El alto precio de las entradas me alejó de mi localidad de abono en el Bernabéu. Así que mantita, sofá y tele. Me alegró ver a Rafa Nadal asistiendo a esta ida de semifinales de Copa. Ancelotti y Xavi no sorprendieron con sus equipos titulares. Más complicado lo tenía el catalán por las bajas, aumentadas a última hora con la de Christensen.
El Real Madrid salió a por el encuentro desde el inicio. Modric pudo haber marcado en el primer minuto. Pero en vez de rematar según entraba en el área quiso jugar. Koundé lo encimó bien y cerró los caminos hacia la portería. Su remate ya desde una posición ladeada se estrelló en el lateral de la red. Y en el 12 marcaba Benzema. En fuera de juego. Una pena porque la jugada había sido de categoría.
El Madrid apretaba. Ganaba los duelos individuales, salvo Vinicius contra Araujo. El Barça se mantenía a flote gracias a Gavi y Busquets. El problema es que nuestro dominio no se traducía en ocasiones. Y para colmo la fortuna nos dio la espalda en el 25. Camavinga perdía un balón en las inmediaciones del círculo central. La pelota llega a Ferran Torres. En su única buena jugada de la noche, hasta el 71, filtra un pase adelantado a Kessié. Courtois salva con su pierna izquierda mas el rebote pegó en Militao y se va para dentro. Nacho intenta despejar y no lo consigue. 0-1. En el 71 Ferran Torres mete un balón al área a Kessié que chuta, el segundo remate del Barça. Aquí la fortuna se alió con nosotros: Ansu Fati impide involuntariamente que el balón entre.
El Madrid salió con más ímpetu en la segunda mitad. Ancelotti intentó con sus cambios dar más dinamismo al equipo. Rodrygo en el 66, Tchouaméni en el 73 y Álvaro Rodríguez en el 83. Camavinga se pasó al lateral izquierdo, aunque con el Barça encerrado jugaba arriba, Carvajal de extremo y Militao de centrocampista. (Eché de menos la presencia de Dani Ceballos). El problema es que de los escasos 13 remates (7 en la primera mitad y 6 en la segunda) ninguno fue entre los tres palos. Ellos rentabilizaron los dos suyos, en los que la fortuna los favoreció en el primero y perjudicó en el segundo.
Vini en los primeros 45 minutos solo se fue de Araujo en un par de ocasiones y estuvo más acertado tras el descanso. Pero no en los pases porque a pesar de superar al defensa este le forzaba a buscar los centros con su zurda. Y Ter Stegen se hacía con el balón sin demasiados problemas.
El Madrid ha resucitado al Barça. Este triunfo culé es una inyección de ánimo tras dos derrotas consecutivas (la primera sucedió en la UEFA).