El tuit de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es muy claro: «¡Buenas noticias para España! Lo cual automáticamente implica que son malas para los falsos patriotas del PP, de Vox y de sus tentáculos mediáticos. Se han dedicado a poner palos a las ruedas, mentir e inventar inexistentes peligros. Todo valía con tal de restar méritos a una buena gestión respecto al asunto de los fondos europeos. El gobierno de España siempre tuvo la voz cantante en este tema. La postura al respecto fue clara desde el principio. Y fue sumando aliados, incluyendo a la decisiva Merkel (quien en la anterior crisis mantuvo la postura contraria). Con la jefa a bordo de la postura española y de los países del sur se allanaron muchas dificultades. Las de aquellos políticos que aún creen en las fallidas propuestas neoliberales.
Pero ojo no cantemos victoria aún. Esa frase final de la Presidenta («…una vez que los demás Estados miembros lo autoricen») me produce escalofríos. Porque pienso en Hungría. Y en Polonia. O en el descerebrado primer ministro de Países Bajos.