Luis Enrique confirmó su confianza en Morata. Dejó fuera a Ferran Torres para dar entrada a Gerard Moreno. Pero en cambio mantuvo a Marcos Llorente de lateral derecho. El número de suplentes en sus clubes quedaba reducido a Laporte en el once de España.
Polonia salió con mucho brío. Nos encajonó de salida. Hasta el minuto ocho no conseguimos llegar a su área. A partir de ahí siguió una fase de dominio español, con el primer remate a cargo de Dani Olmo en el 10. Dos minutos después fue Pau Torres quien lo intentó. La Roja se asentó y dominó apoyado en las subidas de los laterales, Jordi Alba y Marcos Llorente.
El peligro de Polonia del inicio lo apagó España poco a poco. Hasta que Morata recuperó arriba un balón. Inició la jugada del 1-0 que acabó marcando él. El balón llegó a Gerard Moreno y se internó por el vértice derecho del área. Su centro-chut filtrado fue rematado a gol por Morata. El linier tenía la bandera levantada. Camacho en la tele dijo que no era fuera de juego. La revisión del VAR le dio la razón. Y el gol subió al marcador.
Lewandowski empató en el 53, ganando en el salto a Laporte. En mi opinión, y la de Camacho, tras falta sobre nuestro central. En cualquier caso nuestro defensa estuvo muy blando. El capitán polaco se estrenaba en esta Eurocopa.
Sacamos de centro y al poco pisaban a Gerard Moreno en el área polaca. El VAR avisó de la situación y el árbitro tras revisar las imágenes confirmó el penalti y la amarilla. Gerard Moreno estrellaba el lanzamiento en el palo y Morata se encontró con el rechace y se le fue fuera.
Los polacos que ya habían dado muestras de su dureza en la primera mitad, empezaron a pasarse.
Ferran Torres entró por Dani Olmo en el 61. Fabián y Sarabia sustituían a Koke y Gerard Moreno en el 67. Con Torres y Sarabia reforzábamos la nómina de suplentes en la selección. En medio el portero polaco (de la Juve) evitaba el segundo gol de Morata.
De los cambios no entendí la entrada de los dos suplentes ni la salida de Gerard Moreno (salvo que estuviese tocado).
Como ante Suecia, en nuestro primer encuentro de esta Eurocopa, la segunda parte se nos estaba poniendo cuesta arriba, después de una buena primera mitad. A medida que avanzaban los minutos perdíamos toque. No ligábamos jugadas ni teníamos fluidez.
Al filo del 80 Morata casi la tuvo. Pero no consiguió completar su media vuelta para acomodarse el remate. En el 83 el remate a bocajarro de Morata lo salva el portero. Ambos jugadores de la Juve acabaron chocando.
Morata abandonaba el campo en el 86 y entraba Oyarzabal. ¡Ya era hora que jugase el realista! Mucho más jugador que los dos suplentes de los anteriores cambios. Y en mi opinión siempre preferible a Ferran Torres para jugar de extremo. Lo que no es comprensible es retirar al delantero centro y jugar los últimos minutos sin una referencia en la punta del ataque, que además va bien de cabeza. Primero se fue Moreno y luego Morata. ¿Por qué?
Los cinco minutos de añadido fueron un tormento. Cada vez más espesos, sobando el balón sin ton ni son. El fútbol por las bandas era inexistente, salvo un par de internadas de Alba y Llorente con pases a la nada.
También vuelvo a poner en entredicho la actuación de Pedri, como ante Suecia. Y añado a Rodri, que no ha sabido contener ni crear.
El partido murió con el 1-1. Segundo empate de España, que sigue sin conocer la victoria. El grupo se complica. La victoria ante Eslovaquia es indispensable para pasar a octavos. Un empate nos dejaría probablemente terceros del grupo y no entre los mejores terceros que son los que se clasifican para la siguiente ronda.
Hemos vuelto a las andadas de antaño, cuando ganabamos amistosos y los partidos oficiales nos costaban horrores. No quiero ser pesimista, pero a estas alturas deberíamos estar con cuatro o seis puntos y no con dos. Lo único positivo es que seguimos dependiendo de nosotros. Un triunfo curaría todos los males. Y asumo que los eslovacos plantearán el mismo partido de suecos y polacos. Vamos, que se avecina otro dolor de muelas.