10 de mayo de 2010
Lo siento por interrumpir
Sólo he venido a preguntar
Me dicen que soy infeliz
¿Qué puedo hacer por mejorar?
Razones para desistir y tiempo para imaginar
Mi mundo que es mi realidad
Yo no necesito hablar para expresar una emoción
Me basta sólo con mirar
Pero si necesito amar que es mi única ambición
(“Mi Realidad”, Lori Meyers)
“Cuando El Destino Nos Alcance” es el nuevo álbum de Lori Meyers, el cuarto de su carrera. Grabado en California (Los Angeles) supone un paso adelante sonoro. Más electrónico, con una mayor presencia de teclados. Es una línea que está siendo la más exportable de nuestro pop-rock (Delorean, El Guincho). Pero sin olvidar de donde vienen: no renuncian a sus influencias.
Lori Meyers es una banda que actúa mucho. Y disfruta haciéndolo. Al igual que los asistentes a sus excelentes recitales. Imagino que esta comunión artista/publico, y las ganas de pasarlo bien, han tenido mucho que ver con estas nuevas sonoridades.
Tuve la oportunidad de verlos hace ya bastantes meses en el Joy. Estaba abarrotado y la gente no paró de bailar y cantar con ellos. Coreaban todas las canciones. Algunas eran auténticos himnos generacionales. Y aquí radica una de las claves de su predicamento: han conectado. Y en este país a algunos esto no les gusta. Critican –sin motivos en mi opinión- sus letras, las intenciones de sus canciones. Es obvio que no son grandes poetas, ni lo pretenden. Son sólo letristas de canciones pop-rock (pero me gusta). Precisamente esta sencillez es la que les mantiene frescos y directos.
Aplaudo esta nueva dirección y recomiendo “Cuando El Destino Nos Alcance”.