La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estuvo en Madrid para certificar el Plan de Recuperación del gobierno de España. Esto implica la aprobación del reparto de fondos de 140 mil millones de euros (69.500 no reembolsables), cuyo primer plazo es inmediato. Lo más destacado del informe de la UE es la calificación obtenida por el plan español: 10 sobresalientes (A) y un notable (B).
En palabras de la Comisión: «El plan está diseñado para dar una respuesta a los principales desafíos estructurales de España, en línea con las prioridades identificadas en la recomendación más reciente sobre la política económica de la zona del euro y de las recomendaciones específicas por país dirigidas a España». ¡Menudo contraste con los carroñeros de la derecha cavernaria! Esos patriotas de pacotilla que pusieron palos en la rueda tanto en Bruselas como en sus panfletos mediáticos. ¿Les preocupaba no poder trincar? ¿Tenían que intentar perjudicar un éxito español porque no era suyo? ¿Es mejor remar en contra que a favor? Desde luego no han parado de remar en contra. Es su línea habitual de actuación. ¿Tendrá repercusión en el electorado cuando toque? De momento lo ha tenido en la clase empresarial. Dos de la principales empresas españolas, multinacionales para más señas, han expresado su confianza con entusiasmo. La presidenta del Banco Santander y el presidente de Telefónica, en Barcelona, se han mostrado muy optimistas sobre la perspectiva económica de España: han pronosticando tasas de crecimiento en 2021 superiores a las proyectadas. Los fondos europeos y el ritmo de vacunación fueron señalados como factores determinantes.
En Barcelona también asistimos a un encuentro simbólico, propiciado por la clase empresarial catalana: el saludo del presidente de la Generalitat al monarca. Aragonés visualizaba así, en su acercamiento a Felipe VI, la normalización institucional. «Algo se mueve en Cataluña» puede ser la lectura inmediata como consecuencia de la propuesta de indultos.
El refrendo a la política de indultos tuvo su apoyo empresarial en un foro económico de primer nivel en Barcelona. Los primeros espadas catalanes, y el presidente de la patronal española CEOE, lo expresaron públicamente en sus intervenciones, delante de Pablo Casado. Son los mismos empresarios y organizaciones empresariales que se opusieron al procés. Y que ahora ven en los indultos una ventana de esperanza. A pesar de los carroñeros de la derecha cavernaria y sus tentáculos mediáticos. Veremos con qué nos salen ahora estos, para responder a estos dos directos, a la mandíbula y al hígado. Ya sabemos que son capaces de cualquier cosa…