La tarde no pudo empezar mejor: la selección española de balonmano se impuso 22-20 a Croacia en la final del Europeo. No fue el mejor partido de España en este torneo pero fue suficiente para ganar la final.
Durante la primera mitad España no parecía entrar en el partido. Llegamos a estar tres abajo. Pero en una reacción vibrante le dimos la vuelta al marcador y llegamos con un gol de ventaja al descanso (12-11). La segunda parte fue española de cabo a rabo. Llegamos a tener goles de ventaja y a un minuto teníamos prácticamente el título en el bolsillo. Con este triunfo revalidábamos el Europeo logrado en su anterior edición. Y cerrábamos una década prodigiosa para el balonmano masculino con seis medallas: Oro y Bronce en Mundiales y dos Oros, una Plata y un Bronce en Europeos.
Los galardones individuales ya estaban decididos antes de la final. Por eso el capitán de Croacia, Duvnjak, fue elegido mejor jugador del torneo. Juanjo Maqueda fue nombrado el mejor lateral derecho del torneo, integrando el equipo ideal del campeonato. Y Gonzalo Pérez de Vargas el mejor portero.
La final del Europeo de waterpolo presentaba una dificultad adicional: jugábamos en casa del rival.
Del 1-0 inicial de Hungría pasamos al 1-3 del final del primer cuarto. Ellos desaprovecharon tres superioridades y nosotros materializamos dos de cinco. El segundo cuarto arrancó con una nueva superioridad para los locales. Tampoco pudieron anotar. Lo hicieron en su quinta oportunidad (2-3). Minutos después nos empataban a tres. Su parcial de 3-0 permitía a la selección anfitriona adelantarse 4-3. Con este resultado se llegó al descanso. España no había marcado en el segundo cuarto. En la reanudación empatamos, frenando la sequía goleadora. Pero al poco volvieron a adelantarse los húngaro (5-4). Un sorprendente gol de Larumbe empataba. Ellos respondieron con otro tanto (6-5).
España afrontaba el último cuarto con el desfavorable 6-5. Quedaban ocho minutos para enmendar errores y soltarse. Estábamos incomodos. Nuestro mejor jugador hasta el momento esta siendo López Pinedo, el portero. Nuestro goleador, Granados, no acertaba (solo un gol y había desaprovechado un penalti). Perrone empataba a seis al minuto de juego. Respondían a renglón seguido con un gol, 7-6, aprovechando la expulsión de Granados. En nuestra décima superioridad nuevo empate (en propia meta luchando por un rechace). Nuevamente en su siguiente posesión Hungría volvía a anotar (8-7). Mallarach empataba a ocho. Ellos seguían en su línea: 9-8. No marcamos en nuestras dos siguientes posesiones ni ellos en las suyas. A falta de dos minutos el marcador permanecía 9-8 para los locales. Munárriz a falta de minuto y medio empataba a nueve. Era su tercer gol de la final. Esta vez no nos anotaron. Munárriz estuvo a punto de hacer el décimo. Ellos perdieron la bola en su siguiente posesión. Nadamos la contra pero Nagy, el meta húngaro, salvaba a su equipo. Con el 9-9 final nos íbamos a los penaltis. Más emoción imposible. Empezó lanzando Hungría. Con 4-4 cambiamos de portero (ellos también lo habían hecho). Pero anotaron su quinto lanzamiento. Y Granados fallaba su segundo penalti de la final. Hungría se proclamaba Campeona de Europa, su decimotercer título.
Cerramos el fin de semana con dos Oros europeos (las chicas del waterpolo y los chicos de balonmano) y una plata (los de waterpolo). Curioso que en waterpolo haya sido Oro para la selección femenina y Plata para la masculina, mientras que en balonmano fue al revés: Los Hispanos se hicieron con el Oro, esta tarde, y Las Guerreras, hace un mes, con la Plata del Mundial. ¡Enhorabuena a ambas Federaciones!