Archivo diario: marzo 12, 2009

Shakespeare en Teatro de La Abadía

12 de marzo de 2009

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Ayer se estrenó en el Teatro de La AbadíaMedida por medida” de William Shakespeare. A pesar de ser una obra que goza de mucho prestigio y es representada frecuentemente en el mundo anglosajón, es poco conocida en España. Miguel Narros fue el último en representarla en castellano, en 1969. 30 años después Calixto Bieito la montó en catalán. Ahora el montaje de Carlos Aladro en esta producción de La Abadía –que cierra la temporada- nos permite recuperar el tiempo perdido y reencontrarnos con un clásico de uno de los más grandes (sino el más grande).

 

José Luis Gómez, director del Teatro de la Abadía y responsable de programar este Shakespeare explica en El País que “Medida por medida” es un texto con una carga moral explícita: «Destila un secreto amargor sobre la condición humana y lo que somos; de hecho el aparente final feliz de la obra no engaña sobre la extraordinaria visión y perspicacia de Shakespeare acerca de por qué los seres humanos hacemos ciertas cosas«

 

Sinopsis:

 

Por motivos enigmáticos, el duque Vicencio se retira de Viena, delegando el gobierno en Angelo. Éste impone su moral con máximo rigor: condena a muerte al joven Claudio que ha cometido un desliz sexual. Pero cuando la hermana del condenado, la novicia Isabela, acude a implorar por su vida, Angelo no permanece insensible a sus encantos: «Todos somos frágiles

Saltando del palacio al arrabal, de la corte a los burdeles, del embate emocional a lo soez, “Medida por medida” explora la fricción entre lo privado y lo público, entre sacrificio y perdón. La lujuria del poder y el poder de la lujuria. Después de “La ilusión”, Carlos Aladro dirige una de las obras con más gancho que ha escrito Shakespeare. «Una comedia que destruye la comedia«, en palabras de Harold Bloom.

Angelo: «¿Quién peca más: el que tienta o el que es tentado?«

 

«Medida por medida» o «Measure for measure» fue escrita en 1603 o 1604 y publicada por primera vez en 1623 en el «Primer Folio«. La imagen es de un facsímil de la primera pagina de la obra publicada en el First Folio de 1623.

 

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El First Folio, que reagrupa la mayor parte de su producción literaria, fue publicado por dos actores de su compañía, John Heminges y Henry Condell, en 1623, ocho años después de la muerte del autor. Este libro dividía su producción dramática en Historias, Comedias y Tragedias, y de él se hicieron 750 copias, de las que han llegado a nuestros días la tercera parte, en su mayoría incompletas. Gracias a esta obra se conservó la mitad de la obra dramática del autor, que no había sido impresa, pues Shakespeare no se preocupó en pasar a la historia como autor dramático. El First Folio recoge exclusivamente obras dramáticas (no se encuentra en la edición ninguno de sus poemas líricos), en número de 36: 11 tragedias, 15 comedias y 10 obras históricas.

 

En la Web del teatro podréis encontrar más info. sobre Medida por medida y también han organizado un Videoblog.

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¿Y que hubiera pasado si…? (por Julio R. Llorente)

12 de marzo de 2009

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 Foto de Jorge Landin/Marca

Parece que estoy condenado a que todas las entradas en este blog para hablar del futbol y del peregrinar del Atleti por la Champions (que, lamentablemente, ya ha concluido) se abran con una pregunta.

 

La de hoy es ésa de líneas arribas porque ¿qué hubiera pasado si los nuestros hubieran salido de cara buscando la eliminatoria, como debería haber sido, a la vista del mal resultado de la ida? Era el Oporto el que pasaba con el 2-2; no, los que hoy iban de azul oscuro. Y por eso de nuevo me pregunto -véase comentarios anteriores- quién estaba en el banquillo. ¿El agresivo Abel que maravilló con sus planteamientos ante Barça y Madrid o el poseído por el espíritu de Aguirre?

 

No hay duda de que los del Calderón empezaron a perder la eliminatoria -ya es una triste gracia que se despidan sin haber perdido ni un solo partido de los ocho jugados hasta la estación término en tierras portuguesas- desde el vestuario. Primera noticia. Y… mala. No juega Forlán. ¿Le pasa algo? ¿Está exhausto por la utilización de gasolina, hasta la reserva, en las últimas fechas, dándolo todo y más? No. Nada de eso. El entrenador toledano quería amarrar de medio campo hacia el ataque el potencial que ofrecieron los Meireles, Lisandro, Hulk o Cebolla en la ida para que, tras el previsible desgaste, asestar el golpe de gracia. Fenomenal… si hubiera salido. Pero fue al revés. Y que conste que, desde el primer minuto, siempre me dio la impresión que se estaba tirando el tiempo a la búsqueda, al menos, de ese gol necesario. Porque, efectivamente, todo aconteció en dirección contraria. Cuando el partido se liberó de ataduras, el que tuvo cerca el gol dos, tres, cuatro veces, fue el Oporto. Pero allí estaba Leo Franco para atajar algún balón, como un par de ellos a bocajarro, de los que su destino es la red.

 

 

Y es que, en positivo, apenas se puede destacar la labor del meta y de la defensa, capitaneada por Pablo, de nuevo, impecable. De ahí para adelante, donde el Atleti, a la vista de sus últimas actuaciones, hacía pupa… nada. Agüero siempre tuvo tres policías, Forlán no se metió en el partido nunca -a saber si, cuando le reclamaron, salió desmotivado- y apenas hay que destacar algunas acciones aisladas de Simao.

 

No tengo dudas de que este Oporto va a caer a la próxima porque se dibuja como el más flojo de los que han pasado a cuartos. Ahora al Atleti le queda la Liga y empezar a remontar -ahora está lejos de un puesto que le dé acceso a jugar la competición de la que se acaba de ir con tristeza- posiciones, empezando por echarle el lazo al Villarreal este domingo.

 

Un último apunte. Metiéndome donde no me llaman, tras lo de ayer en Anfield, Juande ya sabe que su bono-bus de circulación en área blanca caduca el 30 de junio. Me temo que Abel, tras lo de hoy, con ese planteamiento timorato y medroso, cuando había que salir a por el partido y la eliminatoria, desde el primer minuto, ídem de ídem.

 

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