Florentino Pérez en su comparecencia televisiva en «El chiringuito» me ha convencido. Los más viejos del lugar conocen mis frecuentes criticas al presidente del equipo de mis amores. Hoy me rindo ante este nuevo proyecto que preside, la Superliga Europea de fútbol. Aparte de los ingresos para los clubes que forman parte de esta nueva competición, hay un elemento añadido para los madridistas: el proyecto de la reforma del estadio Bernabéu cobra todo el sentido a la vista de estos acontecimientos.
Otro dato a favor de la Superliga son las manifestaciones en contra de algunos de los lideres del pelotón de los torpes: nuestro ministro de Cultura, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional o varios dirigentes de la FIFA y la UEFA, incluido su presidente. Este último se cubrió de gloria (dicho irónicamente): amenazó a los jugadores con vetarles la participación en el Mundial y la Eurocopa. Esto suena a música celestial para los equipos, que ven como sus activos, los jugadores, son nacionalizados sin compensaciones. Y corren riesgos innecesarios de lesiones, se recargan artificialmente los calendarios y se crean torneos adicionales sin ton ni son. Recuerden que a estos jugadores les pagan los clubes, no las federaciones nacionales, UEFA o FIFA.
Florentino se mostró muy crítico con la UEFA y su presidente. Con mucha elegancia le soltó mandobles a diestra y siniestra, incluyendo la falta de transparencia del organismo. No entró en el asunto FIFA. Ya lo hago yo: lo del Mundial de Qatar es una vergüenza absoluta. Todo. Desde su génesis. Quizás nuestro inútil ministro de Cultura Rodríguez Uribes debería plantearse la participación de España en el Mundial. Como han hecho ya algunos países europeos. ¿El cambio de fechas del Mundial de Qatar, de verano a invierno, no perjudica a los campeonatos nacionales de Liga? ¿La UEFA no dice nada al respecto? ¿Y nuestra Liga de Fútbol Profesional tampoco opina al respecto?
El ejemplo de todo esto lo tenemos en el baloncesto. Desde la NBA, que es una competición «cerrada». O la Euroliga, las ligas nacionales y la Eurocup.
Es indudable que esta Superliga garantiza el espectáculo semanal con partidos de alto nivel competitivo. No como algunos de nuestra Liga.
P.D.: 20 equipos en nuestra primera división es excesivo. Lo suyo serían 16. 18 como tope.