22 de febrero de 2009
A las tres de la tarde del 22 de febrero de 1939, miércoles de ceniza, hoy hace setenta años, Antonio Machado falleció en el hotel Bougnol-Quintana, de Colliure. Hacía tan sólo unos días que había atravesado la frontera francesa en compañía de su hermano José y de su anciana madre, quien en la confusión de la huída pensaba que regresaban a su ciudad natal, y no hacía sino preguntar “¿cuándo llegaremos a Sevilla?”
El poeta y su familia formaban parte del casi medio millón de personas que aquel último febrero de la guerra civil escaparon de España a Francia huyendo de la represión de las tropas franquistas, que ocupaban Catalunya. Siempre me ha parecido que aquellos hombres y mujeres se vieron obligados a vivir una de las odiseas humanas más dramáticas del siglo XX.
Aquellos españoles, que acababan de perder una guerra cruel, se vieron inmersos en otra aún más dura, que como la anterior no había buscado, pero en la que se metieron hasta el cuello por mera conciencia ética e instinto de supervivencia, combatiendo el nazismo con singular pericia y heroísmo.
Españoles hubo en los campos de concentración del sur de Francia, donde los amontonaron al salir de España, y en los nazis de exterminio, en los que fueron internados como consecuencia de su lucha en la resistencia. Combatieron en todos los frentes de batalla de la guerra, en El Alamein y en Montecasino, en Noruega y Rusia. Fueron los primeros en entrar en Paris para liberarla y en ocupar el Nido del Águila de Hitler, en el corazón de Alemania. Muchos de ellos (Cristino García Granda, Jorge Semprún, José Gros, Romero Marín…), además, ganada una guerra en la que habían participado por imperativo ético, pero que, al fin y al cabo, no era la suya, regresaron a España para luchar en la guerrilla o integrarse en los movimientos clandestinos, lo que en muchos casos pagaron con largos años de cárcel o el fusilamiento.
Personalmente creo que recordarles es una obligación moral de la sociedad española, y en la medida en que he podido he intentado contribuir a ello. En 1978, hace ya la friolera de 31 años, Antonio Resines y yo decidimos componer una obra musical que los homenajeara, que titulamos “¿Cuándo llegaremos a Sevilla? / Cantata del exilio” y que se editó en GONG en 1978. Hoy, a la hora de volver sobre aquellos acontecimientos, hemos cogido una de las canciones de aquel disco, la dedicada a la muerte de Antonio Machado, en cuya figura se resume el conjunto de los exiliados, le hemos puesto unas fotos y dibujos y la hemos colgado en youtube, donde os invitamos a verlo.
“¿Cuándo llegaremos a Sevilla? / Cantata del exilio”:
Letra: Antonio Gómez
Música: Antonio Resines
Antonio Resines (guitarra acústica y voz)
Teresa Cano (voz)
Pablo Guerrero (voz)
Luis Pastor (voz)
Quintín Cabrera (voz)
Carlos Tena (voz)
Arreglos: Malasaña (Luis Mendo: guitarra eléctrica y acústica. Manuel Aguilar: bajo. Judas Sanz: Piano. Rafa Pérez: batería y congas. José Vellisco: saxo).
Otros músicos: Nacho Sainz de Tejada, Julián Llinás, Darío Riani, Miguel Ángel Chastang.
Testimonios: Teresa Pamies, Eduardo Pons Prades, Mariano Constante, Villar Gómez.
Portada: El Cubri.
Esto de Internet es una maravilla maravillosa, donde el que busca, encuentra. Y buscando y buscando he encontrado, por buscar, una dirección en la que se puede bajar la cantata completa. Si a alguien le interesa, tiene el permiso de los autores para bajársela, teniendo en cuenta que los derechos que cobramos por los 30 ejemplares que se debieron vender en su momento ya nos han permitido retirarnos a Hawai (Resines) y Bombay (yo), donde vivimos alegremente debajo de sendos cocoteros:
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