
Los cambios de Zidane responden a dos circunstancias. Las obligadas provocadas por las bajas, sea por lesión (Kroos) o sanción; la política de rotaciones responde a tres aspectos: los tres partidos en una semana, la ausencia de una pretemporada en condiciones y una ya clásica, dar sitio a todos los jugadores y mantenerlos con ritmo de competición. Contra el Valladolid hubo cuatro relevos respecto al partido contra el Betis: los dos laterales –entraron Odriozola y Marcelo por Carvajal y Mendy–, y Modric e Isco formaron parte del once inicial. Por otra parte, el mister volvió a confiar en Jovic en el ataque. Al igual que da la impresión que Fede Valverde se ha asentado en el equipo, sucede lo contrario con Odegaard (sustituido en el descanso en el Benito Villamarín). De titular en los dos primeros partidos ha pasado al banquillo.
La jornada no pudo tener un principio más aciago. Hazard, tras volver a entrar en una convocatoria, volvía a ser baja. Esta vez por una lesión muscular que le tendrá apartado unas cuatro semanas. No quiero que suene ventajista, pero nunca me convenció el fichaje del belga. Siempre me pareció sobrevalorado. Ahora parece gafado, como s le hubiese echado el ojo Pablo Casado (a quien mira o apoya se estrella).
Viendo el calentamiento en el Alfredo di Stéfano me dio la impresión que tanto Marcelo como Isco estaban pasados de peso. Al menos lucian sospechosos bultos en la zona de los michelines. Las carreras de Marcelo con el grupo me alarmaron. Era siempre el último en llegar y aprovechaba para iniciar la vuelta el primero, ahorrando así unos metros en cada dirección.
En una primera parte plana, muy plana, se llegó con 0-0 al descanso. El Valladolid nos dio tres sustitos. Todos por el costado de… Marcelo. Isco, en la izquierda del rombo del centro del campo, tampoco ayudaba en las coberturas defensivas. Por nuestra parte solo tuvimos tres ocasiones. La primera, tras una brillante incursión de Jovic, fue doble. Primero, el remate de Marcelo cuyo rechace llegó a Fede Valverde. Roberto, en la parada de la noche, evitó el tanto e Valverde. Las dos siguientes tuvieron de protagonista a Jovic, quien no atinó con la portería. La primera de las dos fue la más clara: estaba solo frente al meta. Pero su remate en carrera se le fue ligeramente alto, por encima de la escuadra.
El encuentro llamaba a un revulsivo rápido. Vinicius era el nombre que todos los madridistas teníamos en mente. Añado los de Odegaard o Marcos Asensio por el inoperante Isco. Arrancó bien pero se diluyó a partir del cuarto de hora de juego. Pero no. Salieron los mismos en la segunda mitad. Aunque Vinicius, Marco Asensio y Carvajal empezaron a calentar.
En el 48 Jovic cabeceaba abajo un córner. Roberto se volvía a lucir. Era su segunda gran intervención de la noche. El rechace lo remató Casemiro al larguero. Con triple mala fortuna: primero el palo, luego no botó dentro y finalmente, la pelota no le dio al meta en la espalda para meterse en la portería. Tres minutos después Waldo nos metió un buen susto. Ya había avisado en la primera mitad. Y en 53 Courtois salvaba un gol, tras otra pifia de Marcelo (resbaló) que facilitó la oportunidad de Weismann.
En el 56 salían Odriozola, Isco y Jovic. Entraron los tres que estaban calentando.
El Real Madrid seguía con el mismo defecto: no buscar los disparos desde fuera del área. En una hora de partido no se había intentado ni uno.
En el 64 un doble error de Bruno dio lugar al 1-0. Se equivocó en la salida del balón, no despejó y Valverde se hizo con la pelota. Su combinación con Benzema fue despejada y Bruno acabó pasando a Vinicius. El brasileño, en fuera de juego quedaba habilitado por el pase de Bruno. La controló con la izquierda e hizo el gol con la derecha. Unos minutos después Courtois salvó el empate a uno.
Con el 1-0 el Valladolid adelantó sus lineas. Buscaba el empate por la banda de Marcelo. Vinicius echaba una mano en defensa, algo que Isco no hizo. Courtois y Varane se convertían en los mejores del Madrid. Las manos del portero fueron salvadoras.
La entrada de Marco Asensio le dio más movilidad al equipo en ataque. Presionaba arriba. En una de estas Modric se hizo con la pelota en un mal saque de Roberto. Su remate se estrellón en el palo. Vinicius no pudo recoger el rehace.
A falta de tres minutos Borja Mayoral entró por Benzema.
Se añadieron tres minutos de descuento. En el último minuto a Marcelo aún le dio tiempo para meter la pata y ver la amarilla. La correspondiente falta provocó una contra blanca. Vinicius se plantó en el área pucelana. Según la pisaba intentó una vaselina. Roberto embolsó el balón sin ninguna dificultad. Y en esta jugada murió el partido con el 1-0 en el marcador.
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