Esta segunda ola de calor la estamos pasando en Cantabria, la tierra de Paco Gento. Durante el día en nuestra playa favorita, paseando mi camiseta con el 14 de la Champions. Y por la noche dormimos con la ventana abierta y tapados…
Mas todo tiene su fin y toca regresar al Madrid de los curanderos y sus votantes. Y enfrentarnos de verdad a esta segunda ola de calor.
El Partido Popular Curandero tiró ayer de su comodín favorito: ETA. Arrancó Cuca Gamarra-la curandera– pidiendo un minuto de silencio y saltándose la normativa parlamentaria. Hasta los de Bildu lo siguieron. Asumo que esto fastidió sus espurios propósitos. Mas no se achantó. Tampoco lo hizo ante la amonestación de la Presidenta del Congreso.
Este nuevo PP del curandero gallego avisó en su día que venía a hablar de economía. Tras varias meteduras de pata al respecto, y un par de ridículos, el brujo decidió cambiar de página. Y la cuca de Cuca se lanzó a tumba abierta, resucitando a la extinta organización terrorista. Insisto en la palabra clave: extinta.
Pedro Sánchez, agrandado por el éxito de su primera intervención, se vino arriba. Y recordó a los responsables políticos del fin de ETA: el lendakari Patxi López, Zapatero y Rubalcaba. Los tres del PSOE. Llegados a este punto conviene recordar que fue Zapatero quien impulsó el Pacto Antiterrorista con el gobierno de Aznar. Igualita una oposición que otra. Sánchez también rememoró la infamia del gobierno de Aznar con respecto a los atentados islamistas del 11-M. El famoso “Ha sido ETA” con el que el PP pretendió ganar unas elecciones generales.
A Pedro Sánchez se le vio llegar contento y confiado al Congreso. Conocedor del potencial de su discurso y de las medidas a anunciar. Afrontaba su primer Debate del Estado de laNación como presidente del gobierno. También era el primero en casi seis años. Rajoy se saltó el procedimiento democrático y Sánchez no pudo por la pandemia.
No sé si es impresión mía o ha habido cambios en el personal de redacción de los discursos presidenciales. ¿Cosa de Bolaños? El caso es que estamos viendo a un Sánchez más directo e incisivo. Llamando a las cosas por su nombre. Sean los señores de los puros, Cebrián se sintió aludido, las terminalesmediáticas de las élites o los curanderos de laeconomía, hoy, y no hace tanto de la pandemia.
Añadan la introducción de medidas, incluyendo el castigo fiscal a quienes han aprovechado la desgraciada coyuntura. El valor de las acciones en Bolsa de las empresas enemigas cayó inmediatamente. El gobierno de coalición debe responder a sus votantes y a la ciudadanía en general. No a las élites económicas, que por otra parte están enfrascadas en una operación de acoso y derribo constantes. Con la complicidad del Partido Popular Curandero y los neofranquistas de Vox.
Sánchez también se despachó sobre la paralización de la renovación de los órganos de la Justicia. Y reivindicó el rol de España en el mundo y afirmó el orgullo patrio. La réplica de la curandera Gamarra no pudo ser más patética. Vino con un discurso preparado y no supo rectificar. Asumo que los medios de la caverna diferirán de mi opinión.
La foto de Luis Sevillano de El País refleja la alegría gubernamental.