24 de mayo de 2008
A principios de este año escribí el post Abreu, Dudamel y la Orquesta Sinfónica Nacional de la Juventud Venezolana Simón Bolívar. Estaban de gira por España.
Los había conocido gracias a un amplio reportaje del El País Semanal (agosto 2007). Días después empezaron a llegar los ecos de su apoteósica aparición en los Proms de Londres. Y el miércoles pasado les concedieron el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008, que sólo fue destacado por El País. ¿Y los demás a que se dedican? ¿Por qué ignoran esta historia?
Como siempre podéis leer el artículo de esta semana pinchando en Efe Eme o aquí, a continuación (la diferencia está en los links y el video, sólo en el blog):
La Música Salva Vidas
“La música salva vidas en mi país” afirmaba Gustavo Dudamel en una entrevista a Jesús Ruiz Mantilla (El País) a principios de este año. El joven director, 27 años, será el titular de la Sinfónica de Los Ángeles, al finalizar su compromiso como Director de la Sinfónica de Gotenburgo (la Orquesta Nacional de Suecia).
“Nadie esperaba que la música clásica fuese un arma de cambio social, pero lo que ha hecho el Maestro Abreu con las orquestas, sacando a los niños de la marginación por medio de la música, demuestra que es posible. Y a un muy alto nivel”, continuaba Dudamel.
Él mismo es una prueba viviente. Ha dirigido en la Scala, a la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Chicago o la Mahler Chamber, invitado por Barenboim, Abbado o Rattle.
Pero aun siendo el alumno más destacado, no está solo. Edicson Ruiz ha fichado por la Filarmónica de Berlín, siendo el contrabajista más joven en la historia de “la orquesta”. Humberto Armas desarrolla su actividad en la Real Filarmonía de Santiago de Compostela.
Además la Orquesta Sinfónica Nacional de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, fundada por José Antonio Abreu en 1974, forma musicalmente a 400.000 niños y jóvenes (desde 2 años hasta 25). Y lo que en principio parecía una utopía hoy es una realidad contundente. Porque no sólo forman músicos. Luchan contra la marginalidad y la miseria con el pentagrama como única arma (por eso la cita de Gustavo Dudamel del principio). Y esto es exactamente lo que ha premiado el jurado del Príncipe de Asturias este año: el sistema (pedagógico) de orquestas infantiles y juveniles del Maestro Abreu «por haber combinado, en un mismo proyecto, la máxima calidad artística y una profunda convicción ética aplicada a la mejora de la realidad social«.
«En colaboración con primeras figuras de alcance universal, el sistema creado por el Maestro Abreu ha formado a directores e intérpretes del más alto nivel, a partir de una confianza audaz en el valor educativo de la música para la dignidad del ser humano«, declaró José Lladó Fernández-Urrutia, presidente del jurado, el pasado miércoles en Oviedo, al anunciar el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en su edición de 2008. Las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela toman el relevo de Bob Dylan. Otros músicos premiados en ediciones anteriores fueron Paco de Lucía, Joaquín Rodrigo, Barbara Hendricks y Krzysztof Penderecki.
Si en el artículo sobre Hanna preguntaba ¿Dónde está la Crítica? mi asombro ha sido aún mayor cuando el jueves era sólo El País quien destacaba la noticia. Los demás medios ignoraban la buena nueva. ¿Por qué ha sido gracias a ellos que hemos conocido a Dudamel y a la OSNJVSB? ¿O es simple y llanamente por pura ignorancia? Con lo que no me queda más remedio que preguntar, ¿Dónde están los jefes de la sección de Cultura? ¿Existen?
El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, creado hace treinta años por el músico (y economista) José Antonio Abreu, es un sueño hecho realidad. Con un objetivo de mejora de la vida de los menores mediante su integración en una red de 120 orquestas. El modelo se exporta, con variantes, a países como Chile, Colombia, México, Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina. Y está llegando a España.
La Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela –FESNOJIV– incluye también talleres en los que aprenden a construir y reparar instrumentos así como programas especiales para chicos con discapacidades o dificultades de aprendizaje, como el Coro de Manos Blancas, compuesto por niños sordos. La FESNOJIV presta asesoramiento práctico a todas las escuelas públicas que solicitan su integración en el sistema musical. Las asociaciones de vecinos, de padres, ayuntamientos y representaciones institucionales colaboran facilitando locales de ensayo o instrumentos musicales.
A veces los cuentos de hadas existen.
Entradas anteriores de La Música de El Mundano en Efe Eme:
Valor y Precio de la Música (en Efe Eme)
Neil Young y las Nuevas Tecnologías (La Música de El Mundano en Efe Eme)
Hanna o ¿Dónde está la Crítica? (en EFE EME)
Jeff “Skunk” Baxter (en Efe Eme)
¿Las listas del negocio o el negocio de las listas? (en efe eme)
Las Nueve Vidas de Steve Winwood (La Música de El Mundano en EFE EME)
El País les dedicaba una doble página y han sido los grandes impulsores en España. Por eso pensaba que el vacío mediático tenía que ver con El País. O pura ignorancia como escribí en el post.
El ángulo “venezolano” ni lo habia pensado. Porque llevan funcionando más de 30 años (antes de Chávez). Incluso Abreu fue ministro de cultura en 1983. Pero claro si esto no lo sabes –o no lo averiguas- te quedas en la anécdota del nombre (lo digo por lo de Simón Bolívar). Y creo que llevas razón en tu apreciación. Gracias.
Da rabia que ensucien este proyecto con prejuicios políticos. Abreu y su Sistema están por encima de las luchas políticas.
Pues no sé cómo reflejaba la noticia El País, pero en la radio no hacían mención alguna al trabajo social que lleva detrás esta iniciativa. No quiero pensar mal sobre el tratamiento que hacen los medios a todo lo que venga de Venezuela y su gobierno.
La verdad es que una iniciativa así es admirable. Son esas cosas que te hacen ver que todavía hay cosas hermosas y se debe trabajar para mejorar lo que tenemos.