
El Real Madrid se jugaba el primer puesto del grupo. Y se cumplió el objetivo. A pesar de la oposición de un valiente Celtic de Glasgow. Los escoceses salieron muy atrevidos, presionando arriba. Según lo veía me preguntaba cuánto duraría este esfuerzo y cuánto tardariamos en encontrarles la espalda. La respuesta a la segunda pregunta fue inmediata. Marco Asensio le metió un balón en profundidad a Rodrygo en el minuto cuatro. No consigue anotar por la salida de Hart y el rechace llega a Fede Valverde. Remata forzado pero con mucha intención. Una mano intercepta el disparo y la árbitra pita penalty. Lo transforma Modric (min. 5): 1-0. El segundo tuvo características similares. Modric se la pone a Asensio quien conectar con Vinicius. El extremo se encuentra con Hart y el rechace lo recoge Rodrygo. Su disparo vuelve a ser interceptado por una mano. El nuevo penalti lo anotaba Rodrygo (min. 20). 2-0.
El Celtic no le volvió la cara al partido en ningún momento. Ni tras el primer gol encajado ni tras el segundo. Tampoco flaquearon con dos oportunidades desperdiciadas por Vinicius. Pusieron al Madrid en apuros mas se mostraron bisoños en ataque, en la finalización de las jugadas. Y cuando acertaron a a disparar entre los tres palos se encontraron con un inmenso Courtois. En el 26 voló para evitar un remate dentro del área de Furuhashi. Se cantaba el gol. Y en el 34 evitaba que Juranovic marcase de penalti. La estirada del belga al trallazo fue espectacular. El penalti lo había cometido Mendy. Se tiró abajo, arriesgando, para robar el balón a Abada, quien se había ido en velocidad. Tocó balón y tobillo. Tres penaltis en poco más de media hora no es frecuente.
A la presión alta del Celtic el Madrid respondía con la movilidad de Modric, Valverde, Asensio y Rodrygo. Kroos, de director de orquesta que no de mediocentro, movía al equipo. A veces parecía un rombo con el alemán en el vértice inferior y Asensio, de media punta, en el superior.
Hacía tiempo que no veíamos a un Marco Asensio tan enchufado. Su excelente primera mitad se vio recompensada con el golazo del 3-0. Apenas estábamos en el cinco de la segunda parte. Carvajal la pone atrás, tras recibir de Valverde, y Asensio entrando en el área acomoda el cuerpo para golpearla a la red con el interior de su pie izquierdo.
El Celtic esta vez sí acusó el golpe y el Madrid empezó a gustarse. Se jugaba en el campo escocés. Y a la hora de juego la sociedad Valverde-Vinicius -la del gol de la decimocuarta- volvió a aparecer: Fede se fue por la derecha y puso el balón al área chica, donde apareció Vini, de delantero centro, para hacer el 4-0. El brasileño, al igual que Asensio, merecía marcar. En su caso, por las oportunidades de la primera parte.
El Celtic efectuó un triple cambio y Ancelotti dio entrada a Benzema y Lucas Vázquez por Vini y Carvajal. Al poco, en el 65 aparecieron Ceballos y Nacho por Modric y Alaba.
Los cambios del Celtic dieron aire al equipo que volvió a cruzar la divisoria de ambos campos y se acercaron, sin peligro, a nuestra portería.
En el 70 Ceballos, desde la izquierda, se la puso a Lucas Vázquez en el otro costado. El gallego subió por la banda derecha y antes de entrar por el lateral del área buscó a Valverde. El gallego pasó atrás y el uruguayo desde la media luna marcó su golazo. 5-0.
Ancelotti aprovechó para darle minutos a Vallejo. Sustituyó a Militao.
El cuarto de hora final dio la impresión que los jugadores blancos querían que Benzema se sumase al festival goleador. Hubo un par de contras fallidas por buscarle. Quien sí anotó fue Jota (entró en el 62). Sacó de cine una falta, que le hizo Lucas Vázquez. Era el tanto del honor del Celtic (min. 83). El Balón de Oro 2022, estuvo a punto de hacer el sexto en el 87 aunque estaba ladeado. Un defensa impidió que el balón entrase.
La contundencia del resultado final, 5-1, es el mejor resumen del partido.