
¡Qué cara nos va a costar la presidencia de Pedro Sánchez! Sea en funciones (por si hay terceras elecciones) o en segunda investidura (por mayoría simple). La convocatoria de ayer ha resultado un desastre en tres aspectos.
El primero, el de su partido: el PSOE ha perdido tres escaños (728 mil votos menos). Ni siquiera ha repetido los 123 que ya tenía. Cierto que han vuelto a ganar las elecciones, pero su posición es tres parlamentarios más débil. Y ha perdido la mayoría del Senado (al 80% escrutado). ¿Para este viaje hacían falta estas alforjas? Aunque el bloque de las tres izquierdas sume más que el de las tres derechas, Pero, la diferencia entre ambos bloques ha disminuido.
Nunca me ha gustado Iván Redondo. Lo he escrito alguna vez y lo he repetido en varias ocasiones entre mis amistades. Era una opinión en contra de lo que se estilaba. La percepción sobre Redondo era la de un gran gurú electoral. Tener a alguien de centro-derecha llevando la campaña del líder del centro-izquierda me resulta antinatura. Se puede ser un experto en marketing, solo que el político se mueve en el campo emocional. Y tienes que entender la fibra sensible de tu público. Redondo ha demostrado no conocer la psique progresista. Debe dimitir o ser cesado inmediatamente.
Los otros dos aspectos del desastre están íntimamente ligados: la espectacular escalada de Vox (han más que doblado su representación parlamentaria) y la irrupción de nacionalismos y separatistas (como BNG o la CUP, que aparecen por primera vez y es un pésima noticia), mientras se consolidan PNV y JxCAT (ambos suben 1), ERC (primera fuerza en Cataluña pese a perder dos escaños) y Bildu (+1), que además podrían formar grupo parlamentario propio. La derecha extrema y estas formaciones son claros antagonistas. Y los electores de ambos frentes se han movilizado para dejar patente su existencia. El resultado es un completo desastre. En el ámbito regional el partido de Revilla y Coalición Canaria se mantienen mientras aparece Teruel existe y Coalición por Melilla con un escaño.
¿Qué va a hacer Pablo Casado del PP? Se marcaron la frontera de 100 escaños. Se han quedado en 87 88 y tienen a Vox respirando en su nuca. Cierto es que han subido en 21 22. Pero ambas elecciones de este 2019 se han saldado con peores resultados que los cosechados por Aznar o Rajoy (incluso en las dos que perdió). Para tapar su pinchazo, a pesar de quedar segundos, ya han lanzado la petición de la dimisión de Pedro Sánchez. ¿Si esta se produce aceptarían y apoyarían un gobierno presidido por Borrell?
Pablo Iglesias también ha salido trasquilado. El sigue a lo suyo: sostenella y no enmendalla. La realidad es que Unidas Podemos pierde votos elección tras elección y su líder no acaba de captar el mensaje. Está claro que esta repetición tiene tres responsables: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Cada uno en su proporción acorde a sus puestos de responsabilidad y el número de escaños que les avalaban.
Albert Rivera se ha dado el gran batacazo. Ciudadanos ha perdido 47 escaños. Las razones son varias: las lineas rojas al PSOE con un improvisado cambio a la desesperada de última hora y, sobre todo, los pactos con el PP apoyados por Vox. En Andalucía podía tener un pase, pero esa lógica no sirvió luego en Madrid, capital y provincia, ni en Castilla-León (donde tenían ocho y se han quedado sin diputados), donde apoyaron a los populares que llevaban décadas en el poder (como el PSOE en Andalucía). Es su problema, pero no puede continuar un minuto más al frente del partido. A las 23:13 compareció en la sede de Cs. A los dos minutos asumió su responsabilidad y anunció la convocatoria urgente de la dirección del partido para convocar un congreso extraordinario y elegir un nuevo mando. El muy pícaro no dijo si se presentaría. Recordemos que la ejecutiva del partido está confeccionada a su gusto. De este fracaso me congratula que tanto Villegas como Girauta se hayan quedado fuera del Congreso.

Iñigo Errejón y Más país solo logran tres diputados. No pueden formar grupo parlamentario. Muy mal resultado para quien admira al peronismo y a Evo Morales. De paso, se confirma que Tania Sánchez es un lastre, esté donde esté. Y que hablar mucho y hacer poco sirve para engañar solo un ratito…
Desde luego el grupo mixto va a estar caliente.
Mientras tanto: ¿habrá pactos que permitan la investidura de Sánchez o iremos a unas nuevas elecciones? El tiempo y los políticos dirán…
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