14 de abril de 2010
No tenía Winwood ni 20 años cuando en 1967 apareció el LP “Mr. Fantasy” de los Traffic. Era enclenque, sus ojos se salían de las cuencas y su expresión facial hacía sospechar que, como Obélix, se había caído de pequeño en una marmita de LSD. A esas alturas ya había facturado algunos de los himnos imperecederos de los 60 con la Spencer Davis Group como “Keep On Runnin’” o “Gimme Some Lovin’” y la Historia le reservaba, amén de una fructífera carrera en solitario, ser partícipe de uno de los mejores discos de blues rock de siempre junto a Clapton y Baker en “Blind Faith”.
Si curioso era su aspecto físico no digamos su voz: etérea, suave, frágil, como la de un torturado que pide clemencia roto por la pena, el dolor y el cansancio. Hay voces que son inconfundibles; nadie seria capaz de oír a Sinatra, a Cash, a Armstrong, a Orbison o a Winwood sin saber de quien se trata si ya lo ha oído antes. Sus cuerdas vocales te hacen sentir un refugiado emocional, transitar las sendas de caminos ya andados que te han hecho pagar un alto peaje por aprender lecciones que seguramente ya se han olvidado. Resumiendo, un magnífico hilo musical para las noches de whisky en vaso alto y a escondidas que decía Sabina.
“Dear Mr Fantasy” es, a mi modesto juicio, la cumbre de Traffic. Todas las características de su peculiar voz se multiplican con el acompañamiento lisérgico de una banda que sabe leerla, las horas y horas de jam sessions en su comuna de Berkshire hacen efecto y potencian el ensamblaje de un grupo de virtuosos como Capaldi o Wood con el precoz genio. Los tres –Capaldi, Wood y Winwood- figuran como autores del tema. Ni siquiera los encuentros y desencuentros con Dave Mason (otro genio olvidado por las masas) hacen mella en ese sonido melancólico y espiritual lleno de latigazos de guitarra.
Mención aparte para la letra. Pese a que me encantan los larguísimos soliloquios dylanianos como “Visions Of Johanna” o “It’s Alright, Ma (I’m Only Bleeding)” con locura, nada me gusta mas que un mensaje breve y conciso que encierra una sensación. El pobre señor Fantasía, hastiado de vida acumulada, debe continuar haciendo el show ante su público. Quizás Winwood vio “Candilejas” antes de escribirla, quizás tuvo que seguir adelante con algo que no le gustaba para no herir a sus seres queridos, quizás ya estaba cansado de todo y, como la famosa contradicción del payaso, expulsaba por sus cuerdas vocales y el mástil de la guitarra toda la vida que lleva dentro mientras el retrato de Dorian Gray de su alma se iba marchitando. Un hombre que se desangra ante su audiencia, víctima de sus virtudes, para no defraudarla.
Dear Mister Fantasy play us a tune
Something to make us all happy
Do anything take us out of this gloom
Sing a song, play guitar
Make it snappy
You are the one who can make us all laugh
But doing that you break out in tears
Please don’t be sad if it was a straight mind you had
We wouldn’t have known you all these years
Entradas anteriores en:
El Mundano 
Ante todo gracias por el halago, Iñaki. Decía Elvis Costello que hablar sobre música es como bailar sobre arquitectura; y siento contradecir a este buen hombre pero hay verdaderos virtuosos del tema entre los que por supuesto no me incluyo.
Sólo es rock’n’roll pero me gusta …
No conozco a nadie que escriba de musica tan bien como tu. Me gusto tu articulo sobre Winwood de principio a final. Desde «se había caído de pequeño en una marmita de LSD» hasta » tuvo que seguir adelante con algo que no le gustaba para no herir a sus seres queridos».
Por cierto, creo que la ultima vez que Steve Window actuo en España fue en el Festival de Jazz de Donostia.
Un abrazo.
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