Zidane respondió a las bajas por lesión (Carvajal, Odriozola y Kroos) dando entrada a Nacho en el lateral derecho y a Fede Valverde en el medio campo, junto a Casemiro y Modric. Arriba Marco Asensio y Vinicius acompañaron a Benzema. Jovic y Odegaard que han gozado de la confianza del mister en el inicio del campeonato (dos titularidades cada uno en tres partidos) se quedaron en el banquillo.
Una curiosidad del Levante-Real Madrid es que no se jugó en el estadio del equipo local. Por obras se desplazó al campo del Villareal.
Con la digestión del magnifico arroz a banda traído de La Paella Real me aposenté en el sofá para ver el partido. La Paella Real de la calle Arrieta, en Ópera, fue una recomendación del gran Luis Gómez Escolar, hace ya la friolera de cuatro décadas (entonces él vivía al lado del restaurante).
A los tres minutos Casemiro vio la primera amarilla del encuentro. Un minuto después se perdió la conexión. Apenas duró un minuto. Lo suficiente para revolverme el arroz. Y en el 6 se me apretó el estomago con un remate cruzado de Morales que pudo haber sido gol.
A medida que discurría el duelo parecía que el Madrid dominaba. Cargaba el juego por la banda izquierda, con Mendy y Vinicius, bien surtidos por Modric. La presión blanca dificultaba la salida del Levante. Solo les quedaba la opción de las contras (como en la ocasión de Morales).
Al cuarto de hora, en el segundo saque de esquina madridista, Vinicius encontró el gol. Con toda tranquilidad controló el despeje defensivo y metió con la diestra un golazo, desde la izquierda, buscando la escuadra del palo contrario. Es el segundo partido consecutivo que anota (en el anterior supuso los tres puntos).
La presión alta que comenzaron a ejercer los locales podía pasarles factura. La movilidad y velocidad de los tres puntas merengues eran un peligro real y constante. A Asensio solo le paraban en falta.
A la media hora, tras el segundo córner consecutivo contra la meta de Courtois, Vukcevic cabeceaba al larguero. La contra del Madrid pudo ser el 0-2.
Al descanso se llegó con 0-1. Habían sido los mejores 45 minutos del Madrid hasta la fecha en esta Liga 2020/21.
En el 50 un robo de Modric en la frontal del área, en una salida de balón del rival, culmina en un remate de Benzema al palo. Un minuto después es Vini quien tiene el 0-2. Su picadita a pase de Asensio se fue fuera por poco. El brasileño tuvo otra, a pase de Benzema, en el 54. De sus tres ocasiones, incluida la del gol, esta última fue la más sencilla de anotar.
Si Modric y Valverde habían rendido a gran nivel en la primera mitad en estos primeros 15 minutos estuvieron inmensos. La salida del Madrid fue un terremoto. Pero sin resultado en el marcador.
Dos cambios valientes de Paco López equilibraron las fuerzas (prescindió del doble pivote). Dio entrada a dos jugadores de la cantera blanca y ahora de la plantilla del Levante. Courtois desbarató dos buenos remates de Bardhi (el segundo venía rebotado y le pilló a contrapié al belga).
Asensio acusaba su larga inactividad y el esfuerzo. No era el mismo de la primera mitad y del inicio de los segundos 45 minutos. En la banda calentaban Lucas Vázquez y Rodrygo.
En el 66 anulaban un gol de Sergio Ramos en una falta lateral botada por Modric. Mientras el VAR revisaba la jugada Zidane efectuó un doble cambio: Lucas Vázquez y Rodrygo por Asensio y Vinicius. Pasaba el tiempo y no había decisión. Casi cinco minutos después confirmaron la anulación (por fuera de juego). Empezaba a preocuparme tener tantas ocasiones y un marcador tan exiguo.
Entrábamos en la segunda mitad de la segunda parte y el Levante parecía más fresco. Más entero. Sus cambios se estaban notando. Los nuestros no. Courtois cobraba demasiado protagonismo.
Zidane mandaba a calentar a Isco y Odegaard. Entraron en el 88 por Valverde y Modric. No me gustó que quitase a Vinicius y tampoco me gustó que saliese Modric y dejase a Benzema en el campo.
El descuento fue de cinco minutos. El Levante jugaba contra el reloj. Y se precipitaba. El Madrid jugaba al rugby, ganando metros. A favor de reloj. Cortando el ritmo.
A falta de un minuto una falta botada por los locales desde la divisoria de ambos campos originó una contra blanca. Un gran pase largo de Rodrygo a Benzema. Y mira por donde, a quien yo quería quitar, anotó el 0-2, quebrando a un defensa y encarando al meta tras una carrera de casi medio campo. Era su primer gol de la temporada y el 250 con la camiseta del Real Madrid.
0-2, tres puntos y un excelente Madrid durante la primera hora. El equipo va a más.