, el gol. Tan solo desentonaba Marco Asensio, sin garra ni chispa. No está siendo su torneo. Fue sustituido en el 67 por Bryan Gil.

Pasaban los minutos y seguía sin llegar el 2-1. España cayó en el manierismo del pase corto, abusando de intentar entrar por el centro. Nuestro pecado mortal. Incomprensible, teniendo a Bryan Gil en una de las bandas, desaprovechando la calidad de Oyarzabal y el regate de Olmo (amarilla en el 69).

En el 78 el central Bailly, autor del gol de Costa de Marfil, evitaba la ocasión más clara de esta segunda mitad. Su pie evitó que el balón llegase a Pedri y Oyarzabal, desmarcados en el área pequeña. Un minuto antes Eric García había cortado con falta una contra muy peligrosa, Vio la amarilla.

En el 89 la tuvo Oyarzabal. Y un minuto después nos la clavaron. A Vallejo se le va Gradel y Unai Simón se traga su disparo desde el vértice izquierdo del área pequeña. 1-2. Estábamos eliminados.

Se añaden cinco minutos y De la Fuente retira a Merino para dar entrada a Rafa Mir. Cambio milagroso, porque en su primer balón empataba. Aprovechó el fallo en el despeje de los dos centrales y remató a bocajarro el balón al que no llegó de cabeza. No estaba en fuera de juego porque la pelota le llegó rechazada del central que falló despejando. El desacierto inicial del seleccionador quedaba compensado con este golpe final. El 2-2 en el segundo minuto del descuento prácticamente aseguraba la prórroga.

Miguel Morenatti AS

Los 30 minutos adicionales eran una importante carga física para ambos equipos. 

Si en los 15 minutos finales De la Fuente se desgañitaba, desde la banda, pidiendo que jugasen con Bryan Gil, en el arranque de la prórroga los suyos seguían ignorando al extremo. 

Costa de Marfil estuvo más incisiva hasta que a los cinco minutos botamos un saque de esquina y reclamamos penalti por mano de Bailly. El VAR revisó la jugada y el árbitro acudió al monitor. La cara del defensa marfileño era un poema, anticipo de la pena máxima que estaba a punto de señalarse. Oyarzabal impecablemente ponía el 3-2 en el marcador, transformando el penalti. Minuto 8 de la prórroga.

Ahora sí era momento de abusar de los pases cortos, para asegurar la posesión y dejar que el reloj corriera. Tener la pelota es la mejor defensa. 

En el 102 un Pedri exhausto dejaba su sitio a Carlos Soler. Y al poco otro error de Unai Simón, en este caso en la salida de balón, casi nos cuesta un gol. Menos mal que el delantero estaba en fuera de juego (y su remate se fue fuera al lateral de la red).

Con Merino y Pedri fuera Zubimendi y Oyarzabal sujetaban el fuerte. Soler aportaba la frescura de sus piernas, mientras seguíamos ignorando a Bryan Gil.

El primer cuarto de hora de la prórroga terminaba con el 3-2 en el marcador. España efectuó un doble cambio en el intervalo: Cucurella y Moncayola por Miranda y Zubimendi. Buen partido de ambos, que se retiraron agotados. Lo habían dado todo.

Costa de Marfil apretaba buscando su tercer tanto. Nuestra banda izquierda, con Cucurella y Bryan GIl, comenzó a carburar en las contras. Rafa Mir seguía siendo un dolor de muelas para su defensa. Caía por ambas bandas y le mandaban balones largos.

En el 114 Bryan Gil intentó un control-pase a Rafa Mir, mas no le  salió. De haberlo logrado podría haber sentenciado el encuentro. Tn solo tuvimos que esperar tres minutos: Rafa Mir, en una posición parecida a la del segundo gol rival, anotaba desde la derecha el 4-2, tras una buena combinación entre Olmo y Oyarzabal, quien arrancó la jugada sobre la cal de la banda y la divisoria de ambos campos. Superó a un oponente y se fue para arriba. En el 120 Rafa Mir lograba el 5-2, de nuevo después de una jugada de Oyarzabal. Era su tercer gol del partido. El suplente Rafa Mir, héroe de estos cuartos, sumaba más goles que Olmo y Asensio juntos. 

El 5-2 definitivo nos clasificaba a semifinales. Como dicen en los medios, una doble bala para lograr una medalla. Si ganamos, la plata está asegurada. Si perdemos, nos quedaría el partido por la de bronce. A la hora de escribir estas líneas no conocemos quién será nuestro rival. ¿Japón o Nueva Zelanda?

¡Estar en semifinales es un éxito! Y sobre todo por como se ha dado este partido de cuartos. Con las desgracias iniciales de la lesión y el gol en contra y su tanto en el 90 que a priori nos eliminaba. 

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España 1 Argentina 1: a cuartos como primeros de grupo y ellos eliminados

AS

Una pena que el decisivo Argentina-España de fútbol coincidiese con el penúltimo partido del grupo de las guerreras del agua (España perdió por un gol ante Paíse Bajos, que complica el cruce de cuartos de final). En el once de De la Fuente dos novedades: entraban Mikel Merino y Marco Asensio.

Temía la dureza argentina. Uno de sus centrales, Neuhén Pérez, se descaró muy pronto. Le perdonaron la amarilla al poco de iniciarse el encuentro. A los nueve minutos vio la tarjeta. Oyarzabal, nuestro delantero más incisivo, sufrió varias tarascadas del otro central, Facundo Medina

Cucurella, en sociedad con Pedri, subía bien la banda izquierda. Pero una vez más careciamos de pegada. Oyarzabal era el único que buscaba el disparo de puerta. Sin fortuna. Es como si esta crónica fuese una copia de las dos anteriores: mucha posesión (72% en la primera mitad) y poca chicha. Finalizado el partido el porcentaje bajó al 66%.

En el 26 dos jugadas polémicas en la misma acción: un brazo en el área argentina y el rechace llega a Oyarzabal que es trabado cuando se disponía a rematar. No se pitó nada y se botó el saque de esquina. 

Al descanso se llegó con el 0-0. A los tres minutos de la reanudación Dani Olmo falló la ocasión más clara del partido hasta ese momento. Estaba solo. Oyarzabal le había dado el llamado pase de la muerte. Al poco el propio Oyarzabal la tuvo, en una jugada que se fabricó el mismo. Su remate desde el vértice del área se le fue alto.

En el 52 el medio Fausto Vera vio la amarilla. 

Las ganas y el ritmo que imprimían algunos de nuestros jugadores, en el arranque de esta segunda mitad, contrastaba con la apatía de Asensio.

El empate aseguraba el primer puesto a España (enfrentándose a Costa de Marfil) y momentáneamente el segundo a Argentina (con Brasil como rival del cruce de cuartos). 

En el 57 otra amarilla para el combinado argentino (Colombatto, apenas llevaba dos minutos en el campo). Dos minutos después una nueva tarjeta (Payero quien había ingresado junto a Colombatto).

España empezó a contemporizar y Argentina empezó a dominar. Quizás no estaban conformes con tener a Brasil como los próximos rivales. 

El 4-3-2-1 argentino en defensa restaba eficacia a los nuestros. Cucurella y Oyarzabal acusaban el calor y el paso de los minutos. Aunque la presencia del vasco seguí siendo el referente de nuestro ataque.

Y de repente en el 65 un zarpazo de Merino inauguraba el marcador. Oyarzabal, por el centro, avanza y abre a la derecha para Óscar Gil. El lateral derecho cruza a la otra banda, donde Dani Olmo, en el lateral del área chica, controla cediendo a Merino. Un precioso gol, bien elaborado y mejor rematado.

Olmo buscó el gol olímpico desde el córner en el 69.

En el 73 entraban Rafa Mir por Oyarzabal y Carlos Soler por Pedri.

La mejor noticia de cara al cuarto de hora final era que Unai Simón permanecía inédito. Algo sorprendente porque la derrota eliminaba a Argentina del torneo (dos derrotas en el grupo).

El primer remate de Asensio vino en el 76. Pudo ser el 2-0. Ledesma despejó a saque de esquina el buena disparo desde la frontal.

Argentina reclamó un penalti en el 79 por mano de Merino. No se tuvo en cuenta. 

El lateral Claudio Bravo vio la quinta amarilla de su selección en el 80.

Una tarjeta a Óscar Gil (min. 81) le dejaba fuera del partido de cuartos.

El seleccionador de la albiceleste retiraba a Bravo y pasaba a defender con tres centrales. De la Fuente reaccionaba retirando a Olmo y dando entrada a Bryan GIl. Buscaba rapidez y chispa en las contras ante el adelantamiento de líneas del rival. 

Gaich tuvo el empate desde las inmediaciones del punto de penalti. Afortunadamente no pegó a la pelota. Inmediatamente después Unai Simón despejaba a córner un remate que se colaba. Fue de nuestro Zubimendi. Se botó el saque de esquina y Tomás Belmonte se adelantó a nuestros centrales y empató. La pelota le dio en la pierna a Unai Simón antes de entrar. Era el primer remate entre los tres palos de Argentina (descontando el de Zubimendi). Corría el minuto 87. 

Vallejo y Moncayola habían entrado por Merino y Óscar Gil justo después del 1-1.

El encuentro se alargó cuatro minutos. Creamos dos ocasiones, pero no se alteró el marcador.

En esos momentos el empate a puntos entre Argentina y Egipto favorecía a los norteafricanos. 

En el tiempo de descuento nueva amarilla para los argentinos. 

El encuentro terminó 1-1 y España era primera de grupo. Eso sí, con solo un triunfo y dos empates. No es para tirar cohetes, pero…

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