
Se celebraron las dos semifinales de la Final Four de la Euroliga de baloncesto, en el Fernando Buesa Arena de Vitoria. La primera fue la de «los patrocinadores» (Turkish Airlines): se enfrentaban dos equipos de Estambul, el Fenerbahçe de Obradovic (el técnico más laureado de los cuatro con 9 Euroligas al frente de cinco formaciones, dos de ellas españolas) y el Efes.
El Fenerbahçe llegaba tras tres temporadas seguidas alcanzando la final (ganaron una, la segunda). Solo opusieron oposición en el primer cuarto (lo ganaron 20-19) y sucumbieron en una segunda mitad asombrosa del Efes, tanto en defensa como ataque. El resultado final de 73-92, favorable al Efes, confirma lo dicho.
Shane Larkin con 30 puntos (su 43 de valoración es el récord de una Final Four) fue decisivo en la victoria. El estadounidense llegó a Europa de la mano del Baskonia en la 2016/17 antes de volver a la NBA una temporada (Boston Celtics) tras la cual fichó por el Efes. El base serbio Micic con 25 puntos fue el otro bastión de los vencedores.
En su tercera Final Four es la primera vez que el Efes llega a la final de la Euroliga (siendo el primer club turco en ganar una competición europea, la Copa Korac en 1996).
En la segunda semifinal se enfrentaban los dos equipos con más títulos. El Real Madrid supera al CSKA de Moscú. Pero los moscovitas son la bestia negra de los madridistas: son quienes más partidos nos han ganado en Europa.
El marcador del primer cuarto 18-22 no reflejó la superioridad blanca. En el último minuto y medio desperdiciamos una ventaja de 11 puntos (11-22). Tavares dominó los rebotes y plantó tres gorros. Randolph estuvo acertado en defensa y ataque. Campazzo dirigió con acierto. De Colo no entraba en juego. El CSKA no tenía ritmo. Hasta que saltó a la cancha Sergio Rodríguez. El Chacho le dio otro aire a su equipo.
En el segundo cuarto Rodríguez se imponía claramente a Llull. Sus 9 puntos y 3 asistencias fueron claves para que el CSKA empatase, 26-26, a falta de 7 minutos. Un triple suyo adelantó al CSKA 29-28. A 6:11 del descanso entró Causer para frenar al Chacho. Medio minuto después Campazzo sustituyó a Llull. Los vaivenes en el marcador se sucedían. Rodríguez estaba imparable. Con 36-36, a falta de cuatro minutos, llevaba anotados 14 puntos. Le cambiaron. Y nosotros echábamos de menos a Tavares: sus puntos, rebotes y poder de intimidación. El descanso que le dio Laso se me antojaba demasiado largo. A tres minutos del descanso volvió a la cancha. Causer, liberado del Chacho, anotó 9 puntos. Un triple de Thompkins, coincidiendo con la vuelta de Rodríguez, puso el 37-43 a un minuto del final de la primera mitad. Al intermedio se llegó con un 43-45 favorable al Madrid. Esta reacción final del CSKA nuevamente tuvo a Sergio Rodríguez de protagonista.
En esta primera parte tres aspectos negativos: por parte de ellos el mal partido de De Colo y por la nuestra dos bandejas seguidas falladas por Taylor al principio y nuestra falta de acierto en los triples (éramos los mejores de los cuatro equipos en este apartado).
La segunda mitad arrancó con la tercera personal de Tavares (jugada de tres: canasta + tiro libre). El mate de Clyburn fue espectacular y el intento de Tavares se saldó con la referida falta. Laso le mantuvo en cancha, pero por poco tiempo. Entró Ayón. El Facu le sacó la tercera falta al Chacho. Fue otra jugada de tres. Y el Madrid se distanció 48-54. Tras una canasta de Ayón (48-56) le pitaron una técnica a Rudy Fernández. 50-56. Nos pusimos 50-61 en el ecuador del tercer cuarto gracias a un triple de Randolph. Los once puntos de ventaja se incrementaron a 13 tras dos tiros libres transformados por Causer. A tres minutos y medio del termino del tercer cuarto apareció De Colo: anotó su primer triple y provocó las terceras personales de Campazzo y Causer. A menos de un minuto un triple del Chacho acortaba la diferencia: 65-73. Antes el Madrid tuvo un campo atrás y en la jugada posterior al triple hicimos pasos. El tercer cuarto acabó 65-73 a nuestro favor.
Quedaba solo un cuarto y podía pasar cualquier cosa. El Madrid llegaba cargado de faltas. Y con el deficit de los triples. Esto ultimo era motivo de esperanza. Nos quedaba pillar esta racha.
El último cuarto comenzaba con una canasta de un ex Hunter (su segunda), una de Causer (su séptima), la tercera personal de Ayón, una canasta del Chacho y un 2+1 de Llull. 69-78. Tres triples seguidos fallados por Llull eran aprovechados por el CSKA. 75-78. Quedaban 6 minutos 15 segundos y De Colo había forzado la cuarta de Tavares. Añadan una técnica incomprensible a Laso y ya se pueden hacer cargo del panorama. 76-78. Fallábamos otro triple y a Campazzo le pitaban la cuarta personal. De Colo fallaba un triple apurando la posesión. Thompkins ponía el 76-80 tranquilizando un poco los ánimos. Clyburn con su tercer triple (17 puntos hasta ese momento) ponía el 79-80 en el marcador. Laso tenia en pista a cuatro jugadores con cuatro personales. Y seguíamos fallando triples. A 3:39 del final empate a 80. Taylor desempataba con ¡un triple! Sergio Rodríguez sorprendentemente seguía en el banquillo. Un triple de De Colo a 1:19 adelantaba al CSKA, 87-85, por tercera vez en el encuentro. Sumaba 17 puntos en la segunda mitad (más los cuatro de la primera). La quinta de Campazzo resultó en dos tiros libres anotados por De Colo. 89-85 a menos de 40 segundos. Rudy Fernández a punto de perder el tiempo de posesión sacó dos tiros libres. 89-87 a falta de 25 segundos. Chacho volvió, provocó la quinta de Tavares y transformó los dos tiros. 91-87. Quedaban 17 segundos. Un triple de Llull ponía el 91-90. 15 segundos. Rudy hacía la quinta. Con 14 segundos ellos anotaban los dos tiros libres. 93-90. Una pedrada de Llull, intentando meter un triple imposible y su posterior falta sentenciaron el partido. A falta de dos segundos metieron los dos tiros. 95-90. Y el CSKA a la final.
De Colo y Sergio Rodríguez anotaron 23 puntos. Nuestro máximo anotador fue Causer con 18 e inexplicablemente ausente en los últimos minutos.
El Madrid nuevamente en un partido importante desperdicia una buena ventaja, desinflándose en el último cuarto (perdimos 30-17). El desacierto en triples y tiros libres además de la falta de juego interior (solo estuvo Tavares) han sido decisivos. La inteligencia del rival y su técnico fue otro aspecto fundamental.
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