16 de junio de 2008
Los Lakers hacen lo justito en ambas canastas para ganar el partido de ésta madrugada, y poder jugar uno más. La magnífica actuación de Pau y Odom (39 puntos, 24 rebotes, y 6 tapones entre los dos) disfraza la mediocridad del banquillo y la no-tan-buena noche de Kobe. Sin que sirva de precedente, ponemos un par de fotos de Gasol, que hoy sí que se merece unos cuantos halagos.
La primera mitad fue la misma canción que en el cuarto partido, pero con distinto baile: Un brillante inicio de los Lakers, y desinfle en el segundo cuarto. En los primeros compases del partido Bryant (al que a partir de ahora dejaremos de comparar con Michael Jordan y sí con Harry Potter) encestó cuatro triples, Gasol estuvo de carroñero en la zona rebañando canastas y faltas y todo el equipo jugaba de maravilla. Los chicos de púrpura y oro, hoy de blanco, defendieron bien (¡el segundo tapón de Pau en todas las finales!) y atacaron mejor.39-22. Con esa progresión, el partido habría acabado156-88
Pero los Lakers son los Lakers y en el segundo sólo anotaron 16. Las razones de siempre: un banquillo con menos chispa que una coca cola que lleva abierta tres días y la bestia Pierce. El alero de Boston encasquetó él solito un 15-0 (¡fuera de casa!) a los Lakers mientras Phil Jackson mantuvo a la segunda unidad en pista. Ya con los titulares en el parquet, LA pudo defenderse algo mejor, anotar algunas canastas (9 puntazos casi consecutivos de Lamar Odom) y maquillar la remontada que estaban encajando. Pero de nuevo Paul “carnicero” Pierce se jugó la última posesión del cuarto y encestó un triple de los que duelen. 52-55 al descanso y todo por decidir.
Y por fin, llevábamos 15 días esperándolo, los Lakers hicieron un buen tercer cuarto. Kobe se la jugó sólo cuatro veces y ayudó en el rebote y la creación de juego. Gasol estuvo muy astuto y puso contra las cuerdas a los pívots rivales (Kevin Garnett y PJ Brown) con cinco faltas cada uno. Se le compara en LA con Chris Martin y no sólo por su físico; cuando el líder de Coldplay se deja de falsettos afeminados es toda una estrella del rock, cuando Gasol es agresivo y está concentrado… Oh amigos, fear the beard. El catalán no se escondió en ningún momento del partido y aparte de los 19 puntos, capturó 13 rebotes, repartió 6 asistencias y colocó dos tapones.
Paul Pierce empieza el último cuarto con una penetración; saca la falta y le da un rodillazo en todos los huevos a Lamar Odom, que se pasa los tiros libres acariciándoselos con cara de dolor. Apenas cuarenta segundos más tarde, Odom responde con un triple. Ésta podría ser la imagen que resumiera el final del partido; ambos equipos intercambiaron golpes sin que ninguno pareciera imponerse. Comenzaron entonados los Lakers, para que después de perder la cohesión y los nervios con Vujacic (2 de 13 en TC) Boston se acercase hasta empatar a 90 con 4.30 por correr en el reloj.
Los Celtics fueron a la línea más que un cocainómano, y vimos como un enternecedor Ronny Turiaf, tiraba la toalla al público en el primer tiro libre, y el público se la devolvía en el segundo. El jugador de Martinica se ha hecho famoso por cantar, hacer bailes extraños y cheer leadear a sus compañeros durante los partidos. Los Lakers necesitan un par de gansos más como él, otro par de tipos duros y despedir al overbooking que tienen de sosos y niñatos que tienen en plantilla.
Los últimos instantes estuvieron llenos de pérdidas de balón, jugadas chapuceras y fallos tontos por parte de ambos equipos. Con 40 segundos para el final del partido y los Celtics dos abajo, pasó lo impensable, Paul Pierce se botó el balón en el pie, los Lakers lo recuperaron y Bryant hizo un mate al contraataque completamente solo. Mucha pizarra inútil, seis tiros libres y unos cuantos bostezos después, los Lakers consiguieron su segunda victoria de las finales.
Ni Doc Rivers (que lloró en la rueda de prensa previa al partido cuando le preguntaron sobre ganar hoy, Día del Padre en EEUU) ni Paul Pierce consiguieron la victoria y han dejado escapar la primera match-ball. Y puede que lo paguen caro, Kendrick Perkins sigue lesionado y los jugadores importantes de Boston han jugado muchísimos minutos. Ahora les espera un viaje de 4000 Km. para jugar el martes. Si los Lakers (sobre todo, Kobe Bryant que hoy ha jugado sin forzar mucho) consiguen imponer la frescura de sus piernas, pueden robar un punto el próximo partido y empatar las series. Bueno, y también necesitan hacer el mejor partido de sus vidas, pero eso siempre.