La resaca de Filomena está siendo muy larga y ha convertido a Almeida, el alcalde de Madrid, en un peligro público para los peatones. A su imprevisión frente a la profunda borrasca se añade la ineptitud de arreglar los desperfectos organizados. En la foto del encabezado, tomada hoy en la confluencia de la Costanilla de San Pedro con la calle Segovia, vemos como solo queda en pie uno de los tres arboles que había. Los dos caídos en combate no han sido reemplazados y han dejado dos huecos muy peligrosos. Es una zona bastante transitada. Si observan bien detrás de la moto se ve uno de los tres contenedores de reciclaje. Lo cual aumenta el riesgo, sobre todo si tienes la costumbre de reciclar de noche cuando bajas la basura. En la siguiente foto se aprecia mejor.
No digo que te vayas a matar, aunque dependiendo como caigas si tropiezas en el hoyo entre los dos bancos la cosa puede ser bastante grave. Lo que no te va a quitar nadie es el esguince.
Uno pensaría que lo lógico hubiese sido plantar dos nuevos arboles. Mas parece que la lógica de los abogados de estado de apellido compuesto, educados en colegios del Opus, va por otros derroteros. Que tampoco incluyen cercar o rellenar los alcorques para prevenir percances. Claro, esto debe ser como pedirle peras al olmo dada la manifiesta incompetencia del alcalde, su equipo y las consultoras de negocios que rigen el Ayuntamiento de Madrid. La prueba definitiva es lo que publicaba ayer El Plural: «Madrid pierde diez millones de ayudas de Filomena por las ‘pifias’ de Almeida. El alcalde pidió ayudas para sufragar obras y/o daños que nada tienen que ver con el temporal o no son responsabilidad del Consistorio».
Nunca está de más volver a agradecer a los votantes madrileños de PP, Ciudadanos y Vox por habernos colocado a este lumbreras al frente de la alcaldía.