Rüdiger opositó a fichar por el Real Madrid en el partido de vuelta de Champions en el Bernabéu. El central del Chelsea presentó sus credenciales con un partidazo (al igual que Kroos en su día). En el que además anotó un gol de cabeza. En el de Benzema, que supuso la eliminación de su equipo, el nueve le pilló a contrapié. Al portero también.
Hay muchos aspectos de este fichaje que me recuerdan a los de Alaba y Kroos. Sus contratos finalizaban y no renovaron con sus clubes. La prensa deportiva filtró sus «exigencias», tanto económicas como de posición (decían que Alaba quería jugar de mediocentro). El Madrid nunca se pronunció al respecto hasta que se anunciaron los fichajes. ¿Está pasando lo mismo ahora? Alaba y Kroos solo anunciaron que no iban a renovar por el Bayern. Rüdiger ha hecho igual: no seguirá en Londres.
A mi la llegada de Rüdiger me parece sensacional. Contaríamos con cuatro centrales de total garantía: Alaba, Militao, Nacho y Rüdiger. Tres además pueden jugar de lateral (en este aspecto Nacho es el eslabón más débil). Y conviene recordar que Alaba jugó de lateral izquierdo, con Ancelotti en el banquillo del Bayern.
AS y Marca coinciden hoy en sus portadas respecto a Rüdiger. AS va más allá e incluye al anhelado Mbappé y al mediocentro francés Tchouaméni, otro prodigio de la naturaleza. (Suena a mensaje para el entorno de Mbappé). Todos son más que bienvenidos.