
Messi se dio un paseo por su jardín y el Barça volvió a ganar. Por segunda vez esta semana. En esta ocasión en partido de Liga y por 0-1. Si el 0-3 del miércoles en Copa fue quizás excesivo el de ayer, probablemente, se quedó corto. El partido lo dominó el Barça, salvo algunas fases puntuales (como los primeros minutos del encuentro o los arreones finales, fruto de los cambios visitantes). ¿Qué cambió de un partido a otro?
De entrada, el estado de animo (un factor importante en este juego). Los culés se sentian superiores. En los tres enfrentamientos de esta temporada habían ganado dos por goleada y empatado el otro.
Otro cambio importante fue el de Valverde dando entrada a Arthur, desplazando a Sergi Roberto al lateral derecho (Semedo se quedó en el banquillo). El centrocampista brasileño fue decisivo en el dominio del medio campo y el canterano fue uno de los hombres del partido.
El peso del centro del campo culé inclinó el juego y las oportunidades a favor de los visitantes. Hubo momentos en la segunda mitad que nos bailaron. Eran rondos en los que los jugadores blancos perseguían el balón sin opción alguna de alcanzarlo. Los centrocampistas azulgranas cortocircuitaron a Modric (el único que dio la talla), provocaron errores constantes en la entrega de balón de Casemiro y Kroos nos ofreció su peor versión.
Sobre el alemán tenia mis dudas: en el partido de Copa no le pasó un balón a Vinicius. Al menos viendo el partido por la tele me dio esa impresión. En la primera mitad de ayer lo comprobé in situ. En la segunda mitad le dio los dos primeros pases al brasileño. Fue al inicio de esta segunda parte, justo antes de que fuese sustituido en el 54.
Que Solari, para dar relevo a Kroos, prefiera a Fede Valverde sobre Isco o Ceballos dice muy poco en favor del mister. ¿De verdad piensa Solari que Valverde es el jugador indicado para remontar el 0-1? Seis minutos después Marco Asensio entró por un Bale nulo (ayer titular). Tanto los dos que salieron del campo como Asensio dieron la impresión de ser exfutbolistas. Y ese es un problema grave a estas alturas de la temporada.
En el 70 Valverde, el técnico culé, equilibró las cosas: entró Arturo Vidal por Arthur. El Madrid intentó aprovechar la situación y a los cinco minutos Isco saltó al césped (por Casemiro). Un inoperante Coutinho sustituyó en el 77 a Dembélé, tan activo como en Copa pero no tan decisivo. Como el miércoles pasado Messi, cada vez que jugaba la pelota, le buscaba.
Benzema lejos del área ayudaba a sus centrocampistas, desbordados, pero no aportaba nada en ataque. ¿Para qué bombeaba el Madrid balones al área si no había nadie para rematarlos? Y si por alguna casualidad andaba por ahí Benzema, el 9, o no llegaba o se enredaba con el control.
Si Messi en la primera mitad se plantó delante de Courtois, quien achicó la portería con su salida forzando el remate del argentino (se fue fuera), en la siguiente jugada fue Rakitic quien encaró al meta belga. Superó a Sergio Ramos (nefasto ayer) y batió con una picadita a Courtois (0-1, min. 25).
El primer remate peligroso del Madrid fue de Reguilón en el 31. ¡Un lateral izquierdo! Su disparo, desde fuera del área, se fue fuera por poco. Vinicius remató fuera, ¡fuera de banda! Otros disparos merengues eran rechazados por los defensas o por Ter Stegen, sin mucho esfuerzo porque iban dirigidos hacia donde se encontraba. El Barça llevaba más peligro. Y su defensa se impuso, mientras la nuestra hacia aguas (por Ramos principalmente).
Los datos de los cuatro partidos contra el Barça son el espejo de nuestra realidad: 10 goles en contra y solo dos a favor. Ningún gol a favor en los dos encuentros del Bernabéu. Tres derrotas y un empate. Esto es el Florentinato en su versión 2018/19!!!
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