La primera alineación de Solari tras el parón de selecciones, y ser confirmado en el banquillo del Real Madrid, nos daba algunas pistas y confirmaba ciertas certezas: Courtois, Odriozola, Varane, Ramos, Marcelo, Kroos, Modric, Ceballos, Asensio, Bale y Benzema. Yendo de atrás hacia adelante en el once:
- Confiar, lo que se dice confiar, Solari confía poco en Javi Sánchez porque sigue forzando a Ramos (después del partido ante Croacia volvió a tener molestias y abandonó la concentración de la selección) y a priori me da la impresión que hace lo mismo con Varane (quien reapareció con Francia, pero que ha demostrado ampliamente su fragilidad). Se corre un riesgo porque te puedes estar jugando un cambio forzado. Veremos. (Escribo esto una hora antes del inicio del partido).
- Marcelo es titular indiscutible y a la mínima duda sobre el estado físico de Reguilón, cuyo desempeño ha sido brillante, ha vuelto a la titularidad. Comparen la situación de Reguilón con las de Varane o Ramos.
- Con Carvajal no ocurrió lo mismo que con Marcelo. Se quedó en el banquillo.
- A Isco le han comido la tostada, tanto Ceballos como Asensio. No figura en el once titular. Es la quinta vez consecutiva que sucede. Otra muestra más de que no está en el tono físico adecuado (y que nuevamente deja en evidencia a Luis Enrique). Se puede argumentar que la ausencia de Casemiro está mejor cubierta con Ceballos. Sí. También con Fede Valverde o Marcos Llorente. Dos especialistas en la posición de medio centro (el ex bético no lo es). ¿Y lo de Asensio? También deja fuera a Isco y a Lucas Vázquez, quien lo estaba haciendo muy bien. ¿Es simple rotación en el caso de Lucas o es dar confianza y minutos al alicaído Asensio?
- La superstición funciona en el fútbol. Entre jugadores y técnicos (que no dejan de ser exjugadores). Y si eres argentino ya ni les cuento. ¿Le pesó a Solari que Asensio le haya marcado cuatro goles al Eibar? Seguro que sí.
El primer cuarto de hora fue frenético. Ambos equipos buscaban la portería rival. Al filo del minuto tres Kike estrelló un balón en el palo ante la pasividad de Marcelo y Ramos. El palo tampoco se movió y repelió la buena intención del delantero local. Dos minutos después un tremendo trallazo de Bale fue gol. Bien anulado por fuera de juego. Posteriormente Benzema, tras una buena internada de Asensio por la izquierda, se sacó un lujo de la chistera y, aunque ladeado, se plantó delante del meta local. Picó la pelota pero José Ángel la sacó en la raya de gol. Kike dispuso de otra oportunidad en un buen cabezazo que se fue fuera. Y llegando al min. 16 nos hicieron el 1-0 con suspense. Hubo que esperar al VAR para confirmar el tanto de Escalante. Bale no ayudó a Odriozola en su banda (enorme problema durante toda esta primera mitad), Cucurella metió un gran pase que dejó solo a Kike frente a Courtois. El belga desbarató el primer remate pero no pudo atajar el rechace que fue a Escalante. ¿Los centrales blancos dónde estaban? La jugada se inició en una contra desde el área local: un saque de esquina en corto. El último madridista en tocar el esférico fue Ceballos, intentando el remate. Y quien forcejeó en el rechace fue Ceballos… él cumplió. ¿Y los demás?
En el 34 un buen lanzamiento de falta de Bale desde la derecha provocó que Riesgo, el meta local, se luciese. El partido seguía siendo un ida y vuelta constante. Modric daba signos de recuperación de su juego habitual. Estos brotes verdes eran la mejor noticia para un Madrid que tenia que remontar el marcador adverso. Y que no acababa de encontrar su sitio por la presión del Eibar. Lo cual llevaba a otra pregunta: ¿aguantará el Eibar este ritmo en la segunda mitad? Al descanso se llegó con 1-0.
La falta de solidaridad defensiva de Bale no tuvo castigo. Ni siquiera por la parte más débil: la de Asensio (dando entrada a Lucas Vázquez por la derecha y pasando a Bale a la izquierda, que hubiera supuesto un drama para Marcelo). El galés salió en la segunda parte.
A los seis minutos de la reanudación, en el 51, un mal pase atrás de Kroos se lo come Odriozola (y se rompía tras perder el balón ante Cucurella). El canterano azulgrana, cedido al Eibar, daba su segundo pase de gol. A Sergi Enrich (su primer gol esta temporada). Carvajal sustituía a Odriozola. Cinco minutos después Cucurella, de nuevo, metía otra asistencia. Esta vez Kike sí encontró la red. El delantero estaba libre de marca. ¡En el centro del área pequeña! Era el 3-0. Y el fracaso de Varane y Ramos era más que evidente.
Con el 1-0 Víctor Lenore me escribía con bastante mala baba (es culé): «Ahora Solari con el contrato firmado empieza a perderlo todo». Con el 3-0 recordaba sus palabras… Mientras en la tele señalaban que llevábamos encajados 19 goles en 13 partidos, 16 fuera de casa (los segundos más goleados a domicilio solo superados por el Huesca).
En el 62 una mano prodigiosa de Courtois salvaba el 4-0. Que pudo llegar en la jugada siguiente. Y Solari retiraba a Modric, en vez de a Kroos (francamente mal hasta ese momento). Entraba Isco!!! ¡Con 3-0 en contra! ¿Para sobar la pelota y perder tiempo?
El Eibar seguía imponiendo el mismo ritmo de la primera mitad. Los goles eran su mejor estimulante. Lo contrario que le sucedía al Madrid. Todas las segundas jugadas y rechaces eran de los locales. Eso demuestra ganas y compromiso en un equipo y todo lo contrario en el otro, el mío.
Benzema era, fue, el único en dar la talla en la delantera. Y en el computo general del partido junto a Courtois (y eso que encajó tres tantos). Él solo llevó más peligro que todo el equipo junto. Porque Bale se quedó en las dos buenas acciones de la primera mitad. Asensio un par de detalles y nada más.
El Florentinato en el 73 jugaba su ultima baza, la gran esperanza blanca: Vinicius ocupaba la plaza de Asensio. El sub 20 brasileño, que nos ha costado 45 millones de euros que ahora parece que han sido 61.000.000€, no demostró nada (hasta el 89 no intentó el remate, flojo y fuera). Tres minutos después de este cambio Courtois hacía otro paradón.
El 4-0 estaba más cerca que un gol merengue. Además no sabíamos jugar contra el fuera de juego en el que caíamos constantemente. La linea adelantada de los de Mendilibar fue su mejor baza defensiva.
Los tres minutos de añadido fueron una agonía suplementaria. Los armeros jugaron con el reloj. Bale la mandó a las nubes, en su única aproximación a la portería rival en esta segunda parte. Este 3-0 es la primera vez que el Eibar derrota al Real Madrid.
Visto el nuevo desastre del Florentinato sugiero a nuestro Ser Superior que nos vuelva a subir el abono, en el inminente mercado de invierno, para acometer el fichaje de un voladizo o un segundo techo para complementar el fichaje del primero, el retráctil. Mucho mejor acometer reformas del estadio que de la plantilla. ¡No hay color, dónde va a parar!
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