Archivo diario: noviembre 19, 2022

Más Morricone: Gianni Morandi

En esta mañana de Black Saturday he aprovechado para comprar algunos CDs que no tengo y que sí tuve en vinilo. Entre ellos el magnífico disco de Lucio Dalla y Gianni Morandi de 1988. Una de las ventajas de Amazon es que a veces la compra viene acompañada de la descarga digital del álbum al dispositivo que elijas. Como ha sido el caso de «Dalla/Morandi«. Escuchándolo he recordado lo mucho que me gustaba de pequeño el «C’era un ragazzo che come me amava i Beatles e i Rolling Stones» de Gianni Morandi de 1966. En el «Dalla/Morandi» la canta Lucio Dalla.

Inmediatamente me he acordado de Ennio Morricone y las intervenciones de Gianni Morandi en la película documental de la que les hablé aquí. Y efectivamente el arreglo de la grabación original es del maestro Morricone. Pero la canción y su grabación tienen más historias.

La primera es que la primera grabación del tema, música de Mauro Lusini que también tuvo la idea original del concepto de la historia (en inglés macarrónico) y letra de Franco Migliacci (productor del disco e histórico del pop italiano), fue acustica y así se editó. En la portada vemos a Morandi escuchando a Lusini a la guitarra.

morandi

La RAI censuró el tema por hacer mención a la guerra de Vietnam y ser un conflicto que afectaba a un país amigo. Al ser presentada a un festival retransmitido por la RAI en la discográfica decidieron sustituir la menciones a Vietnam y al Vietcong por una onomatopeya.

A todo esto a la RCA italiana el asunto no le hacía demasiada gracia. Morandi era un cantante de éxito entre las adolescentes y no veían con buenos ojos esta postura «revolucionaria». Una canción protesta no encajaba en sus planes con el artista. Morandi, en cambio, estaba totalmente a favor. Vio la oportunidad de dar un salto hacia adelante, crecer artísticamente. El caso es que la canción gustó en el festival y Migliacci decidió regrabar la canción. Así que llamó a Morricone, quien ya había hecho los arreglos de la cara B (una versión del «Solitary Man» de Neil Diamond). Morricone lo tuvo claro. Era un himno. Un himno pacifista que conectaba con las inquietudes y gustos de la gente joven de mediados de los 60. La onomatopeya se convirtió en «ra ta ta tatan», simulando una metralleta, y siendo parte indispensable del estribillo en vez de un recurso para burlar la censura. El arreglo impulsó el concepto de himno y tras ver el documental es fácil encontrar y entender el sello de Morricone. Son esos detalles que acentúan el sentido de la canción, por imperceptibles que parezcan. El disco se volvió a editar, cambiando la referencia pero manteniendo la misma portada, y fue un pelotazo inmediato. Estuvo tres semanas en el n.º 1 de las listas italianas.

Escuchando hoy en día la versión con arreglos de Morricone se puede apreciar la influencia que tuvo en el pop español de la época. Desde el sonido TorrelagunaTrabucchelli era italiano- hasta Alain Milhaud. ¡Grande, grande Morricone!

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