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Fútbol a semis: España 5 Costa de Marfil 2

El España 5 Costa de Marfil 2 fue el epílogo del mejor día de España en Tokio 2020, hasta el momento. La jornada del sábado arrancó con nuestra primera medalla de oro. La de Alberto Fernández y Fátima Gálvez en trap mixto, modalidad que se estrenaba en estos JJOO. Sin ser especialista en tiro, se podría decir, por entendernos, que es un tiro al plato moderno. El éxito continuó con el bronce de Pablo Carreño, derrotando a Djokovic. Gran debut olímpico del tenista asturiano. El cuadro parecía enfocado a una final Djokovic-Medvedev, los numero 1 y 2 del ranking. Carreño los derrotó a ambos. Al ruso en cuartos y al serbio hoy, en tres sets. Ganó el primero (4-6), perdió el segundo en el tie-break y ganó el tercero 3-6 con su sexta bola de partido. Carreño, el superviviente de la Armada española, ha sido nuestro único tenista que ha dado la cara (la desgracia de Paula Badosa entra en el departamento de los infortunios y no en el del rendimiento). Contábamos al menos dos medallas. Este bronce sabe a gloria, sobre todo teniendo en cuenta al rival al que se ha derrotado para conseguir la presea.

AS

De la Fuente introdujo dos cambios, en la defensa. Uno, forzado por las tarjetas de Óscar Gil y el otro, sentando a Cucurella. Dio entrada a Miranda y forzó la reaparición de Mingueza. Craso error y más teniendo en cuenta el tremendo calor y el poderío físico del rival. Tanto es así que invocó a la mala suerte: a las ocho minutos Mingueza cayó lesionado y tuvo que ser sustituido. Salió Vallejo cuando los marfileños se disponían a botar un córner. Otro grave desacierto. Es de primero de entrenador no realizar cambios antes de un saque de esquina en contra, por los desajustes defensivos que puede provocar la sustitución (te esperas, aunque estes en 10). Como así fue: un despiste de los centrales, Pau Torres y Eric García, a lo que hay que añadir la pasividad de Unai Simón, supuso el 0-1. Puedo decir y digo que esto fue un autogol de De la Fuente.

El gol rival nos dejó grogui. Poco a poco fuimos recuperando y volvimos a tomar la iniciativa. Aunque no metíamos el pie, rehuíamos el choque. Era como si fuésemos niños jugando contra hombres.

La confirmación de la mejoría llegó, al filo de la media hora de juego, con el tanto del empate. Dani Olmo entró veloz por la izquierda del área chica y remató con destreza, usando sutilmente la puntera, sorprendiendo al portero. Era su primer gol del torneo (ha necesitado cuatro partidos de titular) y aprovechó con talento y maestría el excelente pase cruzado de Mikel Merino, desde el pico derecho del área grande. ¡Merino está siendo un baluarte, uno de los mejores de la selección!

Poco antes del descanso se anuló un gol a Oyarzabal. Una pena, porque la jugada había sido preciosa: un pase largo de Pau Torres a Miranda, quien corre la banda y se la pone a Oyarzabal en las inmediaciones del punto de penalti. Mas el punta vasco estaba en fuera de juego.

Al poco de arrancar la segunda mitad Merino estrelló un disparo en la madera. Una mala salida de balón de la defensa rival y nuestra presión alta provocó su perdida a pocos metros de la frontal del área. Era la mejor demostración que España mostraba otra cara. Volvíamos a nuestra mejor versión: presionando, no rehuyendo el choque (ahora eran ellos quienes se quejaban de nuestras entradas), corriendo y buscando profundidad en las jugadas. Faltaba, como no, el gol. Tan solo desentonaba Marco Asensio, sin garra ni chispa. No está siendo su torneo. Fue sustituido en el 67 por Bryan Gil.

Pasaban los minutos y seguía sin llegar el 2-1. España cayó en el manierismo del pase corto, abusando de intentar entrar por el centro. Nuestro pecado mortal. Incomprensible, teniendo a Bryan Gil en una de las bandas, desaprovechando la calidad de Oyarzabal y el regate de Olmo (amarilla en el 69).

En el 78 el central Bailly, autor del gol de Costa de Marfil, evitaba la ocasión más clara de esta segunda mitad. Su pie evitó que el balón llegase a Pedri y Oyarzabal, desmarcados en el área pequeña. Un minuto antes Eric García había cortado con falta una contra muy peligrosa, Vio la amarilla.

En el 89 la tuvo Oyarzabal. Y un minuto después nos la clavaron. A Vallejo se le va Gradel y Unai Simón se traga su disparo desde el vértice izquierdo del área pequeña. 1-2. Estábamos eliminados.

Se añaden cinco minutos y De la Fuente retira a Merino para dar entrada a Rafa Mir. Cambio milagroso, porque en su primer balón empataba. Aprovechó el fallo en el despeje de los dos centrales y remató a bocajarro el balón al que no llegó de cabeza. No estaba en fuera de juego porque la pelota le llegó rechazada del central que falló despejando. El desacierto inicial del seleccionador quedaba compensado con este golpe final. El 2-2 en el segundo minuto del descuento prácticamente aseguraba la prórroga.

Miguel Morenatti AS

Los 30 minutos adicionales eran una importante carga física para ambos equipos. 

Si en los 15 minutos finales De la Fuente se desgañitaba, desde la banda, pidiendo que jugasen con Bryan Gil, en el arranque de la prórroga los suyos seguían ignorando al extremo. 

Costa de Marfil estuvo más incisiva hasta que a los cinco minutos botamos un saque de esquina y reclamamos penalti por mano de Bailly. El VAR revisó la jugada y el árbitro acudió al monitor. La cara del defensa marfileño era un poema, anticipo de la pena máxima que estaba a punto de señalarse. Oyarzabal impecablemente ponía el 3-2 en el marcador, transformando el penalti. Minuto 8 de la prórroga.

Ahora sí era momento de abusar de los pases cortos, para asegurar la posesión y dejar que el reloj corriera. Tener la pelota es la mejor defensa. 

En el 102 un Pedri exhausto dejaba su sitio a Carlos Soler. Y al poco otro error de Unai Simón, en este caso en la salida de balón, casi nos cuesta un gol. Menos mal que el delantero estaba en fuera de juego (y su remate se fue fuera al lateral de la red).

Con Merino y Pedri fuera Zubimendi y Oyarzabal sujetaban el fuerte. Soler aportaba la frescura de sus piernas, mientras seguíamos ignorando a Bryan Gil.

El primer cuarto de hora de la prórroga terminaba con el 3-2 en el marcador. España efectuó un doble cambio en el intervalo: Cucurella y Moncayola por Miranda y Zubimendi. Buen partido de ambos, que se retiraron agotados. Lo habían dado todo.

Costa de Marfil apretaba buscando su tercer tanto. Nuestra banda izquierda, con Cucurella y Bryan GIl, comenzó a carburar en las contras. Rafa Mir seguía siendo un dolor de muelas para su defensa. Caía por ambas bandas y le mandaban balones largos.

En el 114 Bryan Gil intentó un control-pase a Rafa Mir, mas no le  salió. De haberlo logrado podría haber sentenciado el encuentro. Tn solo tuvimos que esperar tres minutos: Rafa Mir, en una posición parecida a la del segundo gol rival, anotaba desde la derecha el 4-2, tras una buena combinación entre Olmo y Oyarzabal, quien arrancó la jugada sobre la cal de la banda y la divisoria de ambos campos. Superó a un oponente y se fue para arriba. En el 120 Rafa Mir lograba el 5-2, de nuevo después de una jugada de Oyarzabal. Era su tercer gol del partido. El suplente Rafa Mir, héroe de estos cuartos, sumaba más goles que Olmo y Asensio juntos. 

El 5-2 definitivo nos clasificaba a semifinales. Como dicen en los medios, una doble bala para lograr una medalla. Si ganamos, la plata está asegurada. Si perdemos, nos quedaría el partido por la de bronce. A la hora de escribir estas líneas no conocemos quién será nuestro rival. ¿Japón o Nueva Zelanda?

¡Estar en semifinales es un éxito! Y sobre todo por como se ha dado este partido de cuartos. Con las desgracias iniciales de la lesión y el gol en contra y su tanto en el 90 que a priori nos eliminaba. 

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España 1 Argentina 1: a cuartos como primeros de grupo y ellos eliminados

AS

Una pena que el decisivo Argentina-España de fútbol coincidiese con el penúltimo partido del grupo de las guerreras del agua (España perdió por un gol ante Paíse Bajos, que complica el cruce de cuartos de final). En el once de De la Fuente dos novedades: entraban Mikel Merino y Marco Asensio.

Temía la dureza argentina. Uno de sus centrales, Neuhén Pérez, se descaró muy pronto. Le perdonaron la amarilla al poco de iniciarse el encuentro. A los nueve minutos vio la tarjeta. Oyarzabal, nuestro delantero más incisivo, sufrió varias tarascadas del otro central, Facundo Medina

Cucurella, en sociedad con Pedri, subía bien la banda izquierda. Pero una vez más careciamos de pegada. Oyarzabal era el único que buscaba el disparo de puerta. Sin fortuna. Es como si esta crónica fuese una copia de las dos anteriores: mucha posesión (72% en la primera mitad) y poca chicha. Finalizado el partido el porcentaje bajó al 66%.

En el 26 dos jugadas polémicas en la misma acción: un brazo en el área argentina y el rechace llega a Oyarzabal que es trabado cuando se disponía a rematar. No se pitó nada y se botó el saque de esquina. 

Al descanso se llegó con el 0-0. A los tres minutos de la reanudación Dani Olmo falló la ocasión más clara del partido hasta ese momento. Estaba solo. Oyarzabal le había dado el llamado pase de la muerte. Al poco el propio Oyarzabal la tuvo, en una jugada que se fabricó el mismo. Su remate desde el vértice del área se le fue alto.

En el 52 el medio Fausto Vera vio la amarilla. 

Las ganas y el ritmo que imprimían algunos de nuestros jugadores, en el arranque de esta segunda mitad, contrastaba con la apatía de Asensio.

El empate aseguraba el primer puesto a España (enfrentándose a Costa de Marfil) y momentáneamente el segundo a Argentina (con Brasil como rival del cruce de cuartos). 

En el 57 otra amarilla para el combinado argentino (Colombatto, apenas llevaba dos minutos en el campo). Dos minutos después una nueva tarjeta (Payero quien había ingresado junto a Colombatto).

España empezó a contemporizar y Argentina empezó a dominar. Quizás no estaban conformes con tener a Brasil como los próximos rivales. 

El 4-3-2-1 argentino en defensa restaba eficacia a los nuestros. Cucurella y Oyarzabal acusaban el calor y el paso de los minutos. Aunque la presencia del vasco seguí siendo el referente de nuestro ataque.

Y de repente en el 65 un zarpazo de Merino inauguraba el marcador. Oyarzabal, por el centro, avanza y abre a la derecha para Óscar Gil. El lateral derecho cruza a la otra banda, donde Dani Olmo, en el lateral del área chica, controla cediendo a Merino. Un precioso gol, bien elaborado y mejor rematado.

Olmo buscó el gol olímpico desde el córner en el 69.

En el 73 entraban Rafa Mir por Oyarzabal y Carlos Soler por Pedri.

La mejor noticia de cara al cuarto de hora final era que Unai Simón permanecía inédito. Algo sorprendente porque la derrota eliminaba a Argentina del torneo (dos derrotas en el grupo).

El primer remate de Asensio vino en el 76. Pudo ser el 2-0. Ledesma despejó a saque de esquina el buena disparo desde la frontal.

Argentina reclamó un penalti en el 79 por mano de Merino. No se tuvo en cuenta. 

El lateral Claudio Bravo vio la quinta amarilla de su selección en el 80.

Una tarjeta a Óscar Gil (min. 81) le dejaba fuera del partido de cuartos.

El seleccionador de la albiceleste retiraba a Bravo y pasaba a defender con tres centrales. De la Fuente reaccionaba retirando a Olmo y dando entrada a Bryan GIl. Buscaba rapidez y chispa en las contras ante el adelantamiento de líneas del rival. 

Gaich tuvo el empate desde las inmediaciones del punto de penalti. Afortunadamente no pegó a la pelota. Inmediatamente después Unai Simón despejaba a córner un remate que se colaba. Fue de nuestro Zubimendi. Se botó el saque de esquina y Tomás Belmonte se adelantó a nuestros centrales y empató. La pelota le dio en la pierna a Unai Simón antes de entrar. Era el primer remate entre los tres palos de Argentina (descontando el de Zubimendi). Corría el minuto 87. 

Vallejo y Moncayola habían entrado por Merino y Óscar Gil justo después del 1-1.

El encuentro se alargó cuatro minutos. Creamos dos ocasiones, pero no se alteró el marcador.

En esos momentos el empate a puntos entre Argentina y Egipto favorecía a los norteafricanos. 

En el tiempo de descuento nueva amarilla para los argentinos. 

El encuentro terminó 1-1 y España era primera de grupo. Eso sí, con solo un triunfo y dos empates. No es para tirar cohetes, pero…

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España gana a Australia por los pelos

Kim Hong Reuters AS

España se impuso 0-1 a Australia por los pelos y a última hora. A 10 minutos del final.

Los cambios propuestos por el seleccionador De la Fuente no dieron resultado. Los cinco jugadores de campo introducidos, respecto a los que empataron a cero frente a Egipto, tampoco pudieron batir la portería australiana en la primera mitad. Australia, sorprendente vencedora de Argentina (1-0), es un equipo rocoso que se cierra bien y sale rápido a la contra.

De los cinco cambios dos eran obligados por lesión, provocadas por la dureza egipcia.

En los primeros 45 minutos se volvieron a apreciar los mismo males, que son ya endémicos: falta de pegada. Hasta el minuto 18 no llegó el primer disparo entre los tres palos. Un remate de Pedri desde la frontal, fuerte pero centrado que fue embolsado por el meta. Dos minutos después la mejor ocasión: un remate al larguero de Oyarzabal. Y poco más, tan solo una buena internada de Carlos Soler cuyo remate fue al lateral de la red. No llegabamos ni sacando de falta.

El 0-0 al descanso no auguraba nada bueno. Y sorprendió ver que no hubo cambios para la segunda mitad. En cuyos primeros cinco minutos ellos nos llegaron dos veces, una de ellas por un incomprensible error de Eric García. Nosotros ni nos asomamos al balcón del área aussie. Hasta el 52, sin mayor trascendencia. Un minuto después Oyarzabal tuvo una buena ocasión, pero se le fue alta.

Pedri era el jugador más activo de España. Me da la sensación que estamos abusando físicamente del canario. Con un problema añadido, de elección de pases: cuando los filtraba siempre eran para el compañero en fuera de juego, justo al que hay que evitar. Encomiable su espíritu de sacrificio y entrega. En los últimos minutos del encuentro le vimos luchando como un defensa más y sacando un balón peligroso de nuestra área.

Bryan Gil, incomprensible suplente, entró en el 57 por Puado (desaparecido todo el tiempo que estuvo en el campo). Sus dos primeras intervenciones dieron profundidad y aportó chispa al ataque de nuestra selección. Combinó bien con Cucurella (lateral izquierdo hoy) y con Pedri.

La suplencia (justificada) de Marco Asensio era muy mala noticia para el jugador. Y para el Real Madrid. ¿Un suplente de la olímpica puede ser titular del Madrid? Asensio entró en el 68 por Soler. Disponía de suficientes minutos para reivindicarse y mandarnos callar. Al poco Dani Olmo la da rematadamente mal, en buena posición tras un gran pase de Oyarzabal. Por mucho que se empeñen De la Fuente y Luis Enrique Olmo no tiene gol. Precisamos de un rematador. Aunque falle. Porque alguna acertara y también existen los rechaces y rebotes. Teníamos a Rafa Mir en el banquillo.

La indolencia de Asensio y su falta de sangre empezaba a ser insultante.

En el 76 por fin entró Mir por el lateral derecho Óscar GIl. Se noto su presencia desde que salió con dos buenas intervenciones consecutivas.

Miguel Morenatti AS

En el 80 Asensio me mandó callar: un excelente pase desde las inmediaciones del vértice derecho del área lo cabeceó Oyarzabal a la red. 0-1. El vasco recogía el fruto de haber sido nuestro mejor delantero. El que más peligro creó. Este tanto según leo en Marca rompía nuestra sequía en los JJOO desde la final de Sydney 2000 (donde perdimos a los penaltis frente a Camerún).

A Australia no le quedó más remedio que abrirse. Aquí su fútbol tosco perdía enteros al tener que atacar sin el recurso del contraataque. Su mayor peligro llegó en los balones aéreos que llegaban desde los saques de banda. Buscaban el choque. Unai Simón fue el principal perjudicado de esta estrategia. Aparte de los golpes se llevó una amarilla por una protesta exagerada.

Este triunfo nos otorga el primer puesto. Un empate ante Argentina (derrotó a Egipto) nos garantizará el primer puesto del grupo.

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Florentino milenario (Real Madrid 2 Eibar 0)

Marca

Florentino Pérez cumplía frente al Eibar mil partidos como presidente del Real Madrid (en sus dos etapas). Y Zidane nos sorprendía con Marcelo de titular junto a Mendy. Siempre he pensado que Marcelo podía ser uno de los grandes beneficiados de un sistema con tres marcadores. Aunque no tenía claro si Mendy sería hoy el tercero de esa línea u ocuparía su posición habitual de lateral, con Marcelo incorporado al medio campo. O incluso de extremo zurdo, teniendo en cuenta que arriba solo estarían Benzema y Marco Asensio. Militao era de la partida, dando descanso a Varane. Era cuestión de paciencia y esperar un poco para despejar las dudas. 

Otra novedad de la alineación fue la vuelta de Isco a la titularidad. El mister reservaba al recuperado Kroos (y también a Vinicius). El peso de la eliminatoria frente al Liverpool estaba muy claro. Me preocupaba que estos cuartos de final de Champions, y el Clásico por en medio, pudiesen restar concentración de cara a este partido liguero. Un encuentro tan importante como todos los de este final de campeonato y más teniendo en cuenta el Sevilla-Atlético de Madrid de mañana.

Mientras Florentino se convertía en milenario nuestro querido Nacho jugaba su partido 150 con el primer equipo en Liga. Estaba a una tarjeta de la suspensión (que cumpliría frente al Barça). No la vio.

Mendilibar contaba con su flamante internacional Bryan Gil, cedido por el Sevilla. Pedro León ocupaba la otra banda y Kike García el centro de la delantera visitante.

De salida se confirmó la línea de tres con Lucas Vázquez y Marcelo de carrileros.

El primer tiro fue de Diop. Courtois salvó con seguridad. Acto seguido Benzema no pudo superar en un mano a mano al meta rival, Dimitrovic. En el saque de esquina Benzema cabeceó fuera por poco. Apenas llevábamos tres minutos de juego. Un minuto y medio después le anulaban un gol de cabeza a Benzema por fuera de juego. El pase fue de Marcelo.

A los nueve minutos Casemiro reclamó penalti. El pase de nuevo fue de Marcelo.

En estos primeros 10 minutos me llamó la atención ver a Modric por detrás de Casemiro. A medida que avanzaba el partido vimos que en realidad formaban un doble pivote.

El Madrid había salido enchufado, despejando mi temor al respecto. El Eibar mostraba su mejor cara e intentaba aprovechar la velocidad y habilidad de sus extremos.

Marco Asensio estrelló una falta en el larguero (min. 21). Fue una infracción de Bryan Gil sobre Lucas Vázquez, por la que vio la amarilla.

Mediada la primera parte, tras el balón al travesaño, bajó el ritmo de juego de ambos equipos. Los blancos seguían dominando pero ellos ya no se atrevían tanto. Se cerraron más y eso dificultaba las maniobras locales. Al filo de la media hora el Madrid cedió el control para buscar unas contras que no acababan de llegar. Hasta que en el 36 una internada de Lucas Vázquez, quien pasa atrás a la frontal del área donde está Isco. Se la da a Marco Asensio, un metro delante del punto de penalti, quien de tacón marca. Pero se anula por fuera de juego de Asensio. Segundo gol anulado de la tarde (ambos bien anulados). Tres minutos después Asensio volvía a anotar. A la tercera fue la vencida, porque esta vez sí subió al marcador. 1-0. Casemiro interceptó un balón en el círculo central y lanzó al balear. Su primer control, un autopase largo, fue decisivo (medio gol). Le plantó frente al meta, a quien superó con su disparo desde la frontal del área. Era su tercer partido consecutivo marcando (Atalanta, Celta y hoy).

El 1-0 al descanso eran tan justo como corto, dadas las oportunidades. Me refiero, aparte del gol, a las dos de Benzema, el penalti reclamado, la falta al larguero y los dos tantos anulados. Buen bagaje ofensivo para 45 minutos. Todo esto sin mencionar que a Bryan Gil le perdonaron la segunda amarilla (por un pisotón a Case).

Bryan Gil no salió en la segunda mitad. Fue reemplazado por Inui.

En el 51 el portero le sacó un remate desde fuera del área a Asensio, que se colaba por la escuadra.

A la hora de juego entraron Kroos y Rodrygo por Modric y Marco Asensio. Llovía a mares. Mendilibar también hizo un cambio (Sergi Enrich por Alex García). Al minuto el Eibar tuvo el empate: una mala cesión de Lucas Vázquez en la que Courtois estuvo rápido. El viento casi nos juega una mala pasada.

El Eibar empezó a dar la sensación de adaptarse mejor a las adversas condiciones meteorológicas, mientras a Lucas Vázquez se le veía cojear. El dominio armero se traducía en saques de esquina, que nos encerraban en nuestra área.

Al filo del 68, cuando empezaba a granizar, entraron Arribas y Vinicius por Isco y Marcelo. Isco había pasado desapercibido, salvo un par de detalles en la primera mitad, y Marcelo fue de más a menos.

Con la granizada que estaba cayendo a Vinicius no se le ocurrió otra cosa que controlar un balón de tacón. Se le fue fuera.

En el 70 nos anularon el tercer gol (de Casemiro) por fuera de juego de Arribas. Entre Arribas y Case el gol lo pudo haber marcado Lucas Vázquez. Se entretuvo al no atreverse a disparar. Dos minutos y medio después Vinicius en una internada por la izquierda se la puso en la cabeza a Benzema. 2-0. El brasileño lo hizo todo bien, incluyendo la templanza del centro. El galo cabeceó picando abajo Zidane mandó calentar a Mariano.

Sobre el 75 lo peor de la tormenta parecía haber pasado.

Rodrygo pudo hacer el 3-0 en el 78 pero la dio mal.

Mariano entró poco antes del 80 por Benzema.

En el 81 un balón largo de Kroos a Rodrygo posibilitó una ocasión de Vinicius. La dio mal. Le pasó lo que a Rodrygo anteriormente.

Lucas Vázquez reclamó en el 83. ¿Penalti o córner? Fue saque de puerta.

Arribas filtró un pase buscando a Mariano (min. 85). Se le fue largo. Y dos minutos después la tuvo el Eibar. Courtois despejó de puños abajo, semi arrodillado. Fue la mejor ocasión creada por los visitantes. Por no decir la única (la otra fue obra del viento).

El partido se prolongó tres minutos más. El primer minuto se jugó en nuestra mitad del campo. En el segundo Vini corrió mal y no pudo centrar a Rodrygo que llegaba solo. El partido murió con un ataque del Eibar y una amarilla a Pozo.

Se salvó el expediente de los tres puntos en una buena primera parte y una segunda en la que se impuso el oficio y el talento individual. Ahora se avecina nuestra semana de pasión: Liverpool (el martes), Barça y la vuelta en Liverpool.

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De la camiseta de Noruega y el España 1 Grecia 1

Noruega human rights

Ha arrancado la fase europea de clasificación para el Mundial de Qatar 2022. En lo que está siendo una temporada con un calendario infernal para los jugadores top. Afrontan una 2020/21 sin una pretemporada en condiciones (por el coronavirus), un calendario condicionado por las suspensiones acontecidas en la primera ola de la pandemia y añadan un torneo añadido, la Liga de Naciones. A todo esto la Eurocopa del verano pasado se jugará este año. Y el Mundial qatarí se ha pasado del verano al invierno (menos mal), lo que provocará otra remodelación del calendario de competiciones. Los futbolistas de la elite están actualmente bastante más expuestos a lesiones y también al covid-19.

Anteayer Noruega se ganó el aplauso de los aficionados concienciados con la situación del emirato. Su camiseta, debajo de la oficial, ha dado la vuelta al mundo. En ella pedían respeto a los derechos humanos, dentro y fuera de la cancha. Muchos pensamos automáticamente en los 6.500 trabajadores inmigrantes muertos en Qatar durante las obras de construcción de los estadios del Mundial.

España afrontaba ayer frente a Grecia el primero de su tres partidos de la semana. El fin de semana viajará a Tiblisi para jugar contra Georgia. De vuelta a casa nos enfrentaremos a Kosovo.

Luis Enrique rectificó convocando a Jordi Alba, mas no dio su brazo a torcer y alineó a Gayá de titular. Tampoco entendí que no jugase de inicio Pedri. ¿Es pieza básica en el Barça y no da la talla para la selección? En el 64 debutó Pedri (y Bryan Gil, que formó parte del doble cambio). Otra decisión que rozó la frivolidad fue el cambiar a Sergio Ramos en el descanso. Y salió mal: su sustituto Iñigo Martínez cometió el penalti que sirvió para que Grecia empatase en el 56. Al menos no le expulsaron (solo vio la amarilla).

La primera parte no tuvo mucha historia. Un equipo, España, atacaba sin rematar, y el otro se cerraba. La excepción fueron dos minutos mágicos, entre el 31 y el 32. En el primero de ellos Dani Olmo estrelló el balón en el larguero. Fue el primer disparo español entre los tres palos. Y en el 32 un súper pase de Koke a Morata, el delantero centro encontró la red. Morata estuvo impecable: rápido y certero en su movimiento, el control con el pecho y el remate. 1-0.

SI en el primer doble cambio salieron Olmo y Canales en el segundo (min. 72) fueron Koke y Ferran Torres los que dejaron sitio a Thiago y Oyarzabal. Bien el del Liverpool y mal el realista.

La presencia de Bryan Gil aportó chispa al ataque español (ayer de blanco). Pero sus internadas y pases no encontraron a nadie. Fallaba en la finalización (como Vinicius). Lo positivo fue que gracias a Bryan empezamos a ver a un Gayá más volcado en ataque. Tuvo dos buenas jugadas, creando ocasiones que no pudimos aprovechar.

En los últimos minutos Grecia tiró de oficio, aprovechando la bisoñez de alguno de los nuestros. Y aumentaron la dureza de su juego.

Se añadieron cuatro minutos. Y ellos con calambres (¿fingidos o reales?). Se perdieron al menos dos minutos de los cuatro. Se jugaron los dos.

La fe de Bryan Gil era encomiable. Suya fue la última jugada, pero su pase al área fue interceptado y se acabó el partido con empate a uno. La victoria de Suecia le da el liderato del grupo tras esta primera jornada.

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El Real Madrid sigue en racha

En el rico refranero español encontramos uno que dice El que tiene boca se equivoca. Y me viene al pelo por mi errónea apreciación de ayer. Me equivoqué en mi pronostico de los cuatro centrocampistas. Zidane mantuvo al trio de oro y Fede Valverde tuvo que esperar su turno en el banquillo. Por mi parte, reconozco el error y no pasa nada. Porque no soy leguleyo (abogado, fiscal, juez, etc.), periodista, político ni taxista. Profesiones que tienen en común la pretensión de saber de todo, no admitir errores ni críticas a su labor.

Arriba Lucas Vázquez y Rodrygo acompañaron a Benzema. La prensa deportiva madrileña apostaba por Marco Asensio. Pero Zidane, ante la baja de Vinicius (parece que por una gastroenteritis) y no querer forzar a Hazard, optó por Rodrygo por la izquierda. El belga ni viajó.

No es por insistir en lo mío, pero a priori me preocupaba la inferioridad numérica que afrontaríamos en el medio campo ante los de Mendilibar. Una vez más la labor de Lucas Vázquez sería fundamental para equilibrar las fuerzas. Como así fue desde el arranque del partido. El Real Madrid no conseguía llegar al área contraria y Lucas Vázquez se desfondaba bajando para ayudar a Carvajal. Hasta que llegó el minuto cinco…

Un balón de Modric a Rodrygo lo resuelve el brasileño con un pase picado en profundidad. Benzema controla con la derecha en el área y ante la salida del portero remata con la izquierda. 0-1 en el minuto cinco. A partir de ahí comenzó el recital de Modric.

En el 12 una buena combinación por la derecha entre Benzema y Lucas Vázquez, con perdida y recuperación incluida, el francés repite aquella jugada contra el Atleti en Champions. Regatea cerca de la linea de fondo, solo que esta vez no busca el remate y pasa atrás a Modric. El croata entraba en el área y su derechazo con el interior se cuela como una exhalación, doblando las manos del meta. 0-2.

Tres minutos después Modric, de extremo diestro, le pone la pelota en la cabeza a Benzema. Gol seguro. Incomprensiblemente Benzema, desmarcado, cruza el balón demasiado y se va fuera.

Modric, de nuevo, estaba en todas partes. En el 18 le vimos de central sacando un balón de nuestra área. En los goles le vimos por los dos costados: por la izquierda en el primero (de 10) y en la derecha en el segundo (de 8).

Mediada la primera parte Modric se tomó un respiro. El Eibar lo aprovechó para merodear las inmediaciones de Courtois. Aunque en una contra iniciada con pase de Rodrygo a Benzema, quien buscó a Modric, terminó con un pase forzado de Kroos a Rodrygo, quien estuvo a punto de hacer el 0-3. Dimitrovic metió bien la mano y despejó la situación. Dos minutos después, en el 27, el Eibar marcó. 2-1. Un golazo de Kike García desde fuera del área. Su remate desde la izquierda del ataque local se coló por la escuadra contraria. Teníamos partido.

En el 35 un pase largo excelente de Kroos lo controla y remata a gol Benzema. Se anula por fuera de juego, tan milimétrico que usando la imagen errónea sí lo es, como así hicieron los del VAR, pero usando la correcta no es fuera de juego. Un par de minutos después Lucas Vázquez no llegaba a rematar el tercero, a un pase quizás demasiado fuerte de Mendy.

El partido estaba frenetico. Ambos equipos creían en sus fuerzas. El Eibar achuchaba y emergía la figura de Kike García, bien acompañado de Inui y Bryan Gil. En el Madrid Kroos había tomado el protagonismo de Modric, mientras Benzema y Rodrygo traian en jaque a la defensa local.  En el minuto de descuento, en otro pase magistral de Benzema, a Lucas Vázquez le sacaban una pelota que entraba en la misma línea de gol.

Se alcanzaba el descanso con el 1-2 en el marcador, tras una muy buena primera mitad. El resultado me parecía corto para el Madrid.

La segunda parte se inició sin cambios. Y con un Madrid que se asemejaba al que vimos a partir del minuto cinco hasta el 23. Con una diferencia: Casemiro se soltaba y subía. En una de estas Rodrygo tuvo el tercero. Y en 56 un error infantil de Sergio Ramos casi ocasiona el empate a dos. Zidane mandaba inmediatamente a calentar a Fede Valverde y a Marco Asensio.

El primer cuarto de hora de estos segundos 45 minutos se pasaron volando. En el 61 la tuvo el Madrid en una contra con carrera larga de Carvajal, que no supo finalizar su incursión con un buen pase. Acto seguido fueron los locales quienes pudieron empatar, mas Mendy in extremis despejó a córner cuando Bryan estaba a punto de plantarse frente a Courtois. En el 67 Dimitrovic salvaba otra ocasión de Rodrygo (el pase de Kroos al brasileño fue para enmarcar).

El 1-2 a medida que avanzaba el partido me parecía corto para las ocasiones blancas. Y peligroso de cara al desenlace final. Tanto es así que Muto pudo empatar en el 71. Afortunadamente la dio con el hombro y no con la cabeza y se le fue alta. Inmediatamente se produjeron los primeros cambios en ambos equipos: Pedro León entró por un diluido Inui en esta segunda mitad y Fede Valverde y Marco Asensio sustituyeron a un exhausto Modric y a Rodrygo. Minutos después vimos al croata en la grada con una bolsa de hielo en la zona de los abductores. ¡El miércoles jugamos de nuevo! Esa imagen preocupa.

Entrábamos en los diez minutos finales (más el descuento) donde el físico iba a decidir. En el 81 se revisó un brazo de Ramos. Mendilibar aprovechó y realizó un doble cambio. El Madrid llevaba un rato encerrado en su área, despejando en largo un par de balones comprometidos. Daba la impresión que el empuje azulgrana se imponía al juego blanco. Aunque el esfuerzo pasaba factura a ambos equipos.

En el 89 era Sergio Ramos quien evitaba una clara ocasión de empate. Y en el segundo minuto del descuento Lucas Vázquez ponía el 1-3, redondeando otra gran actuación. Su combinación con Benzema fue de quitarse el sombrero. Era su segundo pase de gol del galo (además de su tanto y el anulado). ¡Gran noche, otra vez, de Benzema!

El 1-3 ponía justicia en el marcador (un 2-4 hubiese sido lo suyo).

El Madrid sigue en racha!!!

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