6 de febrero de 2009
La noticia de la hija secreta de Maciel no parece haber tenido mucho eco entre nuestros medios. O quizás yo haya estado distraído. Que todo podría ser. La oí de pasada en la SER y sólo la he leído en El Plural. Cuyo titular –por lo que implica- me ha dejado bastante preocupado “Los Legionarios de Cristo, «entristecidos y desconcertados» porque su fundador tuvo un hijo secreto”.
Hagamos un poco de memoria: Marcial Maciel, fundador de Los Legionarios de Cristo y hombre de confianza de Juan Pablo II, abandonó la cúpula de su congregación, en 2004, por lo que en su momento solamente se intuía y se confirmó cuando el Cardenal Joseph Ratzinger –poco tiempo después- permitió que se reabriese la investigación canónica contra él, por acusaciones de abuso sexual (pederastia). Un año más tarde (2005) el Cardenal es elegido Papa (Benedicto XVI) y en 2006 anuncia que se da por cerrada la investigación a Maciel debido a su edad y delicado estado de salud. En paralelo le pide que se retire de la vida sacerdotal pública y que lleve una vida de “oración y penitencia”.
En el artículo que he enlazado de El Plural encontraréis varias entradas que configuran el perfil del fallecido personaje. Y comprenderéis mi estupor –como el del medio digital- cuando lees que la preocupación de sus fieles seguidores es porque se ha descubierto que tiene una hija secreta. Y no por las fundadas acusaciones por pederastia (7 ex legionarios le denunciaron). Las mismas denuncias que forzaron su retirada en dos fases.
Entre sus seguidores en España tenemos a varios dirigentes políticos en el poder. ¿Qué pensaran? ¿Se darán de baja? ¿Qué les parece peor, tener amante e hija o ser pederasta? A fin de cuentas tener hijos es “pro vida”.
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