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El PP y su historial de vacunas

La Mundana repite que menos mal que no nos ha pillado el coronavirus con el PP en el gobierno. Entiendo perfectamente lo que quiere decir, aunque es muy distinta la gestión del PP en Galicia que en Madrid, por poner dos ejemplos de CCAA regidas por el Partido Popular. Siempre que comenta esto me acuerdo de lo que sucedió con la vacuna de la hepatitis. Presidía el gobierno Mariano Rajoy.

Con el gobierno de coalición las vacunas contra el Covid-19 serán gratuitas para el público.

Uno ya está vacunado de las sandeces que dicen Casado, Almeida, Ayuso, etc., respecto a las vacunas. La última del alcalde de Madrid, ayer mismo, fue antológica: se quejaba por no conocer los planes de vacunación del gobierno. O miente como un bellaco o es tonto del culo. Ambas posibilidades son posibles, porque no son incompatibles. ¿El alcalde y vocero del PP no sigue la actualidad política? ¿No está al tanto de la actividad parlamentaria? Porque el ministro de Sanidad expuso la estrategia de vacunación en el Congreso de Diputados (donde, por ejemplo, se establecía quienes serían los primeros en vacunarse). La intervención esta colgada en la Web del ministerio desde el 10 de diciembre. Además el ministro mantiene reuniones de forma regular con los responsables sanitarios de cada Comunidad. ¿Almeida piensa que ahí no se ha hablado de la vacuna? ¿Tampoco se acuerda de la Ayusada respecto a la distribución de la vacuna, en la que la presidenta se quejaba de una presunta discriminación a Madrid en el reparto de las dosis? Claro, nos podemos esperar cualquier cosa de este Almeida. Es el mismo que recogía firmas en contra de Madrid Central ¡en Pozuelo! Con Madrid Central se la tuvo que tragar dobladas varias veces, por decisiones judiciales y desde Bruselas. Pero lo que no me cuadra en la sarta de disparates de los Populares, con la inestimable colaboración de los medios golpistas, es que Ana Pastor se haya sumado al festín. Parecía una persona razonable. Es licenciada en Medicina y fue ministra de Sanidad. Sus declaraciones respecto a las vacunas contra el Covid-19 la han dejado en evidencia. Se ha cubierto de mierda. Como su partido. No ha dado una (y tergiversa lo dicho por la OMS). En cambio el ministro Salvador Illa vuelve a quedar como un campeón.

Lo de los medios es harina de otro costal. La última es por la pegatina XXL. Se han lanzado a degüello. El diario que alentó la conspiración contra Felipe González, inventó la autoría de los atentados de los trenes del 11-M (insistían en que fue ETA), etc., ayer tuvo el cuajo de llevar a su portada lo de la pegatina del gobierno, con las banderas españolas y de la Unión Europea. Lo calificaron como «el show del gobierno».

¿No se han parado a pensar que la supuesta propaganda tiene como destinatarios directos a los transportistas y receptores de la mercancia? Algo irrelevante desde el punto de vista publicitario. ¿Un par de fotos (tomadas en su mayoría por el enemigo, por cierto) y quizás algún pantallazo televisivo es para dar la relevancia que le han dado? ¿No será que piensan que el gobierno de coalición actúa como harían ellos si estuvieran en el poder? Como ya han hecho (Ayuso llegó dos horas tarde a una reunión con Illa y las CCAA para hacerse unas fotos con un avión que traía material sanitario). Entiendo que esta evidente exageración mediática persigue otro fines: enmerdar la llegada de las vacunas. 

Tampoco han reflexionado sobre la necesidad de etiquetar, más allá del fin propagandístico. ¿El personal de transporte y distribución está obligado a saber idiomas para entender lo marcado en las cajas? Identificar la mercancía es de primero de logística.  Y supongo que habrá asuntos relacionados con la seguridad y estas pegatinas gigantes cumplirán alguna función en este sentido.

En la CAM el gobierno de coalición del PP y Ciudadanos marcaron con el logo de la Comunidad las mascarillas que repartieron. No recuerdo voces críticas al respecto. Porque hubiesen sido ridículas, sin sentido. En ese caso concreto la publicidad sí era directa, llegaba al ciudadano. Algo que no sucede con las cajas usadas para el transporte de los viales de la vacuna. Tampoco me parece mal que Madrid etiquete los paquetes de vacunas que le corresponden. Por las mismas dos razones expuestas anteriormente: identificación y seguridad. Pero en el trato informativo dado a un caso y otro queda bien patente la hipocresía… y las intenciones.

 

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Multas en Madrid

12 de septiembre de 2008

La voracidad recaudadora del Ayuntamiento de Madrid no conoce límites. Devorado por las deudas generadas por la megalomanía del alcalde, el Sr. Alberto Ruiz Gallardón, daría la impresión que a base de multas se pretende solventar un problema creado por ellos mismos. Mientras que la calidad de los servicios que ofrece la ciudad se resiente o Concejalías como la de Mal Ambiente, perdón Medio Ambiente, son un autentico chiste: los niveles de contaminación sobrepasan con demasiada frecuencia los límites tolerables. Sin que se tome ninguna medida real y contribuyendo de forma “eficaz” a ensuciar el aire que respiramos. Porque la Sra. Ana Botella no parece haberse dado cuenta que los vehículos que más contaminan son los suyos. Ante lo que sólo cabe preguntarse sí el parque móvil municipal –y el de las subcontratas- pasa la ITV. No lo parece por los malos humos que echan.

 

Eso si, se gastan millones de euros en cambiar de sedes. Particularmente sangrante fue la mudanza de la Botella –que tanto gusta al Presidente Aznar- cuando al frente de Empleo y Servicios Sociales se mudó al barrio de Salamanca, alegando que su ubicación original en el distrito Centro estaba ¡mal comunicado! Sus palabras exactas para justificar el traslado fueron «debe estar en un sitio bien comunicado y con transporte público«. Desde luego más cerca de sus amigas de Embassy si que está ahora, confundiendo Servicios Sociales con Mundanos. Por qué no me dirán que cinco estaciones de metro y casi una docena de líneas de autobuses –como tenia en la antigua sede- era estar mal comunicado. Varios miles de millones de pesetas costó su capricho, que mejor se hubiesen empleado en las labores propias de su cargo… o en ahorrar para pagar lo que se debe.

 

La última extravagancia en mudanzas la ha protagonizado nuestro particular centrista, el Alcalde. Más millones para pasar de la Plaza de la Villa al Palacio de Telecomunicaciones en Cibeles.

 

Pero les hemos votado masivamente. Bueno, les han votado. Así que a esperar que “los genios” del PSM e IU de Madrid se pongan las pilas (para una persona que había, Inés Sabanés, nos la cambiaron). Y al ritmo que van ambas formaciones, dudo mucho que se encuentren soluciones a medio plazo. Disculpen mi pesimismo (o más bien, mi realismo).

 

Viene todo esto a cuento de una entrada que leí ayer en el blog de Martin VarsaskyY yo que creía que Alberto Ruiz Gallardón era un tío razonable (momento de furia)” donde relata como le multan por ir a 94 kilómetros por hora en la M-30. Obviando el margen lógico de error (del radar o del marcador de tu vehiculo) o el del incremento de velocidad por adelantamiento. Y recordé lo que me pasó hace unos días, cuando fui a hacer unas fotos de los Billares Quevedo para ilustrar el post de Rodri.

 

Las fotos son explicitas. Y confieso que mi sorpresa inicial de encontrar plazas sin tener que pagar en la calle Arapiles, en el tramo entre la plaza del Conde de Valle Suchil y el cruce con la calle Magallanes, quedó minimizada ante el sorpresón de ver que me habían multado.

 

Es un claro ejemplo de múltiple mala gestión municipal. Primero por no tener pintadas las rayas (de azul o de verde). Que es lo mínimo si quieren cobrar por el estacionamiento. Después porque no había ningún parquímetro a la vista: El Mundanito descubrió uno cuando volvíamos, oculto por ese “mobiliario urbano” que es un soporte publicitario. Estaba en la esquina de Magallanes con Fernando el Católico y por tanto “invisible” desde nuestro tramo de la calle Arapiles. Independientemente de no saber si era el que nos tocaba o no, al estar pintadas de blanco las rayas de nuestra plaza. Y finalmente de quien –siguiendo instrucciones- dispara multas a diestro y siniestro sin verificar si ha lugar a ello o no. Como es el caso. O igual ha equivocado el signo de la señal de prohibido aparcar (ver foto del encabezado).

 

Son sólo ejemplos “caseros” de una realidad que por desgracia se repite con demasiada frecuencia.

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