La boda de la hija de Aznar y la última convención del PP son dos actos simbólicos muy poderosos que reflejan la corrupción sistémica del partido conservador. En la boda, entre testigos e invitados, se acumulaba la plana mayor de la Gürtel. Y a Pablo Casado le va a resultar complicado escapar de las figuras de Vargas Llosa y Sarkozy de la recién celebrada convención.
Hace un mes escribía que el Partido Popular había alcanzado la corrupción de rebaño. Me refería a que tiene condenados, imputados o investigados, a nivel municipal, autonómico y nacional. Por las redes sociales corrió un meme que señalaba que el PP tenía más condenados e imputados (o investigados) que diputados en el Congreso. Los últimos acontecimientos de la convención refrendan todo lo dicho.
El Nobel de Literatura, que ya apareció en los papeles de Panamá, vuelve a estar relacionado con otro paraíso fiscal en el caso Pandora. Y mantiene desde finales de 2018 un contencioso con la Hacienda española de dos millones de euros. Lo del votar bien y otras barbaridades lo dejo como anécdotas propias de su edad. Porque me da la sensación que se le fue la olla y chocheó. Aunque fuese su momento estelar en la convención.
Quien fuera jefe de estado de Francia llegó a la convención con un brazalete electrónico, impuesto por la justicia de su país para rastrear sus movimientos. Fruto de una condena (tres años de cárcel con el primero de obligado cumplimiento), impuesta este pasado mes de marzo. Sarkozy la ha recurrido y eso le permitió viajar. Al día siguiente de ser puesto de ejemplo por Casado fue nuevamente condenado por un tribunal francés (un año de cárcel).
Entiendo que la segunda condena a Sarkozy no pudiese ser prevista. ¿Pero y la primera? Es de marzo de este año. Lo mismo puede decirse de Vargas Llosa y Pandora. ¿Pero y lo de Panamá y su conflicto con Hacienda? ¿No hay nadie en el PP que haga bien los deberes? ¿Estos son quienes pretenden gestionar el país? De momento se solidarizan y apoyan a presuntos evasores fiscales y a condenados por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal. Todo cuadra…