
En Nueva York se han producido recientemente dos apuestas empresariales de envergadura: Hudson Yards y Amazon. El desenlace ha sido dispar. Pero ambas tenían el mismo trasfondo: las exenciones fiscales.
Hudson Yards es la mayor operación inmobiliaria no solo de la historia de la ciudad desde la inauguración del Rockefeller Center hace 80 años, sino probablemente del país.
Amazon, el gigante digital, pretendía instalar un centro logístico en Queens, uno de los cinco municipios que componen NY. Con un perfil de clase media (con bolsas de pobreza y áreas de potentados) y sin el glamour de Manhattan.
Jeff Bezos, el patrón de Amazon, negoció con el gobernador del estado y el alcalde de la ciudad. Logró unas exenciones fiscales e incentivos por valor de tres mil millones de dólares. Pero se encontró con la oposición de Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), elegida parlamentaria en representación por el 14º distrito congresional de Nueva York, que incluye partes de Queens. AOC se movilizó, logró algunos apoyos entre los líderes sociales de Queens y Bezos se retiró. Tras la retirada surgieron los reproches entre el alcalde y el gobernador.
Stephen Ross es el billonario promotor inmobiliario de Hudson Yards. Ha logrado casi seis mil millones en exenciones fiscales y ayudas publicas. El doble que Amazon. La sección metropolitana del New York Times publicaba el desglose de los seis mil millones. Los más destacados son:
- 2.400 millones para ampliar la linea 7 del metro
- 1.200 millones para cuatro acres de jardines y espacios al aire libre
- 359 millones en intereses de la emisión de bonos municipales para cubrir el agujero de ingresos presupuestado
- 25 millones para el traslado de BlackRock a uno de los rascacielos
- 5 millones y medio para L’Oreal USA por su traslado a uno de los edificios
- 14 millones para el traslado de Warner Media
El proyecto Hudson Yards se ha construido sobre los railes del lado oeste de Manhattan, en una zona de almacenes y muelles portuarios abandonados. Y es el lado norte del High Line (hay varias entradas al respecto en El Mundano). Son más de media docena de rascacielos inaugurados el pasado viernes (hay varios en construcción y otros planteados, seis de ellos al oeste de la Avenida 12). Ya han surgido las primeras críticas desde el punto de vista arquitectónico. Y algunas voces alertan de la gentrificación de la zona (como ha ocurrido con el High Line: de una iniciativa popular se ha convertido en un destino residencial para millonarios).
Conclusión: hay ricos y ricos.
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