20 de abril de 2009
Casi todas las canciones, que me han marcado verdaderamente, son de 1975. Hay algunos himnos pertenecientes a la gloriosa década de los ’80s, a la que pertenezco de corazón y alma irremediablemente por ser veinteañero en ella, para meter en este magnífico saco del siglo de canciones. Barajando mis últimas candidatas, deseché temas muy significativos de la movida, «Para Ti” o «La Chica de Ayer” (ya reseñada en esta serie). También, aquellas con las que nos amenizaron los grupos de la nueva ola, especialmente Elvis Costello (“Pump it up”), The Police (“Roxanne”), Blondie (“In the Flesh”), Ramones (“Do You Remember Rock and Roll Radio”), etc.
Sin embargo, en 1975 yo me acercaba a la música con tal empeño que poco o nada me impedía pasar horas pegado al radiocassette, descubriendo ritmos, estilos, grupos y cantantes. De todos ellos, me atraía especialmente un Bob Dylan que acababa de estrenar uno de sus mejores discos, “Blood on the Tracks”.
Ese disco suponía el regreso de Dylan a la multinacional Columbia y es un compendio de buenísimas canciones donde sus delirios amorosos afloran tan desgarradamente que el propio autor no se explicaba cómo podía haber gente que disfrutara con tanto dolor. Y de todos esos temas, “Tangled Up in Blue”, abriendo fuego con unos compases saltarines y juguetones que nada tienen que ver con la dureza de su letra. Dylan describe, en esa canción, a una persona triste y sola, angustiada por encontrar el amor de su vida. Su relación con su mujer, Sara, está a punto de terminar y el miedo al vacío, que también está en la magistral “Simple Twist of Fate”, se refleja con unos versos punzantes y un ritmo vibrante.
Así que regreso ahora otra vez
De alguna forma tengo que encontrarla
Toda la gente que conocimos
Son ahora un espejismo para mí
Unos son matemáticos
Otras son mujeres de carpinteros
No sé cómo empezó todo esto
No sé que están haciendo de sus vidas
Pero yo, yo sigo en el camino
Rumbo a otro lugar
Siempre sentimos lo mismo
Solo que lo vimos desde un punto
de vista distinto
Envuelto en tristeza
Es posible que Dylan ni siquiera estuviese pensando en su propia relación rota, cuando escribió “Tangled up in blue”. Según Ron Rosenbaum Dylan compuso la canción tras pasar un fin de semana escuchando “Blue”, el álbum de Joni Mitchell. ‘Envuelto en tristeza‘ se convertiría así en un simple ‘Enredado en Blue‘. Y estamos acostumbrados a escuchar alteraciones de sus letras en sus conciertos en vivo. Leyendas aparte, las canciones marcan debido al momento en que se escuchan por primera vez. Y para mí, “Tangled Up in Blue” y “Blood on the Tracks” fueron el principio de todo.
HE …es el DYLAN de juventud, cuando luchaba por los derechos civiles
I … es el DYLAN post-idealista, el que abandonó la militancia
SHE … es el compendio de todas sus amantes ( todas y ninguna)
Pingback: » Tangled up in blue (un siglo de canciones)
Una de mis preferidas de Dylan. Que no hace sino maravillarme del talento que tenía (tiene) este hombre para contar historias en sus letras.
Saludos
«Pero yo, yo sigo en el camino
Rumbo a otro lugar…»
Al que nunca llegaremos. Majestuoso Dylan.
Si que supo envolver la tristeza.
las canciones marcan por las circunstancias en que las escuchamos por primera vez, estoy muy de acuerdo. «the first cut is the deeptest», como diría otro monstruo cantor.
Yo siempre he entendido esta canción como una especie de auto-biografía y de crítica (en el buen sentido) a su generación, siguiendo un poco con el rollo del cantante pop que se da cuenta de que ya tiene 30 y tantos años y se vuelve nostálgico y auto-reflexivo.
Es todo un honor contar hoy con Antonio Cambronero, un pionero español de la Red y de la blogocosa. Su primer blog cuenta ya con 8 años de existencia y es el creador entre otras cosas del anillo Minoic. Le podéis encontrar en todos estos sitios:
http://www.blogpocket.com
http://www.antoniocambronero.com
http://www.twitter.com/blogpocket
http://blogpocket.tumblr.com
http://www.minoic.net
http://www.blablablog.es
Ha elegido una canción de Dylan, la segunda que aparece en esta serie. Y curiosamente, como single, se editó justo después del “All Along the Watchtower” la cual abría este “siglo de canciones”.
Como siempre pido vuestra colaboración y aportación para continuar. Un texto por canción elegida. Podéis mandarlo a:
adrianvogelarrobagmailpuntocom
Gracias anticipadas.