5 de marzo de 2009
La Corte Penal Internacional ha dictado orden de arresto contra Omar Hassan Ahmad Al Bashir, actual Presidente de Sudán (accedió al cargo dando un golpe de Estado). Es una decisión sin precedentes para la CPI (es la primera vez que actúan contra un dirigente en el poder, porque los casos contra el serbio Milosevic y el liberiano Charles Young fueron llevados por tribunales distintos). Este alto tribunal internacional –fundado en 1998– le acusa de crímenes de guerra (2 cargos) y contra la humanidad (5). El genocidio ha sido descartado (de momento, por falta de pruebas).
El fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo, aseguró ayer que el presidente sudanés podría ser arrestado en cualquier país de los 180 miembros de la ONU. En una entrevista emitida por el canal de televisión qatarí Al Yazira, Ocampo ha instado a los países miembros de la ONU a colaborar con la CPI.
«Visité Sudán en cinco ocasiones desde el comienzo de la investigación, pero no encontré cooperación por parte de los jueces sudaneses, por lo que decidí continuar con mi investigación» declaraba y confirmaba los centenares de testimonios que había recogido en Darfur sobre los crímenes cometidos por las fuerzas gubernamentales
Llevaba tiempo esperando esta noticia. Porque el conflicto de Darfur (ha provocado según la ONU trescientos mil muertos y más de dos millones y medio de personas desplazadas fuera de su país) está durando más que la II Guerra Mundial. Según el último informe de Médicos Sin Fronteras nos encontramos ante una de las diez crisis humanitarias más graves y desatendidas del último año.
El lunes leí un excelente artículo en el NYT de Desmond Tutu, el que fuera arzobispo de Ciudad del Cabo y Premio Nobel de la Paz y a quien Miles Davis le dedicó su álbum “Tutu”. Pedía a los dirigentes africanos que colaborasen con la previsible decisión del CPI. Claro que a algunos de ellos, dictadores y golpistas, no les hará ninguna gracia “poner sus barbas a remojar” al ver como a su vecino “se las pelan”.
En las mismas paginas Franklyn Graham, hijo del predicador evangelista Billy Graham (el asesor espiritual de Bush) ponía el contrapunto. Y se mostraba opuesto a la inminente orden de arresto del tribunal. Argumentaba que la Paz debería prevalecer sobre la Justicia y citaba como ejemplo la colaboración que el Presidente de Sudán había tenido siempre con su ONG, La Bolsa del Samaritano. Olvidaba mencionar que siendo hijo de quien es, el despiadado Al Bashir buscaba no sólo “su favor” sino también evitar la enemistad de EE.UU.
Las reacciones populares no se han hecho esperar. Por un lado las “orquestadas” en Jartum, la capital de Sudán, apoyando a Bashir. Mientras que en Londres, sudaneses originarios de la zona de Darfur han mostrado su alegría y su apoyo a la decisión de la Corte Penal Internacional.
La verdad es que desde el fin de semana pasado mi atención se ha fijado en el continente africano. Primero fue recibir el sábado el CD “Sira” de Ablaye Cissoko. El domingo me llegó el post al respecto de Christophe. Ese mismo día cuando escuché “Sira” –por primera vez- encontré el post de Ernesto “Domingo africano”. Al día siguiente apareció la (confusa) noticia del asesinato de Joao Bernardo Vieira, el Presidente de Guinea-Bissau (menuda racha llevan en ese país desde agosto del año pasado, por no decir desde hace años). Y los ya referidos artículos del NYT, anticipando la orden de detención del Presidente de Sudán.
Y todavía queda un post de Christophe sobre su Saint-Louis, Senegal, que publicaremos la semana que viene…
ACTUALIZACIÓN:
Ayer cuando preparé este post me extrañó que en las Webs de El País y La Vanguardia sólo reflejasen la noticia de EFE (Público ni siquiera eso). Y en el caso de El País mi asombro era mayor al contar con un experto como Ramón Lobo. Pero está mañana al comprar el periódico si aparecía su artículo:
Aprovecho la mención al Sr. Lobo para traer dos posts de su blog referidos a otras áreas de conflicto en África.
Y como el Pisuerga pasa por Valladolid rectifico un olvido: el sábado en Babelia hubo un gran artículo de Carlos Galilea –que leí el domingo por la noche- sobre Oumou Sangare, la reina africana.
Oumou Sangare, la reina de África
Para animaros a su lectura os dejo un extracto:
“En África una mujer que no se casa está muy mal vista. Al final digo ‘despertad, mujeres, bailemos», cuenta riendo Oumou Sangare (1968, Bamako, Malí), quien, tras seis años sin grabar un disco, publica “Seya” (Alegría), un canto a la libertad de las mujeres de su continente. El impacto de su primer disco, “Moussoulou”, convirtió a Oumou Sangare en una figura tremendamente popular en Malí.
Las fotos son de Reuters/El País y The New York Times