El Barça también pasa a la final de la Supercopa tras haber vencido en la tanda de penaltis. La ilusión de Xavi de ganar su primer título oficial con el Barça sigue intacta. Los títulos honoríficos los pueden ver en el meme del encabezado.
En la final tendremos todo un Clásico. El segundo de la temporada (como mínimo serán tres, porque queda el del Camp Nou de Liga).
Hemos visto varios Barça en el mismo partido. Podríamos resumir esto en tres hechos puntuales.
- Un Barça sin Busquets: 0-1 de Lewandowski en el 46 porque el Betis, por campeón de Copa, jugaba de local. Y otro con Busquets: empató Fekir en el 76. Ese primer Barça jugó rápido por las bandas, donde destacó Dembélé. La circulación veloz del balón creaba peligro y desarboló durante muchos minutos al Betis. La entrada de Busquets en el 62 espesó el juego culé. La idea de proteger el resultado no dio resultado, los de Pellegrini empataron y se fue a la prórroga.
- Un Barça con Dembélé y otro sin el extremo francés, quien a pesar de no jugar en su costado favorito provocó el pánico en la defensa bética. Cambiarlo en el 62, y mantener a Raphinha, fue un error.
- La entrada de Ansu Fati en el 85 por Raphinha pudo resultar decisiva. En el último minuto del descuento tuvo la oportunidad de hacer el gol definitivo. Falló incomprensiblemente, prácticamente a puerta vacía. Al inicio de la prórroga marcó un golazo de volea. 1-2 para el Barça, al que respondió Loren con otro golazo en el 100. De tacón. Ansu Fati en el 117 intentó emular la espuela de Loren. Le salió demasiado centrada. Anotó su lanzamiento de penalti.
Guardado, que salió en el 85, vio la segunda amarilla en el 118. Para fortuna del Betis solo se alargó un minuto. Y esta semifinal también se iba a los penaltis.
Ter Stegen fue determinante en las fases en las que el Betis jugó sus mejores minutos. Como la ha sido tantas veces defendiendo su portería. Poco pudo hacer en los dos goles encajados. En la tanda de penaltis paró el tercero y el cuarto. Y se convirtió en el héroe de su equipo.