Durante los nueve meses largos de la pandemia, del 2020, pensé en varias ocasiones hacer una lista de canciones lacrimógenas. He acabado descartando la idea. Era demasiado para mi extremadamente sensible estado emocional.
El año pasado trabajé las glándulas lagrimales a tope. Como sería el asunto que anoche incluso la Obregón, licenciada en Biología, me hizo saltar las lagrimas (en mis años mozos la conocíamos por Anita la fantástica). La Mundana me acompañó en el proceso. El exMundanito nos miraba atónito. Después de insistir en seguir las campanadas con Ibai Llanos y su panda, moción rechazada en favor de la tradicional emisión de La 1, esto era lo último que le quedaba por ver. Obvio que nos preguntó quién era ella.
El caso es que en esa hipotética lista la canción que la abriría sería «Seven Spanish Angels«, por Ray Charles y Willie Nelson. La trágica historia que relata tiene una gran carga emocional, además de la excelente interpretación de ambos gigantes. En Youtube encontrarán videos tipo «reacción al escuchar por primera vez…» o simplemente «reacciones a…». Los protagonistas de las reacciones se plantan la cámara delante, tipo selfie, y pasan el video (se ve insertado en la parte inferior de la pantalla), que comentan, jalean, etc. Las referidas a estos siete ángeles españoles van desde un rapero hasta un padre y su hijo. En ambos casos son afroamericanos. Las reacciones son de entusiasmo y de lágrimas de emoción. Viéndolos también se me humedecieron los ojos.
He looked down into her brown eyes and said, say a prayer for me
She threw her arms around him whispered, God will keep us free
They could hear the riders comin’ he said, This is my last fight
If they take me back to Texas they won’t take me back alive
There were seven Spanish angels at the altar of the sun
They were praying for the lovers in the valley of the guns
When the battle stopped and the smoke cleared
There was thunder from the throne
And seven Spanish angels took another angel home
Las frases de «si me llevan de vuelta a Texas no será vivo» y «había siete ángeles españoles ante el altar del sol» me conmueven. Para que nos vamos a engañar, estoy hecho un llorón.