10 de febrero de 2011
27 de Septiembre de 1975. La España franquista desprende olor a pólvora al amanecer. A las nueve y diez de la mañana de un sábado negro, restallan los fusiles de la dictadura y se ejecutan las últimas penas de muerte en el país. En Hoyo de Manzanares (Madrid) mueren asesinados José Luis Sánchez Bravo (22 años), Ramón García Sanz (27 años) y José Humberto Baena Alonso (24 años), miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). En Burgos caería Ángel Otaegui (33 años) y en Barcelona, Juan Paredes Manot “Txiqui” (21 años), ambos militantes de ETA. A las diez y cinco acabaría todo. A pesar de las protestas, manifestaciones (tanto dentro y fuera de España), e incluso las peticiones que llegaron desde el Vaticano, los pelotones de fusilamiento compuestos por la Guardia Civil y miembros de la policía cumplieron con la orden enviada por Franco y llevaron a cabo la ejecución que conmocionó al mundo y al país. Un país que ya estaba cansado del largo y pesado grillete la dictadura.
Este suceso provocó innumerables movilizaciones y repulsas en contra de la dictadura franquista. La urgencia por condenar estos asesinatos era vital, por ello, Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) escribiría la letra de la canción -que hoy protagoniza esta sección- los días previos a los fusilamientos. «Al alba» tuvo que ser escondida bajo una letra de amor para poder pasar la censura. Un texto de despedida con referencias a la muerte, que una vez pasada la censura sería grabada por la cantautora Rosa León (Madrid, 1951) para el LP titulado de igual manera que la canción.
“Miles de buitres callados,
Van extendiendo sus alas,
¿No te destroza, amor mío,
Esta silenciosa danza?
Maldito baile de muertos,
Pólvora de la mañana.”
Sacada desde las entrañas del dolor y de la inmediatez más visceral, «Al alba» terminaría siendo un himno generacional que abanderaría el canto a la libertad durante los años venideros. Tres años después de que lo hiciera Rosa León, Aute grabaría este mítico tema para su noveno trabajo de larga duración bautizado como “Albanta” (Ariola, 1978). Ya entrando en materia estrictamente musical; dicha composición fue re-grabada varias veces, (incluso en directo) para “modernizarla” con el paso de los años. Estas revisiones se pueden encontrar respectivamente en “20 Canciones De Amor Y Un Poema Desesperado” (Ariola, 1986), con una producción más “ochentera” donde cobra protagonismo la guitarra eléctrica. En “Autorretratos” (Ariola, 2003) es la guitarra clásica la que reina en toda la canción que junto con la susurrante voz de Aute, consigue encoger los más duros espíritus. En la caja recopilatoria “Memorable Cuerpo” (Sony, 2008) hay otra elegante versión que hace las delicias de los más exquisitos oídos.
También quedaron para la posteridad las interpretaciones en directo, como la mítica grabación en el Teatro Salamanca de Madrid el 4 de Marzo de 1983 que se publicaría bajo el título de “Entre Amigos” (Fonomusic, 1983) donde se acompañaba de Teddy Bautista, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat. Otro directo para el recuerdo y donde aparece nuevamente «Al alba» es en “Mano A Mano” (Ariola, 1993) grabado junto a Silvio Rodríguez en la plaza de toros de Las Ventas el 24 de Septiembre de 1993.
Estos cambios por los que ha pasado «Al alba» vienen provocados por las inquietudes sonoras del polifacético artista. “Albanta” tenía los arreglos más roqueros de toda su carrera discográfica e incluso estaba enfocada al directo. Por cierto, dicha producción fue dirigida por Teddy Bautista. A pesar del gran trabajo realizado, Aute no acabó totalmente satisfecho con el envejecimiento de su obra, como ya le comentaría a este humilde narrador durante una pequeña charla sobre “Albanta” un verano en el madrileño parque del Retiro. Otra célebre versión, esta vez flamenca, fue la que realizó José Mercé en “Aire” (Emi, 2000).
Pero para gustos están los colores, por lo que el encanto de cada nueva revisión de «Al alba» radica en las distintas sonoridades, aunque el espíritu y alma de libertad siempre permanecerá entre los recovecos de su letra.
Entradas anteriores en:
Charly, todo un símbolo de nuestras vergüenzas, aun sin olvidar….
Como siempre magnífico en el recuerdo este desgarrador tema, siempre que lo escucho me recuerda..o mejor dicho me lleva a la Elegía a Ramón Sijé de Hernández que tan maravillosamente interpretára Jarcha (http://www.youtube.com/watch?v=9qbzH5qT6OM&playnext=1&list=PL25A4CE0D969A03FA es puro sentimiento y rabia contenida, hay canciones que hacen vida y ésta es una de ellas, gracias Charly por tenerla en cuenta.
Afortunadamente en España se abolió la pena de muerte.
Gracias ,Charly, por arrojar luz sobre aquella tragedia de nuestra historia. Lo viví en plena juventud, y relativamente cerca. En aquella noche oscura muchos estuvimos al borde del abismo. Los fusilamientos de esos cinco revolucionarios… pensar en ello me duele, un trauma que sigue ahí. La canción, de Aute, intimista, y desoladora. Yo creía que era una canción de amor dedicada a la mujer de uno de ellos (no recuerdo de quién) que estaba embarazada. Y gracias al Mundano por ser, una vez más, el mediador de hallazgos en mi memoria.
gracias, mundano, por tu visita reciente. el otro día estuve un largo rato catching up con las canciones del siglo. buenísimas selecciones… la de «La caza» de Juan y Junior me trajo tantos recuerdos de mi adolescencia española. ¡alabaooo!
y a propósito de este post, me gusta la canción aunque Aute no sea de mis favoritos, pero desconocía el fondo histórico, que he hallado muy interesante.
las dictaduras, sean de derecha o de izquierda, se merecen el desprecio de todo ser humano.
Siempre que se recuerda aquella infamia me viene a la mente Antonio Gómez en los tiempos de «Para vosotros, jóvenes»
En efecto, aunque quedaba muy poco de «temer a la madrugada», aquellos fusilamientos-asesinatos que, todavía, hoy, con tanta memoria histórica, nadie quiere desvelar, pesan sobre todos los que fuimos testigos.
Gracias, Charly
Felicidades, Charly, por esta entrada tan estupenda. A pesar de que hay quien los minimiza e incluso justifica por la presencia de etarras, los fusilamientos de Hoyo, Burgos y Barcelona fueron un trauma terrible para la sociedad española, especialmente los que rondábamos la veintena. (Recuerdo haber llorado de rabia al leer la crónica en Nuevo Diario a la mañana siguiente, crónica nada complaciente). Además, a ETA le dieron vida. No creo, Javier, que «el vampiro» disfrutara de nada, era ya una marioneta inanimada en manos de su propia caverna desde la tromboflebitis de un año antes (yo diria que «la collares» y el yerno tuvieron más que ver en esa postrera felonía, que les retrató). Por cierto, algún miembro notable de aquella caverna desempeñó después roles relevantes en la época llamada «transición». Quizá tenía que ser así.
Si, el dueño de «la calle es mia» entre otros
«Mientras el vetusto vampiro iba a disfrutar de su última orgía sanguinaria, la vampiresa Carmen se probaba unos deslumbrantes collares frente al gran espejo isabelio, al tiempo que ordenaba el envío a un Banco suizo de una remesa de bienes a proteger».
Gracias Charly por tu emotiva entrada..
Excelente entrada Charly. Me gustaría indicar que, además del Papa Pablo VI, también pidieron el indulto el Conde de Barcelona, uséase, el padre de su majestad, y Nicolás Franco, uséase, el hermanísimo.
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