Los 3 puntos logrados ayer por el Real Madrid, en el Benito Villamarín, sirven para mantener los 10 puntos de ventaja sobre el vigente campeón. Como poco, porque los blancos mantenemos la esperanza del pinchazo culé en Santander (algo que parece misión imposible por otra parte).
El 2-3 de anoche respondió a un partido abierto, demasiado abierto. Un ida y vuelta constante. De esos que disfrutamos los aficionados, pero que no gustan nada a los entrenadores. Porque no hay control del ritmo del encuentro.
Y precisamente son los técnicos, con sus decisiones, los que propician este tipo de situaciones.:
- Pepe Mel acertó con la posición inicial de Jefferson Montero (autor del segundo tanto bético): frenó las subidas del impetuoso Marcelo e impidió su conexión con Cristiano Ronaldo. Cuando se cambió de banda, en la segunda parte, el lateral brasileño subió por primera vez en el minuto 52: un mal pase de Kaká, rebota en un defensa, y le llega para asistir a CR7 en el primero de sus dos goles (1-2).
- Comentaba en el descanso que jugar con Kaká fuera de casa es jugar con un centrocampista menos. Es darle una ventaja numérica al rival. Como así fue. Otra cosa es su indiscutible calidad, su conducción, y su aportación en las contras. Pero… el Madrid no controló el juego; Xabi Alonso no pudo imponer su ritmo; Iriney y Beñat mandaban en el medio campo, y organizaban rápidos contraataques.
- Con el marcador en contra (2-3, otra vez Ronaldo) Mel en un intento desesperado puso a 4 delanteros en liza. Se equivocó: eliminó su superioridad en el centro del campo.
- Mourinho estuvo rápido ante la reacción de su colega: cuando estaba a punto de salir Benzema, anuló el cambio y entró Esteban Granero por Kaká. Poco después fue Callejón quien sustituyó a Higuaín (marcó un golazo, en una impresionante carrera, para empatar a uno).
Se ha creado una falsa polémica respecto a tres jugadas, en las que se reclama mano. Mi opinión es la siguiente:
- En el primer gol local (1-0) no es mano voluntaria. No parece que Rubén Castro quiera jugarla con la mano: la pelota tropieza con su brazo (¿el codo?). Que facilita su control es indudable, pero es de forma involuntaria. Su pase llega a Jorge Molina quien irrumpe libre de marca por el centro de la defensa y anota.
- En la mano de Alonso el balón impacta con su brazo después de haber intentado obstaculizar el pase con su pie. Acción involuntaria por tanto.
- Se reclama una mano de Sergio Ramos finalizando el partido. Tras ver varias repeticiones ni siquiera tengo claro que le de en el brazo. Si veo que le da en el muslo. Así que si en el llamado “penalti de televisión” no se aprecia con claridad imaginen en el campo, en directo y sobre la marcha.
No quisiera terminar sin destacar otros dos aspectos del partido.
- Primero la fenomenal actuación de Sergio Ramos. El exsevilista jugó su derby particular contra el Betis. Su garra empujó al equipo (de rojo ayer, y aunque ya son varios partidos no acabo de acostumbrarme); su anticipación en el corte desbarató varias acciones muy peligrosas de los delanteros béticos. Su incorporación al ataque siempre creó peligro. De hecho su cabezazo, muy bien despejado por el meta (Fabrizio) provocó que el rechace lo aprovechase Cristiano (un zurdazo, como en el primero de sus dos goles).
- El 2-2 (J. Montero) vino en otra jugada de estrategia: en esta ocasión fue un saque de esquina. Decían en laSexta que es el undécimo gol que nos meten a balón parado esta temporada (en Liga hemos encajado 23 en total). Hubo dos errores en cadena: una abortada salida de Iker Casillas, que se quedó en un quiero pero no me atrevo, culminando con un mal control de Arbeloa (quiso controlar el esférico con el pecho y se le fue larga). Casillas enmendó el fallo con varias intervenciones de mérito. Especialmente una doble, rechazando un remate a bocajarro más el posterior disparo.
Y ya para acabar destacar la rueda de prensa de Mou: al igual que en Vallecas alabó la labor del rival, y comentó que un empate hubiese sido el resultado más justo. No estuve de acuerdo con él en el caso del partido contra el Rayo (solo llevaron peligro en los minutos finales de cada parte). Sí lo estoy respecto al encuentro de ayer. Pero tengo muy claro que estas declaraciones las hace con el calendario de la competición en mente, para estimular a futuros rivales del Barça… ni más ni menos que los de las jornadas 36 y 38 (la última).